Quantcast
Channel: Reflexiones | aprendizajeyvida.com

Un Verdadero Año de Aprendizaje y Vida

0
0

Hoy voy a hablarte de un verdadero año de aprendizaje y vida, porque ese es el tiempo que llevo escribiendo en este blog, y porque me apetece compartir contigo algunas de las opiniones que me he formado al respecto. Es un buen día, ¿damos un paseo?

Puesta de sol

[Éste es el nuevo eslogan que se me ha ocurrido para la ocasión, sin duda una de mis más valiosas lecciones aprendidas]

El 20 de marzo de 2013 fue la fecha que escogí para publicar mi primer artículo ‘Al otro lado‘ en este blog. Si todavía no lo has leído, puedes pasarte y echarle un vistazo, te aseguro que no tiene desperdicio y que, si me sigues con regularidad, notarás cierta evolución en mi estilo (espero que para mal 😉 ).

Desde entonces he escrito un total de 84 artículos y me han pasado infinidad de cosas, pero no voy a ponerme a repasar cifras ni a comparar estadísticas a modo de recopilación de datos o logros, porque ni este blog va de eso, ni es algo que pegue conmigo.

Sin embargo sí que quiero hablarte de alguna de las cosas que he aprendido durante este verdadero año de aprendizaje y vida.

Contando Historias

Existen muchos motivos por los que la gente comienza a escribir en un blog, al igual que también pueden ser muy diversos los objetivos que se persiguen haciéndolo, y en mi opinión, sea lo que sea lo que nos mueve me parece perfectamente válido.

Unos pueden planteárselo como creación de una marca personal que les sirva de base como futura fuente de ingresos; quizá otros busquen reforzar su ego, satisfacer su necesidad de relevancia o su afán de protagonismo; algunos puede que simplemente quieran comprobar lo que les aporta y ver de lo que son capaces, viendo las puertas abrirse y cerrarse y los caminos aparecer y desaparecer; incluso puede que haya quién simplemente desea maldecir al mundo.

Nos demos cuenta o no, detrás de todas nuestras conductas siempre existe algún motivo que nos lleva a realizarlas, la clave está en si somos conscientes o no de cual es ese motivo.

En mi caso, antes de empezar a publicar, me planteé cuales eran los míos, y es lo que plasmé en mi segundo artículo titulado ‘Tu mirada me hace grande‘. Creo que lo resumo bastante bien cuando digo que: este blog va de experimentar, de aprender y de compartir todo aquello que me llevará a descubrir de lo que soy capaz.

En contra de lo que algunos piensan, no es necesario fijarse metas específicas (con brazos, piernas o rabos),  ni hacer listados de consecución de objetivos y otras mierdas para escribir un blog, ni para continuar haciéndolo hasta que nos apetezca (sean 6 meses, un año o hasta que la muerte nos separe).

La diferencia a la hora de enfocar los motivos por los que empezamos con un blog, radica en qué entendemos unos y otros por éxito, en qué es lo que consideramos importante, en qué es lo que nos satisface y en cual es la forma que tenemos de perseguirlo.

Está bastante claro que si escribimos y publicamos lo escrito en internet, es con la intención de que alguien lo lea, lo que pretendemos obtener haciéndolo ya entra dentro de la especificidad de cada uno (independientemente de que seamos o no conscientes de ello).

Me parece igual de lícito escribir con el objetivo de crear una marca personal con el fin de obtener un futuro beneficio (económico o de otra clase), que hacerlo sencillamente por aprender y compartir, o por pasatiempo y diversión, o incluso que hacerlo sin esperar absolutamente nada que nos podamos haber planteado previamente.

No me cansaré de repetirlo: todo, absolutamente todo lo que hacemos, cuenta.

Y es por eso que da igual si escribes sobre que eres feliz porque sí o sobre tu momento zen, si lo haces sobre comportamiento humano o sobre crecimiento personal, sobre cuando te meabas en la cama o te masturbabas en clase de biología, o sobre como tatuarse el coño con la cara de Homer Simpson.

Tatuaje de Homer Simpson

Todo es válido, todo aporta, todo cuenta, la única diferencia está en qué es lo que pretendes conseguir con ello.

Y sea cual sea el motivo por el que has empezado un blog, no permitas que nadie te diga que no sirve, que no aporta valor o que nunca va a llegar a nada porque: ¿qué es lo que aporta valor?, ¿acaso es lo mismo para todos?

Estoy más que seguro de que no, lo que me lleva a plantear ¿quién es el listo que puede presumir de saber lo que es valioso para los demás?

A mí ya me puedes ir borrando de la lista.

Quizá lo que estoy escribiendo te resulta valioso porque te identificas con lo que digo, o porque aprendes algo, porque te hace reflexionar o porque te resulta divertido, o quizá simplemente te dan ganas de imprimir mis artículos para limpiarte el culo con ellos, puede que lo valioso para ti sea eso, ¡y ahí está la gracia!

Aportando Valor

El simple hecho de sentarte a escribir para publicar puede ser de por sí muy valioso, por todo lo que te aportará en cuanto a conocerte y a saber de lo que eres capaz. Luego, cuando esas letras vean la luz, se pondrá en funcionamiento la compleja maquinaria universal que hace que todo lo que vaya a suceder a partir de ese momento resulte incierto.

Quizá hayas escrito sobre por qué crees que la gente debe compartir su mundo y abrir su blog, y de repente te encuentres con que, desde el otro lado del planeta, una madre te hace llegar su conmovedora historia y la de su hijo.

Puede que estés escribiendo sobre como buscando tu camino construyes tu futuro, y al hacerlo descubras que lo realmente importante a la hora de alcanzar una vida más plena, está en el hecho de perseguirla, en la búsqueda permanente del crecimiento interior, en vivir experiencias, en buscar hacer siempre cosas nuevas, en ser curioso, en aprender, en tener proyectos, planes, deseos, en cualquier cosa que contribuya a mantener la ilusión.

Quizá estés comiendo a solas en un restaurante, y al observar a una familia que se ha reunido, te des cuenta de cual es el verdadero tiempo vivido, de que si no estás haciendo que la vida de alguien sea mejor estás desperdiciando tu tiempo, o de que el único destino que existe es el que nosotros mismos nos construimos.

Puede que dediques un post a la autenticidad, porque honestamente estás convencido de que lo mejor a la hora de escribir es ser auténtico, lo cual significa para ti ser consciente de lo que tienes y de lo que te falta, de tus virtudes y de tus defectos, de tus creencias y de tus prejuicios, de tus cualidades y de tus limitaciones, sin importarte en absoluto mostrarlas al mundo tal y como tú las percibes.

Quizá un día regreses de un viaje  en el que has hecho saltar tu zona de confort por los aires, y conocido de paso a un montón de personas extraordinarias, y te encuentres con que no eres capaz de escribir una sola palabra, porque tu mente es un torbellino de incongruencias que te confunden y te hacen sentir perdido, pero al tratar de vencer ese bloqueo descubras que lo importante no es lo que nos pasa sino cómo nos lo tomamos.

Puede que leas un libro que te enseñe tantas cosas que decidas dedicarle un artículo, porque para ti es importante compartir lo que aprendes por si puede ayudar a otros, y porque consideras que encontrar el elemento es el secreto de la verdadera realización personal.

Quizá hayas visto más dolor y muertes de las que hubieras deseado, y eso te haga tener una sensibilidad especial hacia el sufrimiento, y además te conduzca a escribir sobre por qué crees que el dolor y el placer son las dos fuerzas que dirigen tu vida, ya que estás convencido de que todo lo que haces es por una necesidad de evitar dolor, o por un deseo de obtener placer.

Puede que una mañana, mientras estás esperando a alguien sintiendo el frío del invierno, observes una telaraña congelada, y se te ocurra que los seres humanos también tenemos nuestra propia telaraña, que adopta la forma de nuestras relaciones con los demás, y eso haga que reflexiones sobre por qué la verdadera educación no está en las aulas, y descubras lo importante que es disfrutar con todo lo que hagas.

Quizá un día, mientras paseas por el campo, al pasar tu mano por la verde y crecida hierba, te des cuenta de la importancia de las relaciones humanas, y de que, en el fondo, son las relaciones con las personas lo que da sentido a la vida.

Puede que tengas algunos días en que te encuentres triste y decaído, y que no hagas más que encontrarte con mensajes que te dicen lo malo que es que te sientas así. Sin embargo tú te revelas contra ello, porque crees firmemente en que tienes derecho a sentirte como te de la gana, y porque estás convencido de que la vida te sonreirá cuando dejes de pensar que es una mierda, empezando por aceptar en todo momento lo que viene.

Quizá una tarde, dando un paseo, veas una puesta de sol que te haga sentir afortunado por existir, y que te apetezca compartir con el mundo los motivos por los que crees que practicar la gratitud puede mejorar tu vida y la de muchas personas, porque en ese momento te has dado cuenta de que, si esperas despertar cada mañana, es poco probable que te sientas agradecido por estar vivo.

Puede que un día hayas programado un artículo sobre un tema determinado, y al levantarte te des cuenta de que piensas que es una mierda, porque crees que no va a servir para nada, y que en ese momento lo que te apetezca es contar al mundo cual es tu ABC de la vida, porque te sale del alma y porque sientes que, en ocasiones, no ser como otros esperan, es lo mejor que te podría estar pasando.

No dejes que nadie te diga lo que tiene valor y lo que no, en realidad nadie lo sabe.

Lánzate sin más, ofrece lo que tienes, genera posibilidades.

Abre tu blog por el motivo que te de la gana, escribe en él lo que te de la gana, y ciérralo cuando y como te de la gana.

¡ESO ES VALOR!

 

 

El artículo Un Verdadero Año de Aprendizaje y Vida ha sido publicado por Juan en aprendizajeyvida.com.


Para Ser Menos Estúpido Hazte Estas Preguntas

0
0

Reconozco que me he decidido por este título porque… ¿hay alguien ahí que no quiera ser menos estúpido? Ya puedes bajar la mano y dejar de preocuparte, yo también formo parte de ese privilegiado club, y como tengo un blog y soy así de chulo, me ha dado por responder para ti unas cuantas preguntas que espero te resulten muy esclarecedoras.

Letrero en escaparate

La idea de este artículo me surgió porque no era capaz de decidirme por el tema sobre el que escribir esta semana, y no dejaba de hacerme preguntas al respecto.

Cambié el asunto media docena de veces hasta que ya bastante cabreado pensé…

¿Con todo lo que tienes que contar y no eres capaz de decidir sobre qué escribir, acaso se puede ser más estúpido?

Y de esta manera tan brillante se me iluminó la bombilla peluda (que por ahora aún lo es), y se me ocurrió plantear una serie de preguntas que no sé si a ti te servirán para ser más o menos estúpido, pero seguro que les encuentras algo que te aporte valor (aunque solo sea porque te descojonas de la risa).

Un poco antes de tanta reflexión introspectiva andaba yo por la calle buscando algo que fotografiar para luego ponerlo en mi futuro artículo de psicología de los colores sobre el color rosa, cuando me encontré con el escaparate que puedes ver en la imagen de arriba.

En un principio pensé que esas letras rosas tan chulas quedarían bien en ese artículo, pero resulta que hoy me ha dado por hablar de la estupidez, y el mensaje que puede leerse me recuerda una canción de un personaje que no creo que sea estúpido, pero lo parece, y de ahí que haya decidido ponerlo en la publicación de hoy.

Considero el sentido del humor como algo muy importante para disfrutar de la vida (aunque la vida no disfrute), y dentro de él incluyo la capacidad de reírme de mí, de ti, y contigo.

Todavía no sé el motivo, pero hay días en que me siento especialmente creativo en cuanto al manejo de la lengua se refiere (ojalá fuera en todos los sentidos pero no), y las preguntas que vienen a continuación se pasearon por mis lagunas mentales en esos momentos de arrebatadora inspiración.

Espero que, aunque no saques nada en claro de ellas (te garantizo que no serás el único), por lo menos las disfrutes con humor.

¡Vamos allá!

Algunas Preguntas Para Ser Menos Estúpido

1-¿Se puede dejar de ser uno mismo?

Estoy seguro de que has escuchado en alguna ocasión la tan manida frase “se tú mismo”, pero lo que yo planteo es como carajo se puede dejar de ser uno mismo.

¿Acaso se puede ser otra persona?

Yo creo que no.

Hagas lo que hagas, pienses lo que pienses, digas lo que digas, siempre eres tú mismo, y no puede ser de otra forma porque todos los demás ya están ocupados ¿no te parece?

Y tan importante es la pregunta, que alguno incluso busca respuestas adentrándose en la selva y buscando parecidos con las serpientes.

Búsqueda curiosa en Google

2-¿Puede un ser omnipotente e inmortal suicidarse?

En mi condición de ateo yo no me hago esta pregunta, sino que se la lanzo a todo aquel que cree en la existencia de un ser o entidad omnipotente (que todo lo puede) e inmortal (que nunca muere).

No me corresponde a mí probar que tal entidad no existe, sino a quién en ella cree el probar su existencia (lo que se llama la carga de la prueba). 

Sí, ya sé que muchos dirán que es una cuestión de fe, pero es que a mí ese tipo de fe se me debe de haber olvidado en la barriga de mi madre.

Y si pensar en el suicidio te causa malestar pues te la cambio:

¿Puede un ser todopoderoso crear una piedra que él mismo no pueda mover?

A mandar.

3-¿Como es posible que un homosexual se haga si no nace?

Esta es una pregunta que responde a otra pregunta (y con mi guasa característica). Ya sabes, a aquello de:

¿El homosexual nace o se hace?

Como yo estoy convencido de que el homosexual nace, y lo que ocurre después es que se descubre (porque al principio no le dejan), pues se me ha ocurrido tomar un poco el pelo a aquellos que creen lo contrario (y muchos de ellos ya están calvos).

Búsqueda curiosa en Google

[Venga ya, no seas maleducado 🙂 ]

4-¿Todos moriremos en el último suspiro?

Por mucho que metas la cabeza en una bolsa de plástico para dejar de respirar (y no para lo que has pensado), con seguridad antes de diñarla habrás tenido “el último suspiro”.

Y como mera curiosidad añado que nadie puede morirse dejando de respirar por fuerza de voluntad, es decir, aguantando la respiración.

¿Te atreves a probarlo?

Si eres muy tenaz lo normal es que acabes desmayado, con la boca abierta y cara de gili.

Otra opción es que te guste tanto que acabes haciendo lo de la bolsa de plástico (para lo que has pensado), y comprobando que realmente uno se muere en el último suspiro (y seguramente con una mancha en los pantalones).

Puede que ahora mismo te estés planteando que realmente he alcanzado un nivel superior de conocimiento, sin embargo yo sigo sin saber por cuantas etapas he de pasar para alcanzar la iluminación, y por eso he decidido por el momento seguir utilizando bombillas.

Y mi siguiente bombilla dice…

5-¿Vivir por vivir me acabará matando?

Por supuesto, y puede que contestar a mis preguntas te mate aún más rápido.

Estoy de acuerdo con eso de que solo tenemos una vida, que no debemos desperdiciarla, y que estaría bien disfrutarla al máximo.

El problema viene cuando por tratar de vivir al máximo también nos morimos al máximo, o quizá de golpe (depende de tu forma de maximizar jeje).

Mi filosofía de vida trata de buscar el equilibrio, por eso me saco de la manga cerebral una de mis frases:

Vive al máximo muriendo al mínimo.

Según como lo mires puede significar lo mismo, o quizá no, al igual que según como mires la siguiente búsqueda, puedes pensar que esta persona tiene una mente privilegiada, o que es gilipollas de remate.

Como siempre, tú eliges.

Búsquedas curiosas Google

6-¿Que creas que sabes lo que quieres, significa que lo que quieres es lo que crees que sabes?

Antes de que pongas la cara que tiene Jack Nicholson en el cartel de la peli El Resplandor, trataré de ponerlo más claro:

Por mucho que creas estar seguro de lo que quieres, eso no te asegura que lo que realmente quieres sea lo que crees querer.

Seguro que conoces a alguien que por ejemplo te dice cual es su ideal de pareja, y luego resulta que acaba persiguiendo a un fofito/a que se le parece más bien poco.

O a alguien que desea que le toque la lotería solo para descubrir que el haberle tocado le ha arruinado la vida.

O a aquel desesperado por casarse que cuando lo hace solo piensa en la soltería.

¿Realmente sabes lo que quieres?

Puede que sí… hasta que lo consigues.

7-¿Si tropiezas muchas veces con la misma piedra, por qué no te compras unas rodilleras?

Esto es una metáfora (no me digas), porque en realidad las rodilleras es la forma de decirte que ya va siendo hora de que comprendas que los errores están muy bien, siempre y cuanto aprendas a no repetirlos.

En este sentido te hago una pequeña pero importante recomendación:

“Si tu pareja te pregunta con quien te gustaría hacer un trío, di el nombre de UNA sola persona”.

Principalmente porque si no sigues este consejo, seguramente solo consigas hacer tríos en los clubs de intercambio (y puede que no sea como esperabas 🙂 ).

O que te suceda como al personaje de la siguiente búsqueda, que todavía se está preguntando por qué se quedó fuera de la fiesta.

Búsquedas curiosas Google 

– – – – –

Ya sé que soy un tipo difícil de comprender (y no solo por mis preguntas), pero no me dejes solo porque harás que me sienta como el Punto G, que hace mucho tiempo que le pusieron nombre pero la mayoría sigue sin encontrarlo.

Bueno, basta por hoy, que ya te veo pensando donde tienes el cuchillo jamonero, y averiguando si tengo mi dirección puesta en el apartado contactar.

Es tu turno.

Quizá se te ocurre alguna otra pregunta para añadir a mi lista, eso sí, te pido por favor que no sea del tipo:

¿Como saben los ciegos cuando han acabado de limpiarse el culo?

Es decir, que no sea de un mal gusto que te cagas (valga la redundancia).

¡A trabajar!

 

El artículo Para Ser Menos Estúpido Hazte Estas Preguntas ha sido publicado por Juan en aprendizajeyvida.com.

La Idolatría Es Absurda, Perjudicial y Una Soberana Estupidez

0
0

La idolatría es una conducta absurda y perjudicial que va de la mano de la estupidez, y que suele conducir a quien la practica a realizar actos inconscientes e irracionales que incluso rayan con la locura. Hoy me apetece quitarme el corsé y hablarte de ello: ¿Te va la marcha?

Cuadro de los Hermanos Marx

“Yo encuentro la televisión bastante educativa. Cuando alguien la enciende en casa, me marcho a otra habitación y leo un buen libro. Groucho Marx.”

Como dice el genial Groucho, la televisión puede ser muy educativa, siempre y cuando te empuje a realizar otras tareas mucho más sanas y aprovechables para tu mente, y también para tu cuerpo. Yo te aseguro que la veo bastante poco (cada año que pasa menos), porque hace mucho que he descubierto que no es sino una herramienta más de manipulación que contribuye al lavado de cerebro generalizado al que tratan de someternos.

Lo que me gusta y veo de vez en cuando son los documentales, las películas y los deportes, pero con los medios que hoy día tenemos a nuestro alcance para ver estos contenidos a la carta a través de internet, no tiene mucho sentido hacerlo por televisión, salvo que sea mientras estás comiendo como es mi caso (ya sé, mala costumbre). Aunque también es cierto que he desarrollado bastante mi espíritu crítico, y con ello mi capacidad de investigar y de contrastar informaciones, por lo que puedo tragarme sin problemas cualquier programilla o noticiario manipulador sin miedo a quedarme gilipollas de repente.

El Precio de la Fama

Una de las cosas que todavía consigue molestarme, es el hecho de ver en cualquier parte la tendencia de muchas personas a idolatrar a determinados personajes que lo único que hacen es aprovecharse de la inmadurez emocional, la ignorancia, o el bajo nivel de autoestima de las personas, para alzarse y mantenerse sobre el pedestal de la fama, porque lo que es contribuir al desarrollo de la raza humana rien de rien (nada de nada), que dicen los franceses.

Siempre que veo este tipo de manifestaciones absurdas (sobretodo en adolescentes), me planteo cuales son los valores que se les están inculcando y hacia donde les conducen, a ellos y a la sociedad de la que forman parte. Por qué se le da tanto valor a la fama, y por qué se alcanza mayor fama en unos ámbitos que en otros. Estrellas de la música, el cine y el deporte abundan por centenares y son reconocidos social y económicamente hasta niveles absurdos, sin embargo son legión los investigadores y descubridores de hechos ciertamente relevantes, que viven en el anonimato y son desconocidos e ignorados por la mayoría de nosotros.

Estoy seguro que conoces a Beyonce, Brad Pitt o Messi (y otros cuantos cientos más) pero, ¿y si te hablo de Francis Collins, Craig Venter o Shinya Yamanaka? Pues te diré que son algunos de los más destacados científicos de nuestro tiempo, que con sus importantes logros han conseguido expandir las fronteras del conocimiento humano, y con ello generar la posibilidad de alcanzar logros todavía aún mayores y hasta difíciles de imaginar.

Comparando los méritos de unos y de otros ¿cuales te parecen más importantes y dignos de reconocimiento? Creo que ya sabes mi respuesta, sin embargo está bastante claro cuales son los personajes que inundan a diario los medios de comunicación y cuyos seguidores son legión, y cuales no. ¿El motivo? El negocio, una mera cuestión de dinero y poder, pues es lo que genera más ingresos y lo que permite manipular con facilidad a la gente, explotando sus flaquezas para dirigirlos en función de los intereses de la industria.

Está el panorama como para pensar que las emociones humanas son una virtud, cuando nos hacen tan fácilmente manipulables por quién sabe tocar la melodía adecuada; algo así como lo que hace el Flautista de Hamelin con las ratas y luego con los niños, pero con mayores: tocar su flauta mágica y conseguir que todos obedezcan sin importar hacia donde les conduce el camino.

Las emociones nos hacen únicos y nos enriquecen, y son positivas en el sentido de que nos ayudan a vivir como seres humanos, y a alcanzar grandes logros. Sin embargo, cuando nos controlan hasta dirigirnos de forma automática en cualquier dirección (ya sea buena o mala para nosotros), sin que sepamos influir en ellas, se convierten en un problema, y la idolatría es un  buen ejemplo de ello.

La Idolatría Es Absurda, Perjudicial y Una Soberana Estupidez

Estoy de acuerdo con la actitud de admirar a las personas, y que eso nos sirva de estímulo para tratar nosotros mismos de alcanzar cualquiera de las cualidades que admiramos en el otro, pero cuando el gusto y la admiración por alguien se transforma en fanatismo e idolatría, es que algo no funciona como debería en la bombilla peluda (o pelada) perteneciente a la persona que idolatra.

Idolatrar es una actitud perjudicial que puede conducir a la locura, o incluso a ser una especie de profesional de la estupidez. Una actitud que empuja al idólatra hacia una realidad donde cree que su ídolo es un homo superior que ni siquiera caga o mea como todos los demás (comer y respirar está bien visto). E incluso si lo reconoce, afirmará que lo hace con un estilo que le diferencia y le hace mejor que el resto de los humanos.

Considero que idolatrar es también un acto de cobardía y me explico. La idolatría conduce a la ceguera mental y no responde a la razón, lo que la sitúa fuera del ámbito de la lógica racional, y lleva a tomar decisiones (es un decir) y a realizar actos cuando menos insólitos (por absurdos). El pensamiento crítico necesita de decisión y de voluntad, y conlleva un esfuerzo que no todos están dispuestos a realizar, lo que hace que sea mucho más sencillo y cómodo permanecer aborregado.

Hace tiempo Kant escribió: “todas las personas tienen la capacidad de razonar, pero no todas lo hacen”. Creo que es bastante evidente que en el tema que nos ocupa no se equivocaba demasiado.

El Fenómeno Fanático

No viví la época de Los Beatles, aunque he visto muchos reportajes sobre el fenómeno que supusieron en su tiempo (años 60), cuando en algunos de sus conciertos era difícil hasta escucharles por el griterío de una legión de exaltados fanáticos (nada de fans). Por lo que he leído, sus letras eran profundas y con mensajes reivindicativos, y producían efectos casi hipnóticos y difíciles de explicar en las mentes de todos aquellos que elegían ser ciegos y dejarse llevar por la exaltación emocional, en vez de elegir cuestionar.

Parece ser que John Lennon, en una entrevista que le hicieron, llegó a decir que Los Beatles eran más populares que Jesús, lo cual provocó un gran escándalo y las iras de algunos individuos que llegaron a quemar sus discos en público (una nueva forma de inteligencia sin duda). Lo que quizá muchos no saben, es que Lennon puede que no pretendiera con esa frase alzarse con la bandera del triunfalismo de la fama, sino usarla como una advertencia acerca de lo peligroso que puede resultar idolatrar a algo o a alguien.

Lo genial de Lennon es que fue capaz de verse a sí mismo reflejado en el espejo que le proporcionaban sus legiones de fanáticos, y de darse cuenta de que lo que estaba construyendo a su alrededor, iba en contra de lo que realmente pretendía. Por eso, tras la separación de Los Beatles en 1970, se retiró de la vida pública todo lo que le fue posible para dedicarse a criar a su hijo, tratando de vivir como uno más y alejándose lo más posible de insanas idolatrías. Un tipo con valores (y con cojones dicho sea de paso), que sin embargo acabó asesinado precisamente por ser una de las personas mas idolatradas de su tiempo.

Idolatrando Ando

Para ilustrar un poco todo lo que te estoy contando, y de paso justificarme usando el sesgo de confirmación como me da la real gana, te dejo con algunas de las estupideces que ha provocado la idolatría, como muestra de que idolatrar nos conduce progresivamente hacia un retraso mental irreversible.

1- La muerte de Michael Jackson en junio de 2009, fue tan devastadora para algunos de sus fanáticos, que poco después de su desaparición doce de sus incondicionales (de todas partes del mundo) se suicidaron. Pável Talaláyev, un fan ruso de Michael desde los nueve años, también trató de suicidarse, pero fue salvado por los servicios médicos. Poco después declaró: ‘me da igual vivir, me voy a suicidar; es la peor tragedia de mi vida y no quiero seguir adelante’.

2- El rapero canadiense Drake, no supo cómo reaccionar al descubrir que una mujer se había tatuado su nombre en la frente ¡en letras mayúsculas! Una de las canciones de Drake titulada ‘Free Spirit’, contiene una frase que dice: ‘tatúate mi nombre para que sepa que lo nuestro es auténtico’. Esta chica se lo tomó al pie de la letra (nunca mejor dicho 🙂 ).

Tatuaje Drake

3- La cantante californiana Kesha, recibió como regalo de un fanático un diente roto, y decidió hacerse un colgante con él. Después se le ocurrió la  brillante idea de pedir a sus otros fanáticos, que le enviasen más dientes porque quería hacerse un collar, y llevarlo a una entrega de premios. No se sabe si tuvo éxito en su petición, pero recientemente se la ha visto con un particular colgante: un diente de leche de un fanático, y un frasco con sangre de sus seguidores.

4- El dentista Daniel Zuk pagó más de 23.000 euros en una subasta por un diente de John Lennon, con el objetivo de usar la pieza para extraer el ADN y poder clonar en el futuro al artista.

5- Robert Dewey, un fanático de Madonna, no se conformó con enviarle cartas y llamarla a todas horas para decirle lo mucho que la quería, sino que llegó a entrar tres veces en su casa, y a amenazar con degollarla si no accedía a casarse con él. Fue detenido, juzgado y condenado a 10 años de prisión.

– – –

¿Te atreves ahora a darme tu opinión?

¿O quizá tengo que pedir refuerzos y esconderme en un bunker para preservar mi vida?

¡Soy todo oídos…y piernas!

El artículo La Idolatría Es Absurda, Perjudicial y Una Soberana Estupidez ha sido publicado por Juan en aprendizajeyvida.com.

Nacemos Para Vivir, Vivimos Para Morir

0
0

No creo en la reencarnación ni por tanto en vidas anteriores o posteriores a la vida que me ha tocado vivir. No creo haber elegido las circunstancias de mi nacimiento, ni el dónde, ni el cuándo, ni el cómo, aunque sí pienso que tengo cierta influencia en la forma en que vivo, y en la forma en que dejaré de vivir.

Buscando una salida

Quizá no elija cuando morirme o quizá sí, quizá tenga el tiempo necesario para reflexionar sobre lo que eso significa viendo el momento llegar, o quizá no.

Sea cómo sea lo único que quiero es irme en paz conmigo mismo, o aún mejor, alcanzar cuanto antes esa paz interior que me permita vivir lo que me resta en plenitud y serenidad, lo cual implica por cierto, que aún no lo he conseguido.

Y una vez haya muerto…

¿Importará la vida que haya llevado?

¿Lo que haya hecho o dejado de hacer?

¿Mi legado?

¿Que me recuerden?

Quizá sí para los que todavía permanezcan vivos, pero no para mí.

Esas son el tipo de cosas que me importan y me preocupan ahora porque estoy vivo, tengo conciencia e intelecto, y es lo que me ha tocado vivir según mis circunstancias, pero que dejarán de ser importantes cuando esté muerto.

Nada tiene importancia si no existo.

Afortunados porque Vamos a Morir

No conocemos vida sin muerte (por el momento), y así como aceptamos la vida con naturalidad, nos cuesta hacer lo mismo con la muerte.

Morir resulta terrible, nos da miedo, no queremos, y buscamos y encontramos todo tipo de recursos, excusas y rescates que nos permitan mitigar ese miedo y soportar tal sentencia.

En el ámbito espiritual, el miedo es causa, la fe es consecuencia, un sustituto de la valentía que nos llevaría a aceptar la realidad tal y como es, del coraje que nos permitiría ser los dueños de nuestra vida, y de nuestra muerte.

Somos afortunados porque vamos a morir.

Teniendo miedo de la muerte entregamos la libertad de la vida.

Nacemos Para Vivir, Vivimos Para Morir

“Te despiertas una mañana, o cien, o mil, pensando que ya basta, que ya no quieres más de lo mismo. Estar despierto te duele demasiado, una vez más.
Tienes un arma, la coges, la miras, la hueles, la sientes, la cargas.
Crees estar preparado y metes el cañón en tu boca, tu dedo va al gatillo.
Aprietas el frío y duro metal con tus dientes y eso te hace salivar.
Tu corazón retumba en tus sienes.
Tu mano tiembla y suda.
Tus ojos cerrados lloran.
Fracasas.
Vives.”

“Las cosas han ido empeorando las últimas semanas y nada de lo que has hecho ha podido aliviar tu sufrimiento.
Te sientes mal, muy mal, demasiado mal, y no tienes ni idea de qué puedes hacer para cambiarlo.
Escribes una carta de despedida para tus seres queridos y para la persona que más amas porque te importa, porque les vas a hacer daño y eso te duele, y te duele porque estás vivo.
Tienes un arma, la coges, la miras, la hueles, la sientes, la cargas.
Crees estar preparado y pones el cañón apuntando a tu corazón, tu dedo va al gatillo.
Notas la presión del frío y duro metal contra tu pecho.
Tu corazón palpita con normalidad.
Tu mano es firme.
Tus ojos abiertos miran.
Disparas.
Mueres.”

Dolor y placer son las dos fuerzas que guían todas nuestras decisiones.

He conocido a personas que eligieron morir a su manera y en su momento porque no podían soportar estar vivas, también a otras que murieron sin haber elegido ni el cómo ni el cuándo.

Si morir es lo que quieres, el miedo a la vida se vence de dos formas…

Por valentía o por desesperación.

Si lo que quieres es vivir, el miedo a la muerte se vence de una única forma…

Por aceptación.

Tarde o temprano, lo quieras o no, verás y sentirás morir a otros.

Tarde o temprano, lo quieras o no, morirás.

Si deseas vivir en libertad, en paz contigo mismo, y morir de la misma forma, te conviene aceptarlo.

Resulta inevitable.

No veo un mejor sentido para la vida que aprender a aceptar la muerte.

 

El artículo Nacemos Para Vivir, Vivimos Para Morir ha sido publicado por Juan en aprendizajeyvida.com.

Esclavos De La Causalidad

0
0

La causalidad es una constante omnipresente, una verdad universal impredecible que escapa a nuestro control. Rige nuestras vidas y no podemos escapar de ella. Abre los ojos, despeja la mente y descubre hasta que punto somos esclavos de la causalidad.Manos hermanas

[Foto tomada de manera causal en el paseo del Tajo (Lisboa)]

Según la Real Academia Española de la lengua (RAE para los amigos):

Causalidad.

(De causal).

1. f. Causa, origen, principio.

2. f. Fil. Ley en virtud de la cual se producen efectos.

La Wikipedia define la ley  de la causalidad a la que se refiere la RAE en el segundo apartado, como la relación entre un evento (la causa) y un segundo evento (el efecto), en la cual el segundo evento se entiende como una consecuencia del primero. 

Este planteamiento no resulta demasiado complejo si solo consideramos una causa y su efecto, ya que son tres las condiciones de la Ley:

1- A (causa) sucede antes que B (efecto).

2- Siempre que suceda A, sucede B.

3- Si no sucede B, entonces no sucede A.

Sin embargo, y saliéndome de lo que esta Ley formula, el asunto se complica enormemente si tenemos en cuenta que en la vida cotidiana las cosas no suceden de manera aislada, sino que unas están ligadas a otras en un proceso de interacción y correlación, es decir, para que se produzca un determinado efecto puede ser necesaria una concatenación de causas, seguidas de sus correspondientes efectos, que a su vez son causas de efectos posteriores.

Y con este genial comienzo, y para intentar que no imprimas este artículo en papel con fines escatológicos, introduzco aquí un toque audiovisual la mar de relajante y sugerente, donde se muestra la perspectiva que tiene de la causalidad el personaje de Merovingio en la película Matrix Reloaded.

El personaje de Morfeo defiende que todo comienza con una elección, lo cual según Merovingio es absolutamente falso, afirmando éste que la realidad que subyace y que pretendemos ocultar es que carecemos de todo dominio.

La causalidad es la única verdad universal omnipresente, no podemos escapar de ella y ésto nos convierte en sus esclavos eternos.

Acción→Reacción / Causa→Efecto

Es una interesante perspectiva que voy a intentar seguir desgranando.

Causalidad vs Casualidad

La RAE define Casualidad como: “Combinación de circunstancias que no se pueden prever ni evitar”. Lo cual no excluye que estas circunstancias se dividan en causas y efectos, es decir, en causalidades.

Sin embargo en el entendimiento popular asociamos el concepto de casualidad con hechos que se producen por azar o de una forma meramente fortuita.

Desde esta perspectiva para mí la casualidad no existe, porque considero que cualquier suceso o efecto deriva siempre de una causa, o de una concatenación de causas, convirtiéndose además el propio efecto en causa de efectos posteriores (sí, me he repetido, todo sea para retener el concepto 🙂 ).

Y por las mismas razones tampoco existe el azar.

Ante esta afirmación puede que hayas pensado en alguno de los denominados “juegos de azar” como pueden ser la ruleta o los dados, pues no, estos juegos tampoco se escapan a la causalidad.

Puedes lanzar unos dados al aire, o una moneda, que el resultado que se produzca tiene muy poco que ver con el azar o la fortuna, ya que dependerá básicamente de una serie de circunstancias que se apoyan en leyes físicas, y que influyen de forma determinante para que ese resultado se produzca, variando de un lanzamiento a otro.

Los sucesos no han de considerarse de manera aislada, ya que de una u otra forma todo está conectado entre sí.

Repito de nuevo…

Todo efecto tiene su causa (o causas), y toda causa tiene su efecto (o efectos), siendo al mismo tiempo la causa un efecto de causas anteriores, y el efecto una causa de efectos posteriores.

Y después de soltarte tan tremenda retórica que hasta a mí me provoca un poco de risa no-floja, voy a intentar ablandarte otra vez la lectura con una escena de la magnífica película El curioso caso de Benjamin Button, que lo explica de una manera mucho más eficaz.

Aquí la tienes:

¿Esclarecedor verdad?

En este ejemplo lo que muchos se atreverían a calificar de casualidad o mala suerte, es sin embargo una concatenación de sucesos que conducen a un resultado, y la sola alteración de uno de ellos sería suficiente para que se diese un resultado diferente, y no solo en la vida de la protagonista, sino en las vidas de todos los implicados.

Como dice Benjamin:

La vida es como es, una serie de vidas cruzadas e incidentes que escapan a nuestro control.

Esclavos De La Causalidad

Después de ver el vídeo…

¿No te has planteado lo conectados que estamos?

¿Lo complejo e impredecible que es el mundo en que vivimos?

¿El poco control que tenemos sobre lo que sucede?

¿Lo esclavos de la causalidad que somos?

Y ahora que lo piensas tengo una pregunta para ti sobre la escena…

¿Podrías decirme quién es el responsable del atropello?

Puede que sea el taxista que se distrae en el último momento pero resulta que, de una manera inconsciente por supuesto, todos y cada uno de los personajes que aparecen son responsables, porque si pudiésemos alterar cualquiera de sus comportamientos el atropello no se hubiese producido (en ese momento claro, lo que sucedería después de cualquier cambio es impredecible).

[Como curiosidad relacionada decir que, en el ámbito de la justicia, existe una figura que encaja con lo que planteo a la que se denomina “colaborador necesario”, es decir, alguien cuya intervención resulta imprescindible para que el hecho haya tenido lugar.]

¿Y te das cuenta de que ésto está sucediendo constantemente y en todas partes?

Impresiona solo pensarlo.

Intento resumir toda esta paranoia argu-mental en una frase:

Me la invento más tarde.

Estaba de broma.

Es algo como:

La seguridad no existe, la vida es incierta e impredecible y nuestra influencia sobre lo que acontece es mínima.

La Causalidad, El Elogio Y El Reproche

Resulta bastante frecuente atribuir méritos (o deméritos) de cosas que nos pasan, a personas que tan solo forman parte de una innumerable cadena de acontecimientos que han sido necesarios para que se produzca ese resultado que le atribuimos.

Y para ilustrar esta afirmación se me ocurre un ejemplo relacionado con el hecho de que escribo en un blog (y participo de otros), y que denota el cómo obviamos el poder de la causalidad.

Te hablo de por ejemplo cuando alguien lee un libro, un artículo, o lo que sea, y agradece a su autor el haberlo escrito argumentando que le ha cambiado la vida, atribuyéndole el mérito de ese punto de inflexión existencial.

Si lo analizamos un poco esa exclusiva atribución resulta bastante absurda, porque deberíamos tener en cuenta factores como:

         Todas las circunstancias que se han tenido que producir para que el autor termine creando y publicando el texto.

         Todas las circunstancias que se han tenido que producir para que ese texto llegue al lector.

         Todo el equipaje en forma de conocimientos y experiencias que carga la persona, y que le ha permitido interpretar la lectura con ese resultado.

Y puedes argumentar que si el autor no hubiese escrito el texto, no habría cambio existencial porque la persona no habría podido leerlo.

Bien por ti en cuanto a que es cierto que no habría podido leer ese texto, ya que no existiría, sin embargo eso no implica en absoluto que no pudiera producirse el mismo efecto en base a otras circunstancias.

Te lo digo de otra forma.

Estoy seguro de que ese texto ha llegado a muchas personas a las que no les ha cambiado la vida, porque no lo han entendido, porque no están de acuerdo, porque les resbala, o por lo que sea.

El mensaje es el mismo para todos sin embargo produce efectos diferentes en cada persona ¿dónde reside entonces esa diferencia?

Lo que trato de decirte es que lo que verdaderamente ha posibilitado el cambio no ha sido ni el texto, ni quién ha escrito el texto, sino la predisposición de quién lo ha leído, lo único sobre lo que todos podemos ejercer una verdadera influencia.

Partiendo de esta perspectiva, lo primero es atribuirnos a nosotros mismos la responsabilidad (en este caso mérito) de nuestros comportamientos (en este caso logros).

Por supuesto que agradecer a los demás es algo muy positivo, y sin duda repercute en nuestro propio beneficio (soy todo ojos y oídos), pero empezar por valorarnos a nosotros es la base para poder hacerlo con los demás, y por descontado lo que más va a aportarnos.

Cuantas veces hemos pensado ante algo que ya ha sucedido: “es que si no hubiera hecho eso” o “es que si hubiera hecho lo otro”, cuando la realidad es que no tenemos ni idea de lo que hubiera podido pasar a partir del momento en que hubiésemos cambiado nuestras decisiones.

Cuantas veces hemos atribuido méritos a otros, o incluso les hemos idolatrado, cuando nosotros somos los principales responsables de todos nuestros logros.

Y no me estoy refiriendo a que solamente nos atribuyamos méritos sin hacernos responsables de los errores que podamos cometer (poniendo como excusa la causalidad), sino más bien de todo lo contrario.

Te estoy hablando de aceptar la realidad y nuestras limitaciones en cuanto a lo que podemos influir en ella, SÍ, pero también de aceptar nuestras capacidades y el gran poder de influencia que tenemos sobre nuestros comportamientos y actitudes.

No podemos predecir ni controlar las circunstancias externas, y nuestra influencia sobre ellas es mínima, sin embargo sí que podemos predecir e influir en nuestras circunstancias internas, en nuestro mundo interior, siendo conscientes de lo que sucede, de cómo sucede y de para qué sucede.

Los aspectos negativos los dejo para otro día, hoy quédate con este mensaje:

Si quieres reprocharte algo, que sea el elogiarte poco.

– – – – –

Y con toda esta disertación no pretendo desentrañar los misterios de la realidad, el funcionamiento del mundo, o despejar toda duda sobre cómo funciona la mente humana, sería un poco osado por mi parte, aunque tengo que decirte que suelo osar muy bien y con frecuencia.

Y también es cierto que podría seguir profundizando y matizando sobre este tema, pero es que no quiero trastornarme (aún más si cabe), y acabar siendo la causa de algún efecto a priori no deseado (la leche como estoy ya).

Lo que realmente pretendo con este artículo es estimularte donde más te gusta y eso, querido lector/a, lo decides tú, aunque el hecho de que estés leyendo este texto lo haya decidido la causalidad.

¿Eres consciente de ello?

El artículo Esclavos De La Causalidad ha sido publicado por Juan en aprendizajeyvida.com.

Donde el Corazón me lleve, y la Razón me deje

0
0

Dicen que las grandes oportunidades solo se presentan una vez en la vida y que, si las dejas pasar, nunca regresan. Yo soy de los que piensa que una situación siempre volverá para darte la oportunidad de demostrar si has aprendido la lección.

Cementerio de Agramonte

[Cementerio de Agramonte, Oporto (Portugal)]

Son las cuatro de la madrugada de una calurosa noche de finales de julio en Oporto. Sentado en la acera de una de las calles donde se concentra la marcha nocturna de la ciudad, bebo los últimos sorbos de una cerveza Super Bock mientras contemplo como se desenvuelve la gente a mi alrededor.

Mi cuerpo, cansado, me envía claras señales de agotamiento, mientras mi mente, ajena a la realidad presente, retrocede en el tiempo trasladándome a otro momento y a otro lugar…

El día está gris, y el cielo encapotado deja escapar de vez en cuando una fina lluvia que aterriza con suavidad y una leve sensación de cosquilleo en mi cara.

Después de caminar unos cuatro kilómetros por fin he llegado a la entrada del cementerio formada por una gran puerta de doble hoja y, dispuesto a escrutar sus misterios, la atravieso con calma y lleno de curiosidad adentrándome en el recinto.

La muerte no me es ajena ni algo que sienta lejos, sino algo que tengo siempre presente porque me ha rondado cerca, algo que necesito comprender y aceptar.

Comienzo a recorrer los largos pasillos observando las peculiaridades de cada tumba, sus distintas formas y tamaños, su distribución, las diferentes inscripciones con los nombres y fechas de los fallecidos, los recordatorios de sus seres queridos en forma de flores, velas y epitafios, e inevitablemente acuden a mi recuerdo las tumbas de los soldados alemanes enterrados en el cementerio de La Cambe (Francia) fallecidos durante la segunda guerra mundial, dónde en una figura con la forma de un corazón negro y medio cuerpo de ángel blanco puede leerse:

Las personas que amamos permanecen para siempre en nuestros corazones”

Cementerio de La Cambe

Al cabo de un rato, y en torno a una de las lápidas, me encuentro con un grupo de personas que reza a modo de despedida, de buenaventura, o quizá como esperanza de un futuro reencuentro con el fallecido.

En otra tumba cercana una señora de avanzada edad se dedica a limpiar la piedra con esmero, mientras a su lado un hombre repone las flores marchitas por el paso del tiempo.

Un poco más allá, en medio de todo y rodeada de nada, una chica solitaria permanece sentada en el frío mármol, esperando tal vez encontrar consuelo aferrándose a lo que ya se ha ido.

Permanezco un rato observándola, y mientras lo hago siento el impulso de acercarme y de hablarle, de acompañarla, pero mi mente no entiende de impulsos y consigue que me vaya, imponiéndose con el argumento de que hacer eso no sería lo correcto

Cementerio de Agramonte

Continúo paseando a disgusto y contrariado, planteándome por qué sentir y pensar se encuentran a veces tan separados, y por qué ese enfrentamiento se revela haciéndome sentir como si algo se retorciera con virulencia en mis tripas.

Absorto en mis conflictos prosigo el recorrido entre muertos ajenos y sentimientos cercanos, con la rebeldía creciendo en mi interior a cada paso, poderosa, hasta que me detengo de repente, respiro profundamente, y resoplo apretando los dientes al tiempo que pienso: ¡se acabó!

Me doy la vuelta y regreso con pasos rápidos y decididos en su busca, pero cuando llego al lugar ella ya no está.

Frustrado, me acerco hasta la tumba donde se encontraba y observo las inscripciones de las lápidas con los nombres de los fallecidos, dejándome caer donde ella permanecía sentada mientras me embarga una creciente sensación de angustia y soledad.

Paso el resto del día reprochándome a ratos lo sucedido, y la incomodidad se va diluyendo poco a poco con el paso del tiempo, pero yo soy de los que piensa que una situación siempre regresa para darte la oportunidad de demostrar si has aprendido la lección.

Cuatro días más tarde, mientras camino por el paseo del Tajo en Lisboa escuchando una de mis canciones preferidas , la situación se presenta…

Paseo del Tajo en Lisboa

Pero alguien grita demasiado cerca de mi oreja, y entonces me doy cuenta de que la cerveza está ya vacía y mi culo bastante frío y dolorido, por lo que me levanto del suelo y comienzo a caminar con la esperanza de ir…

Donde el corazón me lleve,

y la razón me deje.

El artículo Donde el Corazón me lleve, y la Razón me deje ha sido publicado por Juan en aprendizajeyvida.com.

Persigue Lo Que Quieres, Valora Lo Que Tienes

0
0

Persigue lo que quieres, valora lo que tienes es una frase que representa en buena medida la filosofía de este blog, y con este artículo pretendo explicarte por qué y cuales son los significados que encierra para mí. Adelante, estás en tu casa.

En barca por el río

[Apuntando al templo Wat Arun desde el río Chao Phraya en Bangkok]

No, no puedes tenerlo todo es el sugerente título con el que el bloguero Mark Manson encabeza uno de sus últimos e inspiradores artículos, donde habla de la imposibilidad de tenerlo todo, de la necesidad de elegir para poder ganar, y también para perder, y del coste de oportunidad que conllevan todas nuestras acciones.

Y ha sido precisamente ese artículo el que me ha servido de estímulo para encontrar la motivación necesaria para volver a escribir, después de más de un mes de sequía rebanándome los sesos, tan exprimido quedé tras mi última publicación.

Un blog es una herramienta magnífica para expresar nuestros pensamientos y plasmar nuestra filosofía de vida compartiéndola con el mundo, y es muy habitual escoger una frase representativa con la que darle una orientación que sirva de pista e inspiración para nuestros posibles lectores (y para Google 🙂 ).

En mi caso persigue lo quieres, valora lo que tienes es una de las que más me gusta, y además me he dado cuenta de que he hecho unas cuantas referencias en publicaciones anteriores a dicha frase, pero nunca me he dedicado en profundidad a explicar qué es lo que significa, y qué es lo que implica para mí esta supuesta filosofía, por lo que aquí me tienes, a punto de poner remedio a tan tremenda desfachatez.

Acabamos … de empezar.

Persigue Lo Que Quieres

Como dice Mark en su artículo, no podemos tenerlo todo, porque cualquier acción que escojamos realizar tiene unos costes de oportunidad, es decir, supone que al elegir hacer una cosa estamos perdiendo la oportunidad de hacer otras.

No podemos tenerlo todo, ni tampoco podemos hacerlo todo, ya que solo tenemos un cuerpo y una presencia (por ahora), por lo que debemos elegir dónde estar y qué hacer, y asumir las consecuencias de esas elecciones.

En las sociedades modernas la insatisfacción se ha convertido en una fiel compañera del ser humano, y no solo por no estar haciendo lo que nos gustaría en cada momento, sino también por el exceso de oportunidades de que gozamos que nos conduce hacia el inconformismo y el ansia de poder, hacia la envidia y la avaricia.

Está muy bien no conformarnos con lo que tenemos y perseguir nuestros ideales, pero eso ha de estar asentado en valores firmes y sanos como lo son el respeto y la contribución, por desgracia, esto está siendo más excepción que regla.

Por otro lado (o por el mismo), perseguir lo que queremos parte de la premisa de que sabemos de qué se trata, y eso es muchas veces lo más difícil de definir.

Cuando por ejemplo te hablaba de cómo encontrar un trabajo satisfactorio ¿cómo sabemos que trabajo es? (deberías leer el artículo si quieres averiguarlo 😉 ).

Nuestra vida está plagada de elecciones que nos llevan en una u otra dirección, y cada una de ellas debería suponer un aprendizaje para ir afinando progresivamente la búsqueda de nuestros objetivos, pero en realidad no es tan sencillo, en realidad es jodidamente complicado.

Suele suceder que empezamos por perseguir un objetivo, un ideal, un sueño, o lo que prefieras, y somos muy felices mientras la ilusión por alcanzarlo nos ilumina cada día, pero sin embargo una vez que lo hemos conseguido, esa ilusión empieza a difuminarse poco a poco con el tiempo hasta desaparecer, porque una vez lo alcanzamos o bien deja de llenarnos, o bien dejamos de valorarlo.

Uno sabe lo que quiere hasta que lo consigue, después sencillamente quiere otra cosa.

Va a ser que no… que no somos felices.

Las estanterías de la sección de autoayuda de cualquier librería de centro comercial están a rebosar de guías sobre cómo mejorar nuestras vidas, por algo será.

Estantería con libros de autoayuda

Como yo mismo argumento en un estupendo artículo de mi amiga Alicia González, la felicidad es un estado, una forma de ser, una actitud, y por eso creo que no se encuentra en ningún objetivo, suceso o posesión, sino en la forma con la que enfrentamos todas esas circunstancias, y por eso mismo no depende de lo que somos, hacemos o tenemos, sino de lo que pensamos y creemos acerca de lo que somos, hacemos y tenemos.

Según expone en su libro El viaje a la felicidad el conocido divulgador científico Eduardo Punset, la felicidad se encuentra en la sala de espera, es decir, somos mucho más felices mientras perseguimos aquello que nos ilusiona que después, una vez que lo hemos alcanzado.

Esto se refleja muy bien en algo tan cotidiano como son los regalos o las compras de algo que queremos tener, e incluso también en las relaciones personales. La expectativa y la ilusión son enormes cuando estamos esperando o buscamos algo deseado, y sin embargo esa felicidad se diluye con rapidez, como la miel en la boca, cuando ya poseemos esos objetos o alcanzamos esos anhelos, y nos acostumbramos a ellos dejando de valorarlos.

Esta actitud se puede extrapolar a cualquier ámbito de nuestras vidas e incluso, como expongo en mi artículo sobre practicar la gratitud, al mismo hecho de vivir ya que, si esperamos despertar cada mañana, es poco probable que nos sintamos agradecidos por estar vivos.

¿Y hacia dónde nos conduce todo esto Juan?

Pues aunque el tema te puede resultar como mínimo ligeramente abstracto, casi tanto como el cuadro pintado por un chimpancé que fue admirado en el museo Guggenheim de Bilbao (y cuyo puñetero enlace no he conseguido encontrar), espero poder darle un rumbo mínimamente coherente con el siguiente punto (sí, ya lo sé, soy un cachondo).

Valora Lo Que Tienes

Estoy de acuerdo con Punset en que, cuando queremos algo, somos más felices mientras estamos en la sala de espera, cuando todavía no hemos alcanzado eso que deseamos, pero también es muy posible que la respuesta a nuestra insatisfacción permanente, a nuestro no ser felices, no se encuentre en el conseguir, o en el hacer y tener más, sino en el hacer y el tener menos, en la simplicidad, en el valorar lo presente, en el dejar de desear más y más.

O por qué no, puede que el secreto de la felicidad esté en encontrar el punto de equilibrio entre el persigue lo que quieres y el valora lo que tienes. 

Muchas de las decisiones clave de nuestras vidas giran en torno a esta cuestión, lo cual me suscita un par de preguntas:

¿Qué es lo que perseguimos?

¿Qué es lo que valoramos?

Y cuyas respuestas me conducen a una tercera incógnita:

¿A qué estamos dispuestos a renunciar?

Porque no… no podemos tener todo.

Y no… no podemos hacer todo.

Debemos escoger, y para ello tenemos que decidir a qué queremos renunciar, siendo en este punto donde entra en juego el valor que le damos a las cosas, a todo aquello que es importante para nosotros pero que muchas veces obviamos, comportándonos como auténticos estúpidos dejándonos llevar por nuestra naturaleza egocéntrica e insatisfecha.

Nos gusta pensar en que la vida ha de tener un propósito que nos llene y nos realice, y lo buscamos y lo perseguimos, nos empeñamos en encontrarle un sentido que nos alivie la carga de creer que no estamos aquí por ninguna razón en especial más que vivir.

Y cuando no encontramos ese propósito, cuando no encontramos ese sentido, nos asalta el vacío y la insatisfacción, renunciando con ello al momento presente, al aquí y ahora, desvalorizando y despreciando de esta forma la vida.

No se trata de no querer nada o de no perseguir nada, se trata de querer y perseguir aquello que nos merece la pena, aquello que de verdad tiene valor para nosotros y sobretodo, se trata de no olvidarlo.

Tú decides lo que es.

Y para conseguirlo hemos de empezar por valorar el simple hecho de estar vivos, agradeciéndolo y disfrutándolo desde ya… y para siempre.

¿Alguna pista?

En este artículo te doy siete, pero si tuviese que escoger yo me quedaría con:

CONEXIÓN Y PRESENCIA

Conexión con la vida, con las cosas y las personas, con todo lo que nos rodea.

Y presencia en cuanto a estar aquí y ahora, a vivir el momento con la mayor intensidad posible.

Porque estar muy presentes nos ayuda a clarificar qué es eso tan valioso que nos llena y nos hace felices, y por supuesto, nos estimula a disfrutarlo como lo único que existe.

Siempre es ahora ¿no te parece?

Somos nosotros, desde nuestro ego, quienes lo complicamos y lo hacemos difícil, cuando la realidad es que es muy sencillo:

Coge aire,

Respira profundamente,

Abre los ojos,

Da las gracias,

Y elige Vivir.

El artículo Persigue Lo Que Quieres, Valora Lo Que Tienes ha sido publicado por Juan en aprendizajeyvida.com.

El Fracaso Del Éxito

0
0

No por mucho madrugar amanece más temprano, dicen por ahí. No por mucho dejarnos guiar por las mieles del éxito encontraremos la plenitud, digo por aquí. El éxito sólo es tal si sabes en qué consiste, y el por qué y el para qué lo persigues, de lo contrario lo único que conseguirás es toparte con el fracaso del éxito.

En el cabo Finisterre

[Recorriendo el camino hacia el fin del mundo en el Cabo Finisterre (España)]

El éxito es como la perla protegida por la concha de un molusco que, después de haberse introducido un cuerpo extraño y capa a capa, ha tardado años en formarse y estar lista para ser recogida.

Nos dicen qué es y dónde se encuentra, cómo hemos de perseguirlo, las cualidades que hemos de atesorar para llegar hasta él, y hasta cómo nos sentiremos una vez lo hayamos alcanzado.

Pero empecemos por preguntarnos…

¿Se trata de un estado?

¿De un propósito?

¿De un premio?

¿De algo único y específico?

En realidad estamos hablando de un concepto altamente subjetivo, como también lo es el de fracaso, aunque en la sociedad exista una idea generalizada de lo que significa tener éxito en la vida, y que va asociada con ganar y con obtener reconocimiento, pero resulta que, a pequeña escala y en nuestro día a día, ganar puede ser cualquier cosa, dependiendo de la perspectiva que apliquemos.

Para una persona ganar puede ser coronar una montaña de ocho mil metros sin oxígeno, y para otra que nunca ha escalado, sencillamente subir una de dos mil de la mejor forma que pueda.

Un aumento de sueldo o ascender en el puesto de trabajo, puede significar un gran triunfo, como también puede serlo mandar a la mierda el empleo que se tenga.

Ganar también puede ser decir te quiero, o no te quiero, decir te amo, o te odio, vencer un miedo o una fobia, e incluso rendirse.

Pero como pasa con la felicidad, donde lo más importante es descubrir qué es lo que nos hace felices para así poder perseguirlo y potenciarlo, en cuanto al éxito también deberíamos empezar por definir qué es lo que lo que significa para nosotros, el por qué lo buscamos y el para qué lo necesitamos.

Según Winston Churchill…

Éxito es aprender a ir de fracaso en fracaso sin desesperarse.

El Fracaso Del Éxito

La sociedad actual nos condiciona a pensar que tener éxito consiste en obtener un alto reconocimiento en base a alcanzar el mayor poder e influencia posibles, generalmente en el ámbito económico, porque hoy en día, nos guste más o menos, el dinero es poder.

De esta forma las personas exitosas suelen estar muy reconocidas y convertirse en referencia para muchos, en alguien a quién nos gustaría parecernos, porque ya desde muy pequeños nos enseñan que la vida nos irá mejor si siempre ganamos, y si somos los mejores en todo aquello que nos propongamos.

Nos garantizan que teniendo éxito obtendremos no solo reconocimiento, sino también poder, fama, influencia, aplausos, elogios, palmaditas en la espalda, admiración, idolatría…, toda la colección de golosinas que a nuestro insaciable ego le gusta consumir con regularidad.

Nos dicen incluso que en el éxito está la llave de la plenitud, y la respuesta a todas nuestras inquietudes y carencias. Lamentablemente en muchas ocasiones esto se queda en promesas y falsas expectativas, y no solo eso, sino que a veces el supuesto éxito acaba por desembocar de muy diversas formas en trágicos desenlaces.

Es muy frecuente que, en nuestro afán por alcanzar y disfrutar de todo lo que nos promete el éxito, nos olvidemos de algo muy importante: el camino que estamos recorriendo.

Pensamos tanto en llegar a la ansiada meta y nos volvemos tan ciegos, que nos olvidamos de mirar alrededor y de disfrutar de lo que tenemos delante.

Tenemos mucha sed de éxito pero éste es tan solo un espejismo, un oasis floreciente que promete un gozo dulce pero que, una vez alcanzado, se desvanece ante el implacable ¿y ahora qué?, revelando el comienzo de una nueva y dura travesía a través del desierto de nuestro vacío, que además deberemos empezar en soledad, porque hemos dejado de lado a la compañía.

Campo de vides secas

Solemos pensar que fracasar es de perdedores, pero esto no es más que una consecuencia del condicionamiento al que estamos sometidos para perseguir sin descanso el triunfo.

Tenemos miedo de fracasar porque pensamos que nos puede alejar de la tan ansiada meta del éxito, que el fracaso nos convertirá en personas marginadas y frustradas por no estar a la altura de lo que los demás esperan de nosotros, pero en realidad, en el hecho de perseguir el éxito desde esta perspectiva, es dónde reside el verdadero fracaso.

Cometemos un error dejándonos llevar por estos condicionamientos que nos empujan a buscar fuera todo aquello que no sabemos encontrar dentro, condicionamientos que nos llevan a creer que sólo triunfar llegando a lo más alto nos proporcionará el amor, admiración y respeto que deseamos y que, de esta forma, se terminarán todas nuestras preocupaciones y problemas, cuando en realidad se trata de virtudes que están a nuestra disposición ahora mismo y en cualquier lugar.

En palabras del poeta y artista C.C. Cortéz…

Se alcanza el éxito convirtiendo cada paso en una meta y cada meta en un paso.

El Verdadero Éxito

Lo más importante para construir un futuro provechoso es empezar por liberarnos de los condicionamientos que nos atenazan, y desde esta nueva perspectiva redefinir y tener claro lo que significa el éxito para nosotros.

Yo diría que…

Éxito es la satisfacción de saber que estamos haciendo todo lo que podemos para llegar a ser nuestra mejor versión.

No se trata de algo tangible que podamos poseer, ni tampoco de algo que esté escrito o establecido, sino de una manera de actuar y de comportarnos que nos acerca a esa persona que queremos ser.

Y además esa persona no es, ni más ni menos, que la que nos hace sentir plenos y felices.

Y en este sentido, el único fracaso radica en rechazar que podemos (y solemos) equivocarnos, y en no aceptar y aprender de nuestros errores.

Los fallos nos hacen humildes y nos ofrecen una nueva perspectiva, y al igual que no hay luz sin oscuridad, no hay acierto sin error.

Errores que nos permiten disfrutar en mayor medida de los aciertos, haciéndolos mucho más valiosos, y que nos ayudan a superarnos y a crecer manteniéndonos alejados de la soberbia y la idealización, permitiéndonos disfrutar de la vida y evolucionar de una manera sana intentando aprovechar todas nuestras capacidades, que son muchas, aunque haya ocasiones en que éstas jueguen en nuestra contra.

Y será de esta forma, aceptando el fracaso y permitiéndonos equivocarnos, que sanaremos nuestras heridas en cuanto a la autoaceptación, que ganaremos en autoestima, y que nos desprenderemos del pesado lastre que suponen las opiniones (imposiciones) de los demás.

Siendo libres para ser quienes verdaderamente somos, y para seguir nuestro propio camino en la vida.

Acueducto de Segovia bajo el sol

Para alcanzar este tipo de éxito, debemos empezar por liberarnos de todo aquello que nos induzca a pensar que nuestra felicidad depende de alcanzar objetivos externos como la fama, el reconocimiento, el estatus social o el poder económico.

Guiarnos por ello puede conseguir que nos volvamos locos y soberbios perdiéndonos por el camino, olvidándonos de nosotros mismos y del ahora, que incluye cosas esenciales de la vida como la salud, el descanso, la diversión y las personas.

Ni somos lo que conseguimos, ni valemos lo que tenemos.

El verdadero éxito está en cultivar una actitud que nos haga sentirnos plenos y felices, y en hacer todo lo que sea que hagamos respetando nuestros valores fundamentales, dando de esta forma lo mejor que tengamos para nuestro beneficio y el de los demás, y teniendo siempre presente que nos vamos a equivocar, sin que esto nos haga mejores o peores, sino que nos ayude a recordar aquella frase que dice:

A veces se gana…

… y a veces se aprende.

 

El artículo El Fracaso Del Éxito ha sido publicado por Juan en aprendizajeyvida.com.


Postureo A Discreción, La Irrealidad Social

0
0

El postureo, esa actitud tan de moda en la que siempre nos mostramos guay del paraguay, haciendo cosas supermegachulas, y siendo felices comiendo perdices, acabará por devorar nuestra realidad convirtiendo nuestras relaciones en los mundos de yupi. ¿Que no te lo crees? Pues sigue leyendo…

Cuadro volteado

En la imagen puedes ver un pequeño experimento que he estado haciendo en mi cocina en los últimos días.

No hace mucho, en una de mis habituales ralladuras mentales, reflexioné sobre por qué la mente humana (mi mente) es tan esquemática y necesita de un orden, y por qué ese orden ha de ser concreto y tener un solo camino. Es por eso que decidí voltear el cuadro que ves en la foto, y observar cuanto tardaba mi mente en acostumbrarse al “desorden”, así como también saber cuales eran las reacciones de las personas que lo vieran.

Durante los primeros días, cada vez que entraba en la cocina, mi vista se clavaba como un resorte en el cuadro, sintiéndome incómodo al verlo en esa posición, y las reacciones de las personas que lo vieron también fueron de sorpresa y extrañeza, con comentarios del tipo: ¡que se te va a caer el cuadro!, ¿esto está mal no?, ¡parece que se te ha ido la mano con el martillo!

En realidad no se me fue la mano ¡se me fue la cabeza! 🙂

Lo cierto es que llevo ya más de 10 días con el cuadro en esa posición y, aunque ya me he acostumbrado a verlo volteado, todavía me sigo fijando mucho más en él de lo que era habitual, pero me gusta la sensación por lo que, por ahora, así se va a quedar.

Como le dije a alguien que manifestó que no le gustaba: “cuando estaba horizontal ni siquiera te habías fijado en él, sin embargo ahora es lo primero que has visto, así es que… ¿te gusta el cuadro de mi cocina? “.

¿Y todo esto a qué viene señorito?

Siendo el tema de hoy el postureo, más que venir… va, pero como me apetecía contarte la paranoia, pues ya puestos voy a montarme alguna conexión paranoia-cuadro-postureo ¡porque yo lo valgo!

Podríamos convenir en que mi paranoia y el postureo parten del mismo principio: concentrar la atención sobre algo que nos interesa destacar (y por supuesto ambas tienen que ver con la palabra “postura”). Algo que por cierto, también se aplica en el ámbito de los blogs ya que, si quieres destacar entre la marabunta internáutica, has de buscar la diferencia, es decir, una identidad propia que consiga atraer la atención del mayor número de lectores posible, para luego poder seducirlos con aportes valiosos que les ayuden a solucionar sus problemas o satisfacer sus necesidades.

Y ya que estamos:

¿Qué es lo que más te gusta de mi blog? 

(Presuponiendo que te gusta claro)

[Dame buenas pistas que yo pago el café 🙂 ]

Pero vamos a centrarnos en el asunto del postureo

¿Postureo a Discreción?

Quién conozca la disciplina militar sabrá que, a la hora de desfilar, en las formaciones se adoptan una serie de posiciones predeterminadas. Una de ellas es la de “descanso”, que consiste en adoptar una posición relajada pero fija, en la que uno no puede moverse ni hablar. Pero yendo un paso más allá, existe la posición de “descanso a discreción” en la que, sin desplazarse del lugar que se ocupa en la formación, uno puede moverse e incluso hablar con los demás “formadores”.

Y es por esto que se me ha ocurrido calificar como postureo a discreción la situación generalizada de postureo a diestro y siniestro que vivimos actualmente, sobretodo en el mundillo virtual.

Cuando hablo de postureo me refiero a esa actitud de las personas que demanda la atención permanente de los demás, en base a destacar (o a inventar) ciertas facetas de nuestras vidas que nos satisfacen, y a obviar todas las demás.

No intentes huir porque no podrás esconderte ya que está por todas partes y, como pasa si te enfrentas con un oso, escapando es cuando te devorará, principalmente porque corre más deprisa que tú 🙂 .

De fiesta y postureo

[Postureando ando (y haciendo publicidad 🙂 )]

El postureo ha existido siempre solo que ahora, con los medios que nos proporciona la tecnología moderna e internet (a través sobretodo de las redes sociales, y mediante el uso de móviles, tabletas, portátiles…etc), ha adquirido una mayor visibilidad y relevancia, y se está convirtiendo en omnipresente.

Buscamos lucirnos porque nos encanta hacerlo, y la atención y el reconocimiento nos satisfacen porque en mayor o menor medida las necesitamos, siendo la recompensa que perseguimos mediante el postureo.

Destacar las facetas “happy” de nuestras vidas construyéndonos un mundo ideal a medida, es decir, posturear, está de moda, y además engancha porque la tecnología actual nos lo pone súmamente fácil.

Con página en Facebook, libros que lo analizan, y mencionado más de 1500 veces por semana en Twitter como etiqueta, el #postureo remarca el instinto del ser humano por presumir de las virtudes, aunque haya que inventarlas o fingirlas, nada importa con tal de hacer ver a los demás lo “guays” que somos.

Y aunque resulta difícil escapar de la corriente de los “me gusta”, “favorito”, o “+1” al pie de una foto o de un comentario, algunas veces puede ser precisamente esa corriente (y cuanto más fuerte mejor) la que proporcione una mayor motivación para salirse de su empuje.

Recuerdo no hace mucho, en uno de esos días en que estaba hasta la entrepierna del bombardeo de manifestaciones idílicas que me acosaban por todas partes,  el comentario que hice en Facebook al respecto acerca de cómo todo eso me hacía sentir (en ese momento, que no siempre).

[No te cortes en preguntar cómo se insertan de una manera tan molona las publicaciones de Facebook en un blog 😉 ]

Pero incluso esta actitud (mi actitud) no deja también de tener que ver con el postureo, porque en el fondo también se trataba de satisfacer la necesidad de destacar, de buscar relevancia, y de reclamar atención, aunque eso sí, la diferencia radica en que fui honesto, porque no lo fingía en absoluto, y además tampoco era algo realmente “happy” ¿no crees?

El postureo también aparece en cierta forma cuando no eres feliz viendo ese magnífico atardecer en el lugar que sea si no le sacas una foto y la compartes al momento, o cuando no sabes disfrutar de una fiesta con tus amigos porque necesitas que todo el mundo sepa que estás disfrutando de una fiesta con tus amigos.

El postureo es la dependencia del reconocimiento inmediato, y es una esclavitud del carajo.

Lo peligroso de todo esto es que estamos buscando esa recompensa inmediata (atención, reconocimiento, adulación) porque tenemos una necesidad, y cuanto mayor sea la recompensa que encontremos mayor será la necesidad, y con más frecuencia buscaremos la recompensa, creando así una total dependencia y sumergiéndonos en una especie de bucle que se realimenta a sí mismo.

El ansia constante por agradar, destacar y ser reconocido, tiene como base la baja autoestima y la inseguridad, y si además buscamos todo esto desde la falsedad y el autoengaño, lo que obtendremos a la larga es frustración y más inseguridad, agravándose así nuestra situación.

Dando de comer con frecuencia al postureo, también aparecerán los rencores, odios y envidias hacia quién pensamos que tiene una vida mucho mejor que la nuestra, hacia quién creemos que consigue todo lo que se propone porque es más listo, hacia quién nos parece que es más feliz haciéndonos a nosotros, por comparación, más desgraciados.

Te dejo un magnífico vídeo que lo expresa a la perfección.

Nos estamos convirtiendo en personajes que buscan demostrar constantemente que saben más, que leen más, que entienden más de música, de cine, de arte, o de sexo. En auténticos idiotas prepotentes que joden sus relaciones convirtiéndolas en una competición para demostrar quién es más estúpido inteligente, olvidándonos de que lo verdaderamente valioso está en abrirnos a lo mucho que otros pueden enseñarnos, y a reconocer lo mucho que nos queda por aprender.

Yo defiendo que tenemos derecho a sentirnos como nos de la gana, a expresarlo y a compartirlo si así lo deseamos, pero sin dependencias ni obsesiones insanas, y siempre desde la apertura y la honestidad.

Porque la vida es un arco iris que incluye el negro y solamente siendo auténticos, sin inventos ni fingimientos que nos perjudican creando una sociedad cínica, será la forma en que podamos evitar la “profecía” del poeta ruso Yevgeny Yevtushenko que decía:

“Y llegará un día en que nuestros hijos, llenos de vergüenza, recordarán estos días extraños en los que la honestidad más simple era calificada de coraje.”

El artículo Postureo A Discreción, La Irrealidad Social ha sido publicado por Juan en aprendizajeyvida.com.

Cuando La Realidad Supera Al Corazón

0
0

Solemos decir que la realidad supera a la ficción cuando presenciamos una situación que nos recuerda lo impactante que puede resultar la vida, sin embargo, cuando se trata de circunstancias emocionalmente dolorosas y crueles, a mí me gusta mucho más decir que la realidad supera al corazón.

Sentada en soledad

 [Una chica solitaria en un mirador de Palawan Island, Singapur]

Llevo una temporadita ciertamente espeso en cuanto a ganas de escribir e inspiración se refiere, lo que supone que primero, no me apetece demasiado hacerlo, y segundo, cuando me fuerzo a intentarlo no sale nada, digamos, glorioso.

Pero como estas son circunstancias recurrentes en el blogoficio, y además estoy seguro de que van a seguir presentándose, creo que me vendrá muy bien el entrenamiento en el arte de enfrentarlas, por lo que aquí me tienes, al pie del cañón (entiéndase teclado), esforzándome para que no me despidan, digooo… para no mandar todo a la mierda.

Una de las estrategias que mejor me funciona a la hora de escribir cuando la inspiración se ha ido al caribe a bailar salsa (por lo que tardará en volver), es hacerlo sobre las propias experiencias, y aunque creas que lo que haces o te pasa no interesará ni aportará nada a nadie, te equivocas, te aseguro que hay mucha gente deseando saber cuantas veces practicas sexo y te masturbas por semana ¿a que sí?

Y además de decir muchas chorradas por párrafo cuadrado, de vez en cuando también me gusta experimentar reventando el paradigma, por lo que aquí va una de mis experiencias de la semana, seria y con mensaje por supuesto, y que, además de romper el tono que llevo hasta el momento, lo mismo hasta te sirve de algo.

Cierra los Ojos y Escucha

En la cafeteríaLa mañana de domingo es fresca que no fría, y camino buscando una cafetería en el centro que me han recomendado por su ambiente, calidez y buen café. Las puertas automáticas se abren y enseguida hago un barrido visual para localizar una mesa libre e interesante. Me acerco a la barra, saludo amablemente, pido un café con leche grande, cojo un periódico del día y voy a sentarme, reparando levemente mientras lo hago, en la presencia en la mesa de al lado de una señora de cierta edad que está sentada sola, con un café ya terminado y la mirada fija. Durante un buen rato leo la prensa y degusto mi café, observando entre medias el pulular de la gente, y escuchando fragmentos de sus conversaciones, mientras maldigo el viento que se cuela directamente hacia donde estoy cada vez que se abren las puertas de entrada automáticas, y me pregunto a cada rato por qué mi vecina solitaria permanece tan inmóvil, tan fuera de contexto, tan aislada. Varias veces me siento tentado de hablarle, de acompañarla y acompañarme, trayéndola de vuelta al presente y dándole motivos para quedarse pero, como en tantas otras situaciones, no lo hago. Al cabo de un tiempo por fin ella se mueve, girándose hacia su izquierda para recoger un objeto del suelo, se pone en pie con cierta dificultad, y se encamina hacia la puerta para salir al exterior y enfrentar un nuevo día, escrutando el espacio al frente con su bastón de ciego.

La Semana del Corazón Partío

Lo siguiente es contarte que he visto un documental de la serie “La noche temática” titulado corazones rotos, en el que se plantea que el corazón, además de ser un órgano de vital importancia (porque ya sabes que si se detiene palmas), también alberga una red neuronal propia que lo dota de cierta capacidad autónoma, y que podría darle una importante influencia en el procesamiento de las emociones.

Todo ello en contra de lo que dice la ciencia médica moderna, que sitúa al cerebro como el centro del procesamiento emocional, desmitificando la tradicional visión romántica del corazón, y quitándole el papel protagonista en cuanto a sentimientos se refiere.

El documental habla también del síndrome del corazón roto, que va asociado a lo que Alejandrito Sanz llamó “el corazón partío”, y que incluso puede llegar a causar la muerte.

Se trata de un tipo de infarto de miocardio provocado por un intenso bombardeo de las hormonas del estrés, relacionado con una situación emocional especialmente intensa, que puede ser desde un fuerte disgusto como por ejemplo la muerte de un ser querido, o una ruptura amorosa, a un gran susto, como por ejemplo soñar que te cortan el pene.

También he visto por segunda vez la magnífica película Her (que te recomiendo en versión original, porque te aseguro que la Johansson resulta todavía más sensual si solamente la escuchas), en la que el mundo de las relaciones personales y los sentimientos profundísimos envuelven todo el hilo argumental.

Una historia que consigue estrujar como pocas mi ya de por sí atribulado corazoncito, y sumirme en un estado nostálgico notoriamente asqueroso, además de que, las dos veces que la he visto, he acabado derramando acuosidades saladas por el iceberg (entiéndase nariz).

Y aún estando tan ocupado, todavía he tenido tiempo de sexo, drogas, masturbación, fútbol y rock and roll ir al cine a ver… ¿qué estreno?: corazones de acero por supuesto.

Una buena película ambientada en la segunda guerra mundial no apta para estómagos sensibles, que sin duda hace honor al título que he escogido para este artículo, y que me lleva a hablarte de otra de las estrategias que nunca falla para rellenar espacio en una publicación como esta: recurrir a tu blogoteca de artículos inspirados, rescatando alguna historia ya publicada que te haya quedado bien, y que esté relacionada con el tema que estás tratando (aunque esto último no importa demasiado).

Se trata de historias jodidamente reales y meridianamente chungas que he conocido en primera persona, y que espero te puedan ayudar a relativizar cualquier mierdosa situación que puedas estar atravesando.

Vamos con ellas pero sobretodo, no te me rompas, corazón.

Cuando la Realidad Supera al Corazón

En el bosqueSara era una chica de 19 años que estaba pasando unos días con su familia en su localidad de nacimiento. Una noche salió a divertirse con sus amigas por el pueblo y conoció a un chico que le gustaba. Charlaron y disfrutaron hasta que se fue haciendo tarde, momento en el que sus amigas decidieron que ya era hora de irse. Él se ofreció a llevar a Sara a casa si se quedaba y ella, que se sentía muy atraída, decidió confiar y aceptó. Un poco más tarde, cuando iban juntos en el coche, él cogió un desvío y se adentró en un bosque, hacia un lugar donde otros dos chicos aguardaban ocultos. Sara no podía siquiera imaginar lo que le esperaba. Fue golpeada, vejada y violada salvajemente por los tres hombres durante horas y, cuando se cansaron de abusar de ella, la dejaron allí, tirada en el suelo y abandonada a su suerte. Consiguió rehacerse, orientarse, y penosamente regresar a casa, pero desde aquello, Sara nunca ha podido mirar igual a los hijos de los hombres.

Tras la puertaSergio tenía 18 años y atravesaba por muy malos momentos en su vida. Su padre era alcohólico, autoritario y agresivo, y le pegaba con frecuencia tanto a él como a su madre. Una tarde su padre regresó a casa borracho después de derrochar todo su dinero en alcohol y apuestas, reclamando violentamente a su madre más dinero para seguir gastando. Ella se lo negó y entonces él fue a buscar un cuchillo a la cocina dispuesto a sacárselo con sangre. Sergio se interpuso y propinó un puñetazo a su padre en el estómago, lo que le dio el tiempo suficiente para escapar con su madre y encerrarse en una habitación. Su padre les persiguió y, antes de que pudiese llegar la policía que Sergio había avisado por teléfono, consiguió abrir la puerta y apuñalar a su madre en el corazón, lo que le provocó la muerte. El padre de Sergio fue detenido, juzgado y sentenciado a varios años de cárcel, pero Sergio siempre se reprocharía a sí mismo el no haber clavado el cuchillo a su padre y haber acabado con su vida, antes de que éste pudiera matar a su madre, lo cual le condujo hacia una espiral de autodestrucción que le sumergió en una existencia absolutamente miserable y vacía.

Una pesada cargaDaniel era un hombre de 46 años que vivía en una localidad pequeña y aislada, lejos de la poca familia que le quedaba y que no quería saber nada de él. Llevaba una vida dura y sobrevivía gracias a trabajos esporádicos que le iban ofreciendo en el pueblo. Su situación hizo que, poco a poco, su adicción al alcohol fuese en aumento, hasta llegar a ser considerado como un problema por sus vecinos, lo que le convirtió en un paria. Sin saber a quién recurrir y sumido en la desesperanza y el más absoluto abandono, Daniel se encerró en su casa, preparó un tazón de leche, le añadió una bolsa de veneno para ratas, se tumbó en la cama, y se lo bebió. Y siguió así durante horas, tumbado en la cama y bebiendo veneno una y otra vez, hasta que su cuerpo amaneció sin vida. Daniel seguramente no sabía, cuando empezó a beberse el veneno, que eso le aseguraba una lenta agonía, ya que fue destruyéndolo por dentro y tardó mucho tiempo en morir, pero lo que sí sabía era que estaba dispuesto a pasar por cualquier cosa, con tal de no seguir viviendo bajo la pesada losa que suponía la desesperada situación en que se encontraba.

Muerte por abandonoConsuelo vivía sola en una vieja casa de piedra situada en un pequeño pueblo de montaña de unos 300 habitantes, donde no era una excepción que las temperaturas alcanzasen, en una noche fría de invierno, los 20 grados bajo cero. Cumplidos los 56 años había pasado los últimos 28 en compañía de su marido, muerto hacía 8 meses de un aneurisma cerebral. Sus dos hijos hacía tiempo que se habían marchado del pueblo en busca de algo que llenase sus vidas, y no les veía ni hablaba con ellos desde hacía meses; las precarias líneas de teléfono del pueblo no se lo permitían, y tampoco se sentía con fuerzas para caminar 8 kilómetros hasta el teléfono público más cercano. El invierno alcanzó la montaña especialmente severo, y Consuelo luchaba por levantarse cada mañana sintiendo como el frío acampaba en sus huesos, y el dolor inundaba su alma, llevándose poco a poco los restos de su esperanza. Consumida, se incorporaba a diario con esfuerzo en la pesada cama cargada de mantas, se calzaba sus viejas zapatillas, y arrastraba con pesadez sus pies hasta la cocina de leña que calentaba la casa, y que llevaba horas apagada. La leña se le había terminado hace tiempo y no había hecho nada por reponerla, por lo que usaba como combustible los cartones de leche vacíos que compraba por cajas en la única tienda del pueblo. Su pensión no le permitía muchos dispendios, su ánimo tampoco. Su última compra, para lo único que salía ya de casa, había consistido en 48 cartones de leche y 6 paquetes de galletas: se le olvidó reponer el único mechero que tenía ya vacío de gas. Una noche especialmente fría, estando de pie en medio de su cocina, recorrió con la mirada la sucia estancia hasta que se topó con el averiado y viejo teléfono que colgaba de la pared, y recordó entonces como sonaban las voces de sus seres queridos. Cerró los ojos, bajó la cabeza, y lloró amargamente. Caminó con lentitud y pesadez hacia su habitación, se sentó en su cama, y se abandonó, muriendo en poco tiempo congelada en alma, corazón y cuerpo.

– – – – –

No sé si sonará siniestro, ni tan siquiera si resultará contraproducente, pero dedico estas 1967 palabras a mis compañeros y amigos Luismi y Javier esperando que puedan estimularles e impulsarles hacia dónde quiera que se propongan llegar.

 

El artículo Cuando La Realidad Supera Al Corazón ha sido publicado por Juan en aprendizajeyvida.com.

Las Paradojas del Compartir: el Dilema de Gollum

0
0

A veeer, he dormido mis ocho horas, me he levantado temprano, me he peinado para mear guapetón, me he vestido para la ocasión (nada de corbatas), la barba curiosa, estoy sentado derecho ¡Perfecto! Ya estoy listo para presentarte a mi invitada de hoy y primera colaboradora oficial del blog.

Dentro de un par de meses cumpliré los dos años escribiendo en esta página, y honestamente te confieso que no dejo de congratularme del día en que tomé la decisión de empezar a hacerlo. Son muchas las satisfacciones que me ha dado, y muchos también los beneficios obtenidos aunque, si tuviese que elegir, quizá me quedaría con la cantidad de personas increíbles que me ha permitido conocer (y que espero seguir conociendo).

Foto de AninaUna de estas personas es Anina, alguien que dice que le cuesta definirse porque entre sus señas de identidad destacan la indecisión y el darle muchas vueltas a las cosas (en lo que estoy de acuerdo con ella), pero cuya filosofía de vida y valores, espíritu crítico, sentido del humor, y capacidad de expresión, me tienen enamorado (tú también caerás).

Anina es creadora del magnífico blog aninaanyway.com representado por la frase “vive como piensas”, lo que ya te puede dar una buena pista acerca de lo que en él vas a encontrarte, porque si quieres invertir en ti, te sientes diferente, te gusta compartir, quieres mejorar, te gusta reflexionar y quieres ser más libre, te avanzo que su página te atraerá como la miel a los osos y osas, y te quedarás atrapad@ en su telaraña sin remedio.

¿Que no te lo crees?

¡Pues que ella misma te convenza!

* * * * * * * * * *

Contadores a ceroMi amigo Juan dice que una de las premisas fundamentales del blogger debe ser la honestidad. Siempre. Y en honor a ello tengo que confesar dos cosas: una buena y una mala.

La buena es que Aprendizaje y Vida es uno de mis blogs favoritos y no lo digo por ser pelota (que lo soy, pero no es por eso). Este es mi primer post como invitada y considero un pequeño triunfo personal el poder escribirlo aquí. La parte mala de la confesión buena es que eso aumentaba la presión para hacer algo digno, que mantuviese el nivel (bastante intimidante) que este blog en concreto impone en muchos aspectos.

La mala es que, mientras intentaba decidir sobre qué tema escribiría, empecé a descartar ideas porque me parecía que encajaban muy bien con mi propio blog. Y cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo me indigné muchísimo conmigo misma: más que por egoísta, por tonta. La parte buena de la confesión mala es que de ella nació el post.

A lo que he venido, compartiendo parte de mí en el espacio donde Juan se comparte, es a compartir.

Ah, compartir o no compartir, ¡he ahí el dilema!

Sígueme en TwitterCompartir ya no es sólo un gesto de solidaridad y desprendimiento. Ahora también es una especie de botoncito virtual que, por obra y gracia de su nueva forma cibernáutica, a veces es sinónimo de otras cosas menos nobles como “diseminar bulo”, “torturar amigos” o “parecer guay”.

Aunque creo plenamente en este nuevo concepto de compartir que han facilitado los medios sociales, hay que tener en cuenta que, como todos los superpoderes, puede usarse para hacer el bien o para sembrar el mal.

Yo, en mi intento de hacer el bien (aunque a veces salga mal), prefiero usarlo para sembrar la duda y por eso concebí mi blog como un espacio donde el concepto de compartir intenta lavar su imagen siendo sinónimo de pensar.

Las paradojas del compartir, el dilema de Gollum.

Tú me parecías mejorPero de este compartir se desprende una trágica paradoja. Hace unas pocas entradas, Juan lanzaba un dardo envenenado contra el boom posturero que inunda las redes. Contra la tendencia desatada a compartir un montón de información irrelevante para reforzar nuestro carisma virtual (y lo digo con doble sentido). Obviamente, no hemos aprendido nada del refranero: “Dime de qué presumes…”.

Hay personas tan generosas que comparten mucho, muchísimo… ¡todo! Aunque, como en el desierto, algunas cosas se parecen a la verdad y otras son puro espejismo. Este dardo del que te hablo, Postureo a discreción, la irrealidad social  incluye un vídeo que ilustra este extremo de forma escalofriante (te recomiendo que lo veas si aún no lo has hecho).

Sin embargo, cuando poseemos información realmente valiosa y relevante para esos amigos cansados de ver fotos de nuestra comida, puede ocurrir algo doloroso: no la compartimos.

Creo que ambos comportamientos responden a la misma causa: la competitividad. La presión social por ser los mejores en todo nos lleva a posturear con la misma facilidad que a ocultar algo que podría proporcionar éxito a alguien que no seamos nosotros. Sale el Gollum que llevamos dentro.

Y competir no se parece en nada a lo que antes significaba compartir, aunque suene parecido.

El dilema de GollumImagínate: una oferta de trabajo, un truco infalible para obtener ganancias, una receta para hacer la tortilla como tu madre o unos apuntes milagrosos para esa asignatura en la que todo el mundo palma. Todo el mundo menos tú, porque ahora serás la única persona que apruebe. Luego le sacarás una foto al tablón de notas y hale, ¡a compartirla!

Tal vez te preguntes por qué tendrías que compartir algo que tú has encontrado y que, como tal, solo tú deberías aprovechar. En ese caso sostenemos un concepto muy diferente de lo que debería ser una sociedad. Tal vez no quieras ser el único pringado que se preocupe por sus semejantes, pero entonces tampoco estamos de acuerdo en cuál es la forma más efectiva de hacer un poco mejor la nuestra: comportarte tal como querrías que todo el mundo se comportase.

Vencer o ser vencido por esa resistencia a compartir lo que consideramos que nos puede dar ventaja si lo reservamos para nosotros, es una prueba directa de nuestra condición social. ¿Generosos? ¿Altruistas? ¿Egoístas? ¿O simples posturer@s sin implicaciones morales?

Doctor, me importa un pimiento la verdad, ¿es grave?

Pero más allá del postureo o el egoísmo, lo más pernicioso a la hora de compartir es nuestra escandalosa falta de interés por la verdad. Compartimos principalmente aquello que sirve a nuestros intereses o apoya nuestras opiniones. Por eso, cuando encontramos algo que confirma nuestras teorías (hasta las más movedizas y partidistas), pasamos de comprobar su veracidad, así esté publicado en El Mundo Today.

Así funciona la políticaEsta es la compleja ecuación que aplicamos para juzgar una información como verdadera o falsa: “Si (x) entonces (y)” y “si no (x) entonces no (y)”.

Es decir: “Si me da la razón entonces es verdadero” y “Si no me da la razón entonces no es verdadero)”.

¡Pura lógica! No puede fallar…

Esta falta de interés por distinguir lo verdadero de lo verosímil o de lo descaradamente falso, no sólo responde a una vergonzosa pereza para informarse como es debido. Es mucho peor: es que no estamos dispuestos a reconocer que estábamos equivocados. Y nuestras opiniones acaban siendo una colección de falacias que ni siquiera sabemos justificar o explicar, porque sólo hemos leído algunos titulares.

Con un agravante que señalaba Mark Twain: “Es más fácil engañar al pueblo que convencerlo de que lo han engañado”. Y qué razón tenías, Mark…

“Hay una banda de rumanos que venden colonia, ¡no la huelas que es cloroformo y te roban!”

¿Te acuerdas de este bulo? Uno de los más difundidos a través de redes sociales y WhatsApp. La Policía tuvo que desmentirlo ante la alarma social que estaba generando.

Uuuuy, qué cara has puesto… no me digas que tú también lo compartiste. Bueno, no pasa nada, si prometes rehabilitarte será nuestro secreto.

Así funciona: una leyenda urbana aparece de la nada, se viraliza, siembra el pánico, cae en el olvido y pasado un tiempo vuelve para provocar el mismo efecto. Al final Nietzsche iba a tener razón con aquella ida de olla del Eterno Retorno (que parece el título de una secuela de Star Wars, pero no es exactamente eso).

En cualquier caso, no sólo es el análisis crítico lo que nos funciona mal: la memoria tampoco la tenemos mejor.

Páginas que regalan partidas enteras de iPhones desprecintados que no sirven para la venta, supuestas muertes de celebridades que siguen vivas, leer la misma noticia en varios medios y que expongan sucesos contradictorios… La lista de bulos y manipulaciones es interminable.

Compartir puede ser maravilloso.

¿Pero te imaginas por un momento, breve e idílico, lo maravillosos que sería dejar de repetir bolas para desarrollar e interconectar nuestros propios puntos de vista?

Mira bienPrepárate que ahora viene un momento friki…

En la filosofía de Ortega y Gasset cada individuo es un órgano de percepción único. Es decir, la posición que ocupas en el mundo es exclusiva: nadie puede ser exactamente igual que tú o estar en el mismo lugar que tú. Eso hace que tengas acceso a una parte de la realidad inalcanzable para los demás individuos.

La idea es que te posiciones en ese punto de vista que sólo tú eres capaz de desarrollar y dejar de adoptar sin más los puntos de vista de otros. Si en vez de competir por ver quién tiene razón o quién mola más, integramos nuestras perspectivas, estaremos construyendo entre todos la realidad, en vez de vivir en Matrix.

O como decía otro señor muy listo al que le iba mucho el drama: “sólo entre todos los hombres puede ser vivido lo humano” (y las mujeres, Goethe, y las mujeres…).

En conclusión…

Vivimos en un mundo de manipulaciones y mentiras… y lo sabes.

Si no quieres que el mundo sea así, no contribuyas a que lo siga siendo. Sé honesto, como dice Juan, e interésate por la verdad aunque sea de vez en cuando.

Conquista la sociedadPorque si no eres fiel a tu punto de vista, por mucha pereza que te dé tener que estrujarte los sesos para elaborarlo, esa porción de la realidad que sólo puede verse a través de ti permanecerá a oscuras para siempre. Nadie más en la historia de la humanidad pasada, presente o futura podrá llegar a ella. (Mira por dónde, a mí también me gustan los dramas).

– – – – –

Y todo este rollo para pedirte que empieces a pensar dos veces (o por lo menos una) antes de darle al botoncito de marras; todo para intentar que el acto de compartir vuelva a ser maravilloso.

Y tú, ¿utilizarás tu superpoder para el bien o para el mal?

¿Compartirás este post o has decidido  empezar a compartir sólo cosas que merezcan la pena?

Anina es autora del requetepensante blog aninaanyway.com, donde te sorbe la sesera y te raya la cabeza al menos una vez por semana. No esperes más y ¡dale de comer a tus neuronas!

[La imagen número 5 es propiedad de allriot.com]

El artículo Las Paradojas del Compartir: el Dilema de Gollum ha sido publicado por Anina Anyway en aprendizajeyvida.com.

17 Grandes Lecciones de Einstein: Soluciones Atómicas Para Problemas Relativos

0
0

Hoy te traigo 17 grandes lecciones de un grande de la historia como lo fue Einstein, y que representan su particular enfoque como científico e investigador, y su filosofía de vida, lo cual le llevó a ser una de las figuras más destacadas de la historia de la humanidad.

Diccionario de palabras

[Una página del único diccionario que todavía conservo]

En el año 1905, conocido como “el año milagroso”, Albert Einstein (1879-1955) ejercía como oficial de tercera en una oficina de patentes suiza, y fue por entonces que publicó tres artículos y un anexo que revolucionaron completamente la forma en que los físicos de la época comprendían el cosmos.

En esos ahora famosos escritos aplicó lo que más tarde se resumiría en una de las frases que representan su particular filosofía:

“No podemos resolver los problemas con el mismo nivel de pensamiento que usamos cuando se crearon”.

Este enfoque de su pensamiento le permitió ser flexible incrementando su creatividad, y fantasear imaginándose que cabalgaba encima de un rayo de luz, lo cual le ayudó a romper con la idea hasta entonces vigente de un espacio-tiempo absoluto, e idear de esta forma la teoría de la Relatividad.

Durante ese mismo año milagroso Einstein también desarrolló la ecuación más famosa de la historia de la física: E=mc² (la energía es igual a la masa por la velocidad de la luz al cuadrado), cuyas aplicaciones en la industria armamentística llevaron durante la segunda guerra mundial al nacimiento del proyecto Manhattan, y al posterior desarrollo de la bomba atómica, en el que Einstein tuvo un papel destacado.

Einstein era ya por entonces un reconocido hombre de paz, y las conocidas consecuencias de aquel programa le acompañaron el resto de su vida, de ahí que, cuando explotaron las primeras bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, sentenciara: “si lo llego a saber, me hago relojero”.

Esta experiencia hizo que reforzara su carácter pacifista, sobretodo en los últimos años de su vida, y sus contribuciones tampoco se limitaron al campo de la relatividad y las armas, ya que por ejemplo sus novedosas visiones sobre la naturaleza de la luz se convirtieron en el pistoletazo de salida de la moderna física cuántica.

Te estoy hablando de una de las figuras más relevantes y carismáticas del siglo XX, y  no solo por sus contribuciones a la ciencia, sino también por su rompedor modo de pensar e innovar. 

Y es por esto que me he decidido a investigar y profundizar en su filosofía cual teniente Colombo, para poder ofrecerte unas cuantas de las muchas grandes lecciones de Einstein.

¡Aquí las tienes!

17 Grandes Lecciones de Einstein

¿Y por qué 17?

Pues porque después de haber recopilado más de 60 perlas de este gran genio, he decidido quedarme solamente con las 17 sobre las que más me apetecía reflexionar aquí, y porque de haber puesto las 60 (y pico) quizá yo hubiera acabado de Einstein hasta el gorro, y tú de mí hasta el forro 🙂 .

¡Empezamos!

01. No tengo talentos especiales, pero sí soy profundamente curioso.

La curiosidad es esencial en nuestro camino de evolución y aprendizaje, porque es la que nos conduce a interesarnos por todo lo que nos rodea, cuestionándonos la realidad.

Cuando somos niños es la curiosidad la que nos mueve en busca de investigar y aprender sobre el funcionamiento de las cosas, mezclándose con la ilusión del descubrimiento, la ilusión por aprender.

Incluso, según parece, las personas que se muestran más curiosas de adultos, al margen de sus capacidades físicas, viven más años y con mejor salud mental que el resto.

La curiosidad nos permite cultivar nuestra flexibilidad mental haciéndonos fieles seguidores del aprendizaje. Cambia algo de tu rutina cada día, no dejes de probar cosas nuevas, investiga, conoce y aprende: ¡Vivirás más!

02. La memoria es la inteligencia de los tontos.

Seguro que te suena aquella frase de “la memoria es frágil”, y es que así es.

Existen hoy día muchos estudios que corroboran que cada vez que accedemos a nuestros recuerdos los modificamos en función de nuestra actual interpretación de la realidad, con lo que no estamos recordando fielmente lo que sucedió, sino nuestra reinterpretación de lo que sucedió.

En mi descacharrante artículo sobre los siete pecados de la memoria te doy algunas buenas pistas aunque Einstein, con esta frase, seguramente se estaba refiriendo a que permanecer anclados en el pasado, y en los recuerdos, sin curar las posibles heridas que nos hayan producido, resulta poco inteligente.

No se trata de olvidar, sino de sacar lecciones positivas.

El pasado está ahí para aprender de él, no para arrastrarlo como un pesado lastre durante toda nuestra vida.

03. Cada día sabemos más y entendemos menos.

Esto se refiere a lo que muchos alegan cuando dicen que prefieren seguir siendo unos ignorantes felices, que comerse la cabeza y preocuparse por aprender cosas nuevas.

Lo cual no es más que una excusa y una gran mentira, ya que lo que realmente están diciendo es que permanecen acomodados en su pésima situación porque les da miedo salir a encontrar soluciones.

Y cierto es que, cuanto el ser humano más avanza y descubre sobre la realidad y el universo, más incógnitas, caminos y posibilidades aparecen.

El saber es información, pero el conocimiento es mucho más ya que debemos llevar la información al campo de la experiencia para así poder realmente comprenderla.

Y cuanta más información descubrimos y manejamos, más nos falta por experimentar, de ahí el razonamiento de Einstein.

04. La debilidad de actitud se vuelve debilidad de carácter.

El carácter deriva del conjunto de aptitudes con las que nacemos, las cuales vamos desarrollando con el tiempo.

La actitud, sin embargo, es la forma con la que nos enfrentamos a las vicisitudes de la vida.

Tendemos a dar más importancia a la aptitud que a la actitud, pensando que las cualidades innatas de una persona son más importantes que su actitud pero esto, tanto a Einstein como a mí, nos parece un error.

Para alcanzar nuestras metas resulta imprescindible tener la actitud adecuada, ya que nos hará falta determinación, constancia y esfuerzo para lograr muchas de ellas, y estas cualidades no vienen de serie, sino que se cultivan.

Solo con aptitud no se va a ninguna parte, pero sumando actitud a nuestras aptitudes, obtendremos resultados excelentes.

05. Hay dos formas de ver la vida: una es creer que no existen milagros, la otra es creer que todo es un milagro.

Esta frase está muy relacionada con la anterior en el sentido de que se trata de tener una determinada actitud ante la vida.

Por un lado está el incrementar nuestra curiosidad por aprender, y nuestra capacidad de ilusionarnos y asombrarnos con todo lo que nos rodea, y por otro agradecer el hecho de estar vivos y de poder disfrutar de todo ello.

Como digo en mi artículo sobre practicar la gratitud:

“Si esperamos despertar cada mañana es poco probable que nos sintamos agradecidos por estar vivos”.

06. Lo único que interfiere en mi aprendizaje es mi educación.

A pesar de que hoy día se están abriendo nuevos caminos e interpretaciones en cuanto a lo que debería ser la educación del futuro, lo cierto es que todavía, en la mayoría de facultades y escuelas, lo que hacen no es enseñarnos a ser mejores explotando nuestras capacidades, sino condicionarnos y entrenarnos para desempeñar el rol que más le interesa a los gobiernos.

Roger Schank, el matemático y doctor en lingüística considerado el enfant terrible de la pedagogía contemporánea, asegura que: “el aprendizaje ocurre cuando alguien quiere aprender, no cuando alguien quiere enseñar”.

Lo cual viene a decir que la educación ha de estar orientada a que el alumno tenga la iniciativa de aprender de forma natural, interesada y práctica, sobre aquello que mejor se le da y más le interesa, explotando así las mejores capacidades de cada uno.

Por ello un profesor no debería ser alguien que impone lecturas y hace exámenes, sino un mentor que estimula al alumno, le guía hacia sacar lo mejor de sí, y resuelve sus dudas en el proceso.

07. Me encanta viajar, pero odio llegar.

Viajar nos ofrece conocer nuevas culturas con nuevos puntos de vista, lo que abre nuestros horizontes y flexibiliza nuestra mente (si permitimos que sea flexible claro).

E incluso muchas personas, que podemos decir tienen una filosofía nómada, escogen viajar de una manera casi permanente como forma de vida.

Pues al igual que un nómada siempre tiene el deseo de permanecer en movimiento, un científico siempre lo tiene de continuar investigando, de ahí la frase de Einstein.

En realidad todos somos viajeros permanentes, ¡que es la vida sino un gran viaje! Tan solo debemos aprender la mejor forma de disfrutar de él.

Y sobre esto Einstein decía:

“La vida es como montar en bicicleta. Si quieres mantener el equilibrio no puedes parar”.

08. Locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener resultados diferentes.

Una de sus frases más conocidas y repetidas, y sobre la que no hace falta decir mucho.

Si las cosas no nos salen como queremos, en vez de quejarnos debemos reflexionar sobre lo que estamos haciendo, y sobre las consecuencias de nuestros comportamientos, porque solo cuando cambiamos nuestra forma de proceder obtenemos otra clase de resultados.

Prueba y error. Causa y efecto. Así de simple (que no es lo mismo que fácil 🙂 ).

09. No podemos resolver los problemas empleando el mismo tipo de pensamiento que usamos cuando se crearon.

Muy relacionada con la anterior, ya te mencioné al principio cómo fue esta forma de enfocar los problemas la que llevó a Einstein a descubrir la teoría de la relatividad.

Él solía decir:

“Si yo tuviera una hora para resolver un problema y mi vida dependiera de la solución, gastaría los primeros 55 minutos para determinar la pregunta apropiada, porque una vez supiera la pregunta correcta podría resolver el problema en menos de cinco minutos”.

Con esto se refiere a la importancia de la creatividad en la resolución de nuestros problemas. A la importancia de encontrar nuevos caminos mentales que nos lleven a resolver lo que hasta el momento no ha funcionado.

El religioso San Agustín lo describía de esta forma:

“Para ir a donde no se sabe, hay que ir por donde no se sabe”.

10. No permitas que tu felicidad dependa de alguien porque no siempre esa persona será como crees.

Esto viene a describir el hecho de que todos nos vemos influenciados por las expectativas que los demás tienen de nosotros, y por sus ansias de que hagamos lo que ellos quieren, y seamos como ellos quieren.

Si queremos ser felices y alcanzar nuestra mejor versión, debemos ser capaces de actuar al margen de las influencias de los demás, tomando el mando de nuestras acciones en busca de nuestro futuro.

Las expectativas ajenas nos frenan en nuestro desarrollo y nos dificultan alcanzar nuestros objetivos.

Escuchar sí, pero buscando y recorriendo nuestro propio camino.

11. Una vez aceptamos nuestros límites, podemos superarlos.

Hoy en día no dejamos de autoexigirnos más y más porque estamos todo el tiempo comparándonos con los demás y sus supuestos logros.

Pero resulta que cada cual tiene unas determinadas capacidades, y un determinado camino de vida en forma de aprendizajes, condicionamientos y experiencias.

No podemos exigirnos en función de lo que otros hayan conseguido, porque ellos no son nosotros (a veces ni parecido).

Según Einstein debemos estudiar cuales son nuestros límites y capacidades, y descubrir nuestros puntos débiles y nuestros puntos fuertes.

Una vez hecho esto estaremos en condiciones de superarnos, pero no para imitar a otros, sino para ampliar las fronteras mentales que nos hemos impuesto.

12. Se debe hacer todo tan sencillo como sea posible, pero no más sencillo.

Lo solemos complicar todo tanto, que la única solución que podemos adoptar para conseguir ser más felices es hacerlo más sencillo.

El primer paso que debemos dar para simplificar nuestras vidas es darnos cuenta de que muchas de las cosas que hacemos son en realidad cosas que “creemos que tenemos que hacer”, al igual que la mayoría de las cosas que poseemos son cosas que “creemos necesitar”.

Una vez que podamos distinguir un concepto del otro, estaremos en condiciones de saber qué es lo realmente importante, lo que de verdad necesitamos, y qué es aquello que nos sobra y debemos expulsar de nuestras vidas.

13. Si quieres ser un gran científico, dedícate un cuarto de hora al día a pensar todo lo contrario a lo que piensan tus amigos.

Esta frase fue la respuesta que en una ocasión dio Einstein a uno de sus alumnos.

Muchos de los grandes inventores o descubridores de la historia fueron personas que nadaban a contracorriente, con ideas realmente alejadas de lo habitual para su tiempo y sociedad.

Ser flexibles y capaces de ver el mundo desde múltiples perspectivas es la actitud que nos ayudará en nuestra tarea de abrir nuevas vías, de encontrar soluciones, y de ser grandes (más grandes 🙂 ).

14. Vivo en una soledad que podría ser dolorosa para un joven, pero que es una delicia en los años de madurez.

La vida social y compartir con los demás es algo muy necesario, pero también lo es aprender y gozar del tiempo que pasamos en soledad.

La soledad es una gran compañera cuando se trata de aprender sobre nosotros mismos, una fuente inagotable de la que mana la riqueza espiritual.

El reconocido escritor Paulo Coelho lo describe así:

“Vivir o pasar nuestro tiempo en soledad, de forma voluntaria, puede ayudarnos a descubrir una nueva forma de felicidad en nuestro interior”.

Aprender a apreciar la soledad y a estar solos, es lo que nos llevará a ser la mejor compañía para los demás.

15. Pocos son los que ven con sus propios ojos, y sienten con su propio corazón.

Tener una visión propia es sinónimo de autenticidad, lo cual no está reñido con aprender de los demás y seguir el ejemplo de aquellos a quienes admiramos.

Ser auténtico significa tener una visión propia y  vivir acorde a ella de una forma consciente y coherente, haciendo que coincida lo que pensamos, con lo que decimos, y con lo que hacemos.

En palabras del psiquiatra, investigador, y escritor Enrique Rojas Marcos:

“La persona auténtica vive como piensa”.

Igualito igualito que mi amiga Anina  😛

16. Un hombre que puede besar sin peligro a una chica mientras conduce, simplemente no está dando al beso la atención que merece.

Y ya estoy otra vez con el tema del ahora y la atención plena, pero que quieres que te diga, es que me parece algo muy importante.

Normalmente no estamos muy presentes en lo que hacemos a cada momento, sino que actuamos como autómatas sin ser conscientes de lo que sucede, ni de lo que sentimos, lo cual nos perjudica porque es una fuente inagotable de confusión e insatisfacción.

La atención plena nos ayuda a “despertar”, a estar aquí y ahora, y a sentir y disfrutar con intensidad cada acción, reconectándonos con todo lo que acontece en nuestro interior y a nuestro alrededor.

¡Para qué quieres más!

17. No es que sea más listo, es que paso más tiempo con los problemas.

La práctica hace la perfección que se suele decir, y por muchas cualidades innatas o talentos que podamos atesorar, si no los desarrollamos con una práctica constante, nunca los explotaremos del todo.

Asimismo, podemos incrementar cualquier otra cualidad en base al entrenamiento, el esfuerzo y la constancia, sea o no nuestro fuerte.

Aunque si es algo destacado con lo que hemos nacido, un gran talento, la ecuación se convierte en perfecta.

Ese es el verdadero secreto de los excelentes.

– – – – –

Et ce tout mon amie.

¿Algo que añadir?

 

El artículo 17 Grandes Lecciones de Einstein: Soluciones Atómicas Para Problemas Relativos ha sido publicado por Juan en aprendizajeyvida.com.

Una Noche Como Todas, Una Reflexión Como Ninguna

0
0

Una noche como todas recorro la ciudad semidesierta mientras uno tras otro los pensamientos desfilan incesantes por mi mente. Veo luces que se apagan, escucho ecos que flotan en el aire, y siento el latir de corazones desconsolados que tratan de guiar almas perdidas que aún no han encontrado el camino a casa.

Una noche como todas

Una noche como todas soy esclavo de mis emociones, fiscal de mis mentiras, abogado de mis pasiones, capitán de un barco ingobernable navegando por un mar de inquietudes, abocado al naufragio por convertir una y otra vez en fracaso lo que comenzó siendo un camino de esperanza.

Una noche como todas duermo y tengo sueños que no puedo controlar. Sueños dónde las imágenes se suceden y los escenarios cambian sin cesar, en un desfile al que no encuentro sentido cuando lo analizo al despertar, mientras aún permanece su recuerdo.

Sueños dónde sigo siendo un perfecto desconocido que se observa a sí mismo, y todavía se sorprende con su propia ignorancia.

Un pedazo de cielo perdido en un oscuro universo de contradicciones.

Una noche como todas reflexiono sobre lo importante que muchas veces es sentir, y lo molesto que otras muchas es decir, y es pensar, cuando una palabra que pronuncio arruina un instante de mi vida que ya no volverá, o un pensamiento que surge contamina una sensación que se pierde para siempre en el tiempo.

Una noche como todas, una reflexión como ninguna

“Yo estaba allí desde el primer momento, en la adrenalina que circulaba por las venas de tus padres cuando hacían el amor para concebirte, y después en el fluido que tu madre bombeaba a tu pequeño corazón cuando todavía eras sólo un parásito.

Llegué a ti antes de que pudieras hablar, antes aun de que pudieras entender algo de lo que los otros te hablaban.

Estaba ya cuando torpemente intentabas tus primeros pasos ante la mirada burlona y divertida de todos.

Cuando estabas desprotegido y expuesto, cuando eras vulnerable y necesitado.

Aparecí en tu vida de la mano del pensamiento mágico, me acompañaban las supersticiones y los conjuros, los fetiches y los amuletos, las buenas formas, las costumbres y la tradición, tus maestros, tus hermanos y tus amigos. Antes de que supieras que yo existía, yo dividí tu alma en un mundo de luz y uno de oscuridad.

Un mundo de lo que está bien y otro de lo que no lo está.

Yo te traje tus sentimientos de vergüenza, te mostré todo lo que hay en ti de defectuoso, de feo, de estúpido, de desagradable.

Yo te colgué la etiqueta de “diferente” cuando te dije por primera vez al oído que algo no andaba del todo bien contigo.

Existo desde antes de la conciencia, desde antes de la culpa, desde antes de la moralidad, desde los principios del tiempo, desde que Adán se avergonzó de su cuerpo al notar que estaba desnudo… y lo cubrió.

Soy el invitado no querido, el visitante no deseado, y sin embargo soy el primero en llegar y el último en irme.

Me he vuelto poderoso con el tiempo, escuchando los consejos de tus padres sobre cómo triunfar en la vida.

Observando los preceptos de tu religión, que te dicen qué hacer y qué no hacer para poder ser aceptado por Dios en su seno.

Sufriendo las bromas crueles de tus compañeros de colegio, cuando se reían de tus dificultades.

Soportando las humillaciones de tus superiores.

Contemplando tu desgarbada imagen en el espejo y comparándola después con las de los “exitosos” que se muestran por televisión.

Y ahora, por fin poderoso como soy y por el simple hecho de ser mujer, de ser negro, de ser judío, de ser homosexual, de ser oriental, de ser discapacitado, de ser alto, pequeño o gordo, puedo transformarte en un pedazo de basura, en escoria, en un chivo expiatorio, en el responsable universal, en un maldito bastardo desechable.

Generaciones y generaciones de hombres y mujeres me apoyan.

No puedes librarte de mí.

La pena que causo es tan insostenible que para soportarme deberás pasarme a tus hijos, para que ellos me pasen a los suyos, por los siglos de los siglos.

Para ayudarte a ti y a tu descendencia, me disfrazaré de perfeccionismo, de altos ideales, de autocrítica, de patriotismo, de moralidad, de buenas costumbres, de autocontrol.

La pena que te causo es tan intensa que querrás negarme y para eso intentarás esconderme detrás de tus personajes, detrás de las drogas, detrás de tu lucha por el dinero, detrás de tus neurosis, detrás de tu sexualidad indiscriminada.

Pero no importa lo que hagas, no importa a dónde vayas, yo estaré allí, siempre allí.

Porque viajo contigo día y noche sin descanso, sin límites.

Yo soy la causa principal de la dependencia, de la posesividad, del esfuerzo, de la inmoralidad, del miedo, de la violencia, del crimen, de la locura.

Yo te enseñé el miedo a ser repudiado, y condicioné tu existencia a ese miedo.

De mí dependes para seguir siendo esa persona buscada, deseada, aplaudida, gentil y agradable que hoy muestras a los otros.

De mí dependes porque yo soy el baúl en el que escondiste aquellas cosas más desagradables, más ridículas, menos deseables de ti mismo.

Gracias a mí has aprendido a conformarte con lo que la vida te da, porque después de todo, cualquier cosa que vivas será siempre más de lo que crees que mereces.

¿Has adivinado, verdad?

YO SOY EL SENTIMIENTO DE RECHAZO QUE SIENTES POR TI MISMO

– – – – –

[Relato autoría de Jorge Bucay]

– – – – –

La foto la saqué en mi reciente visita a Londres, durante un paseo nocturno para descubrir y admirar las delicias arquitectónicas de la ciudad, y como seguro ya sabes, se trata del Big Ben, iluminado bajo el cielo oscurecido.

Me gusta y suelo pasear de noche en solitario por las ciudades que visito, empapándome de lo que me sugieren los escenarios, las cosas y las personas con las que me encuentro, y reflexionando al mismo tiempo sobre cómo todo eso que percibo me hace sentir.

La introducción que he hecho en esta publicación al relato de Bucay, puede darte algunas pistas de sobre qué estoy hablando, y se me ocurrió incluir dicho relato porque primero, la inspiración se esfumó mucho más rápido de lo que hubiera deseado, y segundo, me parece una reflexión realmente interesante.

Te toca.

¿Sabes qué quieres y lo que crees que mereces?

 

El artículo Una Noche Como Todas, Una Reflexión Como Ninguna ha sido publicado por Juan en aprendizajeyvida.com.

Si Te Acaban De Partir El Culo, La Próxima Vez Hazlo Mejor

0
0

Acabas de meter la pata hasta el fondo en tu trabajo, y eso ha hecho que tu jefe haya reventado como un globo sobrehinchado, explotando con toda su montaña de mierda acumulada, y escupiendo improperios y mala baba en tu cara delante de todos tus compañeros.

En el cagadero

Te sientes denigrado hasta el límite, tu límite, creyendo que no vales nada, pero poco a poco ese sentimiento se va transformando en indignación, y ésta comienza a crecer acercándose al punto de ebullición, ese en el que tu propia montaña de basura amenaza también con reventar salpicando a todo bicho viviente, y presente.

Consigues contenerte y aguantar estoicamente el aluvión de gritos, vejaciones e insultos, el baño de emociones putrefactas en el que te ves sumergido, y abandonas la escena a la carrera intentando escapar del lugar antes de vomitar tus propias miserias, o de lanzarte a intentar reventar su jodida cabeza a patadas.

Sales a la calle y te das de bruces con alguien a quién conoces bien, alguien que también te conoce bien, y que te pregunta:

– ¿Estás bien?

– Joder, no, me acaban de partir el culo ahí dentro.

– Sí, bueno, sacúdete el polvo y vuelve a entrar. Es lo mejor que puedes hacer.

– ¿Por qué iba a hacer eso?

– Porque seguro que la cagaste.

– Esa mierda no viene a cuento, y lo sabes.

– ¿Te pegó?, ¿te despidió?, ¿te metió el dedo por el culo y te hizo olerlo?

– No, no lo hizo.

– Pues ya sabes, mañana hazlo mejor. Toda la vida va de intentar hacerlo mejor al día siguiente.

Acabo de describirte una escena y un diálogo muy similares a los que aparecen en un capítulo de una de mis series favoritas: Californication.

Se trata de una comedia decididamente transgresora, irreverente y delirante acerca de las vicisitudes que acontecen en la vida de un escritor cuarentón, igualmente irreverente y delirante, adicto a casi todo menos a escribir, por lo que te sugiero que, si te decides a verla, lo hagas con mente, corazón y culo abiertos. No creo que de otra forma pudieras disfrutarla.

Californication

En principio puede parecer que no hay mucho que rascar en la serie, no mucho más que disfrutar de un montón de situaciones surrealistas y mordaces, acompañadas por unos diálogos en un lenguaje escatológico en muchas ocasiones. Pero como habrás podido comprobar en el ejemplo que te he puesto, es bastante más, y por eso te la estoy recomendando, ¿no te habías dado cuenta?

Si te acaban de partir el culo…

Dentro de mis propias experiencias puedo asegurarte que me han partido el culo, el corazón y también la cara, en más de una ocasión. La he cagado (y sigo cagándola) de mil formas diferentes. He fracasado en mis relaciones con familia, amigos, parejas y hasta conmigo mismo, en los estudios, en el trabajo… Incluso he tocado fondo mirando de frente a la muerte.

Nací con el culo partido, al igual que tú, y las experiencias vitales nos recuerdan que así es como debe seguir.

¿Que si pudiese cambiaría todos esos “fracasos” y “malas” experiencias?

¿Que si pudiese me trasladaría en el tiempo para “instruir” a mi joven ego?

¡Por supuesto que no joder!

Como ya he explicado en otros artículos

No cambiaría nada de mi pasado porque soy lo que soy ahora gracias a lo que me ha sucedido antes.

¿Acaso crees que si pudieras cambiar tus acontecimientos o decisiones pasadas eso mejoraría tu actual vida?

Si es así deja que te diga una cosa:

¡No tienes ni idea!

¿Eso te ha dolido?

Nada comparable al daño que te haces a ti mismo creyéndote el cuento.

Además de que por ahora es imposible, no existe certeza alguna que te garantice que poder cambiar cualquier cosa de tu pasado, mejoraría tu presente, y creer que sí tan solo te convierte en alguien cobarde e incapaz de afrontar sus circunstancias.

Enfréntate a la realidad, asúmela, acéptala y acéptate, compréndela y compréndete. Aprende lo que tienes que aprender de tu pasado y…

La próxima vez hazlo mejor

Ten muy en cuenta que como más se mejora es cagándola, y de largo.

Como sostienen los que siguen la filosofía estoica, entre los que me encuentro:

“La clave de nuestro crecimiento personal radica en aprender de la adversidad, esencialmente porque, aunque nos lo parezca o no lo queramos ver, las dificultades que se nos presentan en la vida no son ni injustas ni un castigo, sino muy necesarias, ya que representan una magnífica oportunidad de descubrir y fortalecer todas nuestras virtudes”.

Quién no es capaz de asumir y aceptar sus cagadas es quién se enfrenta al verdadero fracaso.

El fracaso de querer cambiar lo que ni se puede ni se debe cambiar, el fracaso de no saber interpretar sus experiencias para tratar de alcanzar su mejor versión.

¿Acaso estoy diciendo que resulta fácil?

NO

Pero sí que es el camino más directo y eficaz si lo que quieres es mejorar tu situación, incrementando tu bienestar y tu calidad de vida.

Deja de pelearte con lo que es y empieza de una vez a…

Expulsar el Veneno

Como una especie de metáfora sujeta a mil interpretaciones, y para terminar de animarte a que veas la serie de la que te he hablado, te dejo con una descripción de otra de sus “particulares” situaciones.

Tienes un hijo adolescente que está obsesionado con su primera “función” sexual, y que se comporta como un degenerado, con brotes de depravación bastante evidentes. Tu preocupación crece, ya que no lo ves muy capacitado para solucionar el problema por su cuenta porque no te parece muy agraciado ni física ni intelectualmente, y su obsesión sigue creciendo con cada día que pasa, llevándole por el mal camino (o por lo menos por el camino que tú no quieres).

Decides que lo mejor que puedes hacer para intentar encauzar la situación, es pagarle un servicio sexual con una prostituta, intentando que así desaparezcan sus bloqueos y por fin pueda aclararse y despegar, enfocándose en las “otras necesidades” de la vida.

Él acepta encantado, pero “que no se entere mamá”. Y una vez consumado el acto y concluida la función, tiene lugar entre los dos el siguiente diálogo:

– ¿Cómo te sientes hijo?

– Increíble. Es como si tuviera la puta cabeza despejada ahora mismo. Como si entendiera la relación entre las putas mierdas del universo mucho mejor. Como si de verdad pudiera resolver algunos de los mayores problemas del mundo.

– Has expulsado el veneno.

– Sí, exacto. ¿Y cuánto va a durar esta sensación?

– Como seis o siete minutos.

– Mierda, mejor disfrutarlos entonces.

Eduardo Punset seguramente diría: “es fascinante”. Pero como imagino que tú no lo eres (Punset me refiero, fascinante estoy seguro que sí 😉 ), espero que me hagas llegar una, la tuya, de las mil interpretaciones que pueden hacerse…

¡Soy todo ojos!

– – –

La foto de portada es uno de los “cagamearios unisex” en peligro de extinción con que me he topado últimamente. Sin duda mucho mejores que los que hay ahora (aunque te salpiques un poco los zapatos 🙂 ).

El artículo Si Te Acaban De Partir El Culo, La Próxima Vez Hazlo Mejor ha sido publicado por Juan en aprendizajeyvida.com.

Abróchese El Cinturón… Mientras Esté Pensando

0
0

Hechos acaecidos el 8 de noviembre de 2015 en el vuelo número VY8223, con salida de París (Francia) y destino en Santiago de Compostela (España). Cualquier parecido con la ficción es pura coincidencia. Si no se considera preparado para enfrentar la cruda realidad, NO siga leyendo. Las consecuencias podrían alterar irremediablemente su vida.

Abróchese el cinturón

El jodido pensamiento no me deja descansar, eso suponiendo que el pensamiento y yo no somos la misma cosa.

No desprecio la individualidad, tan solo me parece una ilusión de independencia, una falacia encubierta, un falso ideal.

No somos. Existimos.

Eso es todo.

Eso es todo

Vomito ideas como hace dos noches vomité comida de mierda, para a continuación eyacular por el retrete.

Hechos que me recuerdan lo básico, lo que impera, lo que dicta sentencia.

No Soy Especial.

Tú Tampoco.

No soy especial

Y piensas, y piensas, y sigues pensando.

Qué mas da. Sabes que estás perdido.

Ni siquiera por donde entraste te sacará de este jodido callejón.

Y crees que no te importa, o te importa que no crees.

Eres pura contradicción.

Asúmelo.

Asúmelo

Vuelas a menudo, pero no tienes puta idea de cómo aterrizar.

Ser auténtico es darse de hostias con frecuencia contra lo que tú crees que los demás piensan sobre ti.

No eres auténtico.

Yo tampoco.

No eres auténtico

¿Por qué estas leyendo esto?

¿Te interesa mi basura mental?

Eso parece.

Huele que alimenta.

Y además es gratis, porque te la regalo.

Toda para ti.

Disfrútala.

Disfrútala

¿Te asusta la muerte?

A mí también.

Aunque no me de cuenta, o no quiera reconocerlo.

¿Y sabes qué?

Yo también me asusto, y tú también me asustas.

Enfrenta la realidad.

No seas cobarde.

No seas cobarde

La vida no se elige, no se gana, no se pierde.

No viene, ni va, ni pasa.

La vida solo es…

una sentencia de muerte.

Y no podrás evitarlo.

Resígnate.

Te veo allí.

Te veo allí

***Dedicado a los que van a morir***

El artículo Abróchese El Cinturón… Mientras Esté Pensando ha sido publicado por Juan en aprendizajeyvida.com.


Pagando Por Ello: Sexo, Verdades y Prostitución

0
0

Pagando por ello es un cómic creado por el dibujante canadiense Chester Brown en el que, a partir de sus propias vivencias, reflexiona de una manera profunda sobre las relaciones de pareja, el amor romántico y la prostitución, sometiendo a un análisis racional y coherente todos aquellos planteamientos que a menudo surgen en estos ámbitos donde las necesidades sexuales se hayan muy presentes.

Portada de pagando por ello

Seguro ya sabes que en mi trilogía de artículos sobre la sabiduría de amar he tratado extensamente el tema de las relaciones de pareja, analizando el papel que en ellas desempeñan factores como el amor romántico, el apego, la autoestima o la dignidad; pues bien, hoy te traigo una obra en formato cómic que nos muestra claramente el nexo existente entre este tipo de relaciones y un asunto delicado como es la prostitución: la necesidad de sexo.

Pagando Por Ello

Pagando por ello (por sexo se entiende) es un cómic muy personal con un dibujo extremadamente sencillo y expresivo que se convierte en una de sus virtudes, y que aborda con suma naturalidad los delicados temas mencionados dadas sus amplias implicaciones morales. Claro, directo, racional y reflexivo son los adjetivos que se me ocurren para empezar a describirlo.

Al estar basado en la experiencia propia de su autor a lo largo de varios años, nos enseña como es la evolución real de esta persona en sus relaciones personales, sobretodo en los campos de lo emocional y lo sexual, y cuales son las inquietudes y contradicciones que debe enfrentar, y sus sesudas reflexiones al respecto. Una especie de búsqueda personal de equilibrio entre los dos fieros contendientes (emociones y sexo).

Empieza planteándose el por qué las relaciones de pareja han de estar “sometidas” al paradigma del amor romántico, y cuales son las consecuencias que ello tiene para las personas implicadas, reflexionando sobre otras alternativas para relacionarse a su modo de ver mucho más sanas y coherentes.

Diría que su postura es de una lógica aplastante y un “zas en toda la boca” a la idea tradicional de que el romanticismo y su “forma de amar” debería imperar en nuestras relaciones para llevarlas a buen puerto, aunque yo ya tenga bastante claro que el “hasta que la muerte nos separe” lo que consigue más bien es que vayamos a la deriva.

Páginas de pagando por ello

Reconociendo el autor que no es ningún Adonis, ni tampoco demasiado diestro en el complicado asunto del ligoteo, pero que desea seguir satisfaciendo con regularidad sus necesidades sexuales con las mujeres, nos introduce el sexo de pago en la ecuación.

Y es a través de su iniciación y posterior travesía por el mundo de la prostitución, bastante extensa y muy bien detallada (tanto narrativa como gráficamente), que pone sobre la mesa la multitud de estigmas y de dilemas morales que existen en torno a este asunto, reflexionando sobre ellos de una manera argumentada y coherente.

Páginas de pagando por ello

A lo largo del cómic deja muy claro que su postura está a favor de la normalización de la prostitución (que no de su legalización), y que ésta sería la mejor forma de solucionar la mayoría de los males que actualmente la aquejan, y que condenan a muchas de las mujeres que la practican a la esclavitud sexual y/o al ostracismo social (y también a los hombres por cierto).

La prostitución es un tema de raíces tan antiguas como siempre de actualidad, siempre polémico, por lo que si te apetece darle un repaso actual a través de una mirada racional y reflexiva, a veces transgresora, pero siempre argumentada, no dejes de leer este cómic.

Y si te estás preguntando si “pagando por ello” te va a servir para masturbarte, la respuesta es que sí, ya que se trata de un masaje intelectual en toda regla que culmina en un clímax de absoluta masturbación mental. Y ni se te ocurra pasar sin leer los apéndices y las notas finales, que lo mismo te quedas a medias, y ya sabes lo mucho que eso incomoda 🙂 .

Por si aún tienes dudas, para terminar de animarte a leerlo te dejo un análisis un poco más exhaustivo realizado sobre él en uno de mis magazines favoritos.

El cómic puedes encontrarlo por ejemplo aquí

Sexo, Verdades y Prostitución

Muy relacionado con los temas que aborda el cómic, me he topado recientemente con una entrevista muy interesante realizada a una prostituta independiente que ejerce libremente, y que empieza de la siguiente forma:

“Prostituta independiente que no lleva una vida secreta. No sigo las normas sociales. Un poco cavernícola. Siempre hago lo que quiero”. Así se presenta Natalia Ferrari Díaz (Tandil, Argentina, 1992) en su perfil de Twitter. Residente en Barcelona desde hace una década, mantiene una web personal y publica regularmente textos divulgativos para acabar con los estigmas que rodean a la prostitución. Natalia recibe en pisos, va a hoteles y habla con naturalidad de la profesión que ha elegido, de su pensamiento feminista y de la necesidad de diferenciar entre prostitución y trata.”

Te lo menciono porque también te recomiendo encarecidamente su lectura. Su enfoque no tiene desperdicio además de que coincide casi totalmente con los planteamientos expresados en el cómic, y con los que yo mismo me identifico. Y para muestra…

“La trata y la prostitución son dos cosas distintas. Si yo te ato una cadena al pie y te obligo a cocinar, tú no eres un cocinero y tu situación no es representativa de esa profesión. Si no dejas que las asociaciones sean portavoces, estás negando la realidad de esas mujeres, y estás negando sus derechos sociales y laborales, estás fomentando el estigma, estás animando a que tengan una doble vida y que vivan con la sensación de que están haciendo algo horrible y de que nadie las va a querer y de que no van a tener oportunidades en su vida. Tienes que dejar que esas asociaciones eduquen a los clientes, eduquen a las putas… y que contra la trata se luche legalmente, porque es otra cosa.”

Y como una cosa lleva a la otra (por lo menos en mi caso 🙂 ), esta entrevista me ha conducido a otro artículo escrito por esta misma chica titulado 10 consejos para ser un buen putero, dónde se dedica a hacer recomendaciones de conducta a los hombres que demanden este tipo de servicios porque, según ella misma argumenta:

“Después de dos años me he dado cuenta de que es necesario educar a los clientes. Y también para contrarrestar las cosas públicas que hay sobre la prostitución, porque es muy común que algunos clientes escriban experiencias que han tenido con las putas. Desde el anonimato es normal que digan barbaridades. Entonces, si tú no sabes nada sobre la prostitución y te encuentras eso, ¿qué vas a pensar?. Es normal que haya gente que piense “ninguna mujer quiere eso”. El problema es que mis clientes no son así, pero no escriben en foros. O escriben en foros de esa manera porque eso es lo que creen que tienen que hacer. Me parece injusto que el retrato de la prostitución lo creen personas que puntúan mi cara del 1 al 10.”

Y cuya introducción es la que sigue:

“Se llama putero a quien consume prostitución. Sin más. No implica una periodicidad continuada ni tiene ninguna connotación negativa a no ser claro, que se la añadas. En caso de que lo hagas no estaría de más preguntarte por qué. Como cliente puedes abrazar el término o rechazarlo, mi opinión personal es que cuando hacemos lo segundo el resto del mundo encuentra el derecho de apropiase de él y al igual que han hecho con la palabra puta, lo convierten en algo malo. Porque no me parece justo, me niego a usar eufemismos ridículos. Como humano puedes denominarte a ti mismo como quieras, faltaría más, pero si estás pensando en pagarle a una prostituta o alguna vez lo has hecho, te estoy escribiendo a ti.”

¿Todavía no te he convencido para “devorar” todo este material?

Pues nada, lo dejo entonces en sus manos… (o en algo suyo por lo menos 😉 )

Natalia Ferrari

[Foto de Natalia Ferrari]

El artículo Pagando Por Ello: Sexo, Verdades y Prostitución ha sido publicado por Juan en aprendizajeyvida.com.

Cita Con El Destino: Quédate En Tu Cabeza Y Estás Muerto

0
0

Cita con el destino es uno de los más reconocidos seminarios motivacionales que Tony Robbins imparte a lo largo y ancho del mundo, y “quédate en tu cabeza y estás muerto” una de las muchas frases que Tony suele regalar a su audiencia. ¿Que no te suena de nada? Anda, pasa y te cuento algunos detalles.

Cita con el destino

Fue a través de Twitter que hace poco llegué a un estupendo artículo de María Mikhailova en el que recomendaba con pasión el documental No soy tu gurú, acerca de uno de los seminarios motivacionales más reconocidos del coach y motivador Tony Robbins denominado…

Cita con el destino

En su artículo María te explica de maravilla lo que vas a encontrarte en dicho documental, analizando de paso con profundidad algunas de las claves motivacionales y transformadoras que para ella en él se muestran, por lo que te recomiendo leerlo si te interesa el tema.

¿Alguna pista?

Se trata de un intenso seminario presencial de 6 días consecutivos de duración, de 12 horas cada día, con unos 2500 asistentes de más de 70 países, y que te regalan sobretodo emociones en forma de pasión, fuerza, exaltación, dolor, sufrimiento, lágrimas, amor, agradecimiento y sobretodo transformación, muchas transformaciones.

María también te cuenta cómo puedes verlo a través de la plataforma Netflix, cosa que sin embargo yo no hice, ya que pude encontrarlo en youtube, algo que tú también puedes hacer realizando una sencilla búsqueda 😉 .

Por mi parte decir que me ha parecido un documental excelente, con una realización impecable y un mensaje profundo, tan intenso que me ha tocado la fibra hasta el infinito y más allá, consiguiendo emocionarme hasta el llanto en más de una ocasión.

Y sobre Tony Robbins decirte que es, entre otras muchas cosas, uno de los autores sobre desarrollo personal que primero entraron en mi mundo cuando, llegado el momento, creció mi interés y mis ganas de evolucionar como persona con el fin de intentar mejorar mi bienestar y mi vida.

Estas son las cuatro perlas suyas que he leído hasta el momento, y que sin duda te recomiendo:

Libros de Tony Robbins

Tony es un gran motivador que me gusta mucho, y con el que me identifico debido a la forma que tiene de expresarse y de interaccionar con las personas al usar un lenguaje muchas veces vulgar o soez, el humor, y unas formas también bruscas que seguro a muchos no les parecerán nada correctas (igualito que yo, vamos 🙂 ).

Pero son precisamente esas formas y ese lenguaje lo que le hace destacar y tener éxito en lo que propone, consiguiendo que las personas accedan a los recursos exactos que necesitan en ese momento para dar el salto y obtener los resultados que desean, consiguiendo transformaciones realmente asombrosas, algunas de las cuales podrás ver en el documental.

Aunque por otra parte también creo que la mayoría de la gente que asiste a este tipo de seminarios lo hacen con una predisposición, inquietudes e historias personales que promueven mucho la conexión a un nivel emocional muy profundo, tanto entre ellos como con el propio Robbins y su equipo, lo cual facilita en cierto modo la tarea… o no.

Yo mismo estuve cerca de asistir a uno de sus seminarios en Londres hace unos años, pero al final no fui lo suficientemente valiente, o no estaba lo suficientemente desesperado.

Para mejorar en la vida se necesita inspiración o desesperación. Tony Robbins.

¿Por Qué Haces Lo Que Haces?

Durante el documental Robbins contesta algunas interesantes preguntas sobre sí mismo, como por ejemplo acerca de por qué hace lo que hace, y qué es lo que lo mueve a hacerlo, ante lo cual argumenta:

Para mí es una auténtica obsesión hacer todo lo que esté en mi mano para que la gente deje de sufrir. La obsesión de abrirse paso, la obsesión de ayudar. Soy adicto a ella porque me hace sentir que mi vida tiene un significado profundo.

Es el sufrimiento en mi propia vida lo que no me permite que nadie más sufra si es que puedo hacer algo sobre eso. Sé cómo se sienten y no quiero que nadie se sienta así.

¿Qué nos está diciendo con esto?

Ni más ni menos que está obsesionado porque es un adicto a la satisfacción y bienestar personal que hacer lo que hace le genera, lo cual está motivado por sus particulares experiencias en cuanto al sufrimiento se refiere, por su entrega y sacrificio, y por sus capacidades innatas y cultivadas para comunicar y conectar con los demás.

Esto nos revela un mensaje profundo acerca de lo que en última instancia nos mueve cuando hacemos o perseguimos algo, incluso cuando somos altruistas, generosos o solidarios con los demás.

Lo que digo es que, en el fondo, lo que nos mueve incluso cuando somos altruistas tratando de ayudar a otros, es nuestra propia satisfacción y bienestar, nuestro placer, nuestra recompensa.

Somos altruistas porque proporcionar bienestar a otros nos lo proporciona a nosotros mismos.

Y el propio Robbins no es ninguna excepción, y así lo reconoce.

El dolor es una bendición

En cuanto a la afirmación que hace acerca de que el dolor es una bendición he encontrado una cierta incongruencia.

Por un lado Robbins nos dice que nuestras peores experiencias, que suelen ir acompañadas de mucho dolor y sufrimiento, son una bendición ya que nos ayudan a ser más conscientes, a crecer y a desarrollar empatía y compasión por los demás, pudiendo así pasar a ayudarlos de la mejor manera posible.

Pero por otro lado el afirma que su obsesión es hacer todo lo que esté en su mano para que nadie más tenga que sufrir nunca.

Pues como lo consiga adiós consciencia y crecimiento me parece.

Porque si con tu “misión en la vida” te dedicas a intentar erradicar el sufrimiento, ¿no estás también cortando la supuesta progresión de las personas hacia su mejor versión?

Entiendo su enfoque y estrategia, lo que quiere transmitir y su necesidad de hacer lo que hace, porque de algún modo yo también siento esa misma necesidad, pero no creo que todas nuestras malas experiencias sean positivas o aprovechables, de hecho muchos no las pueden ni contar, aunque sí que puedan servir para los que se quedan.

¿Que quizá si considerasen esas difíciles situaciones como si fuesen una bendición las superarían?

Quizá.

Humanos para lo Bueno, Humanos para lo Malo

En otra de sus intervenciones Robbins se encuentra con la desgarradora historia que le relata una chica brasileña que ha sufrido todo tipo de abusos desde la infancia, la cual le provoca un auténtico torrente de emociones que le conducen al llanto (a él y a mí debo añadir).

Preguntado por qué sintió en ese momento responde:

“Lo que le hicieron fue inhumano.”

Pues tengo que decir que a mí no me lo parece. Más bien todo lo contrario porque esos comportamientos son específicamente humanos.

Solemos recurrir al término “humanidad” refiriéndonos exclusivamente a las cualidades que consideramos positivas, como pueden ser la empatía, la solidaridad o el amor, y dejando de lado otras cualidades no tan bondadosas que sin duda también son muy “humanas” tales como el odio, el rencor o el desprecio, por mencionar algunas.

Yendo incluso más lejos solemos decir que algo es “inhumano” (como hace Robbins) cuando nos parece que es tan terrible y difícil de asimilar que no queremos asociarlo a nuestra condición. Pero son precisamente esas conductas odiosas las específicamente humanas.

Es lo que hay.

Las emociones y el intelecto humanos están presentes en las conductas hermosas y en las repugnantes, en las admirables y en las despreciables, en las historias felices y en los peores dramas.

Para bien y para mal eso es humanidad.

Reconozcámoslo de una maldita vez y comuniquemos en consecuencia.

Quédate en tu cabeza Y estás muerto

Esta es otra de las frases que más tiempo permaneció navegando por mi mente después de ver el documental, precisamente porque un pensamiento se empeñó en circular una y otra vez por un camino de ida y vuelta con muchas curvas:

“Estoy muerto joder… estoy muerto…”

¿Y qué nos dice?

Nos dice que nuestra inteligencia en forma de increíble capacidad para racionalizarlo todo, puede ser también una sentencia de muerte en vida, o directamente matarnos, si es que no somos capaces de armonizarla con nuestras emociones, con eso que solemos llamar “el corazón”.

Mírate al espejo y date cuenta de que, a quién ves, es y va a seguir siendo tu mayor enemigo por el resto de tu vida.

Esta maravillosa frase que aparece en un diálogo de la película Creed, la leyenda de Rocky, esconde en cierto modo la misma verdad.

Tenemos un cerebro poderoso, con unas capacidades asombrosas que pueden conducirnos a obtener logros impresionantes, pero al mismo tiempo puede ser un cabronazo que nos limita hasta hacernos de lo más infelices, consiguiendo que nos encaminemos hacia el más profundo de los abismos.

Son emociones como el amor, la pasión, el sufrimiento, la alegría o la tristeza, las que más nos impulsan a la hora de pasar a la acción en busca de un objetivo, las que consiguen movilizarnos y que perseveremos, las que promueven la empatía, la solidaridad y la cooperación para conseguir aquello que nos propongamos.

Todo lo que precisamente Robbins usa con gran maestría en sus transformaciones.

Nuestro jinete racional y nuestro elefante pasional deben caminar juntos en la misma dirección.

El jinete aporta la guía y el rumbo, el elefante la fuerza y la motivación.

¿Qué necesito para ser feliz?

Dice Robbins que cuando la gente le pregunta qué se necesita para ser feliz siempre responde lo mismo:

PROGRESO

Y estas son sus claves:

El progreso equivale a felicidad incluso si no estás dónde quieres estar.

Si estás en el camino, si estás progresando, te va a encantar porque te vas a sentir vivo.

No importa cuan exitoso seas, si dejas de crecer, empiezas a morir por dentro.

En lo que te enfocas afecta masivamente a cómo te sientes, ya sea si estás prosperando o sobreviviendo.

Enfoque equivale a poder.

Si te enfocas en tu pasado, en lo que no puedes controlar, en lo que te falta, eso te hará sentirte frustrado, abrumado y deprimido.

Si quieres progresar tienes que enfocarte en lo que tienes y en lo que puedes hacer.

 Debes encontrar una historia que sea lo suficientemente poderosa para pasar a la acción, una historia que te permita realizar tu progreso.

Porque con una historia mediocre nunca encontrarás la estrategia, y seguirás con las mismas excusas de que no puedes hacerlo.

• Eso significa que no te has comprometido a dar todo lo que tienes, a quemar tus naves.

Si quieres salvar tu jodida isla, quema todas tus jodidas naves.

Porque cuando la gente está entre morir o conseguir el éxito, tiende a conseguir el éxito.

De Vuelta a Casa

Respiras porque estás vivo, cierto.

Pero es aprendiendo a respirar mejor que podrás VIVIR con mayúsculas.

Cierra los ojos y pon las dos manos sobre tu corazón.

Respira profundo y siente sus latidos, su fuerza.

Siente la emoción de estar aquí y de ser quién eres.

Siente la gratitud por un pasado que te ha llevado hasta aquello en lo que te has convertido.

Cuando se sana al niño es cuando aparece el hombre.

Grita por haber descubierto quién eres en realidad.

Y que ese sonido te acompañe para siempre.

 

El artículo Cita Con El Destino: Quédate En Tu Cabeza Y Estás Muerto ha sido publicado por Juan en aprendizajeyvida.com.

Encantado de Conocerme, Y de Desnudarme… o No

0
0

Encantado de conocerme es el título de uno de los últimos libros que he leído y que me ha dejado huella por los grandes descubrimientos que a través de él he podido realizar. Un motivo perfecto por el que crear este artículo con el fin de compartir contigo algunos de sus tesoros ¿no crees?

Encantado de conocerme

Empiezo por contarte que el autor de encantado de conocerme es el escritor y conferenciante Borja Vilaseca, un tipo con una historia personal cuando menos inquieta, de tempranas búsquedas y descubrimientos, y que afirma haber encontrado el propósito de su existencia que define como…

Democratizar la sabiduría, haciendo accesible el conocimiento para que otros buscadores aprendan a ser felices y sepan para qué están aquí, emprendiendo una función profesional útil, creativa y con sentido al servicio de los demás.

No sé a ti pero a mí me suena realmente bien, sobretodo cuando menciona a otros buscadores, lo que yo entiendo como personas para quien su vida es una búsqueda, porque te aseguro que me siento identificado con eso.

Volviendo al libro decir que aborda el tema del desarrollo personal partiendo de la base de que, para avanzar con paso firme, resulta fundamental mejorar en el conocimiento de la personalidad propia, el averiguar quién y cómo somos realmente, qué es lo que nos ha llevado hasta este estado, y proponiéndonos para conseguirlo una herramienta denominada Eneagrama.

Portada libro

El Eneagrama

Podría (y voy a) definir el eneagrama como un manual de instrucciones de la condición humana mediante el cual podemos comprender las motivaciones profundas que hay detrás de nuestras conductas y actitudes. Una especie de guión más o menos estructurado que puede guiarnos dentro de nuestro laberinto mental y emocional.

Un mapa de nuestra personalidad que nos ayudará a conocer por qué y para qué somos una parte ego y otra esencia, enseñándonos a diferenciar cual es una y cual es la otra, y cómo podemos armonizarlas para identificar y trascender nuestras limitaciones y condicionantes en pos de alcanzar nuestra mejor versión.

Una herramienta que no solo nos ayudará en el conocimiento de nuestro mundo interior, sino también en el del mundo interior de los demás, comprendiendo por qué piensan y se comportan como lo hacen, y contribuyendo de esta forma a mejorar nuestras relaciones en cualquier ámbito.

Actualmente se considera una herramienta tan útil y práctica que incluso está siendo utilizada por psicólogos, psiquiatras, psicoanalistas, coachs y otros profesionales relacionados con el fin de darle un enfoque más objetivo a sus terapias. Incluso departamentos de recursos humanos de empresas están utilizando el eneagrama para desarrollar la inteligencia emocional de las personas que trabajan en ellas.

Pero como dice el propio Borja, y no puedo estar más de acuerdo…

No te creas nada de lo que estoy diciendo hasta que lo hayas comprobado por tu propia experiencia.

9 Eneatipos

Según el eneagrama venimos a este mundo con un modelo mental predeterminado, una estructura mental innata en forma de carácter (esencia) a partir de la cual, y por medio de las experiencias vitales, se va conformando nuestra personalidad (ego).

Todos nacemos con nueve cualidades o virtudes inherentes a nuestra condición humana:

  • Serenidad
  • Humildad
  • Autenticidad
  • Ecuanimidad
  • Desapego
  • Coraje
  • Sobriedad
  • Inocencia
  • Acción consciente.

Sin embargo es solamente una de estas cualidades la que determina en mayor medida nuestra esencia, nuestro modelo mental predeterminado.

En estos principios se basa el eneagrama para hablarnos de nueve eneatipos, es decir, nueve modelos mentales, esqueletos psicológicos o tipos de personalidad, que rigen todos nuestros comportamientos.

Los nueve eneatipos se clasifican a su vez dentro de tres tríadas:

  • Sentimiento
  • Pensamiento
  • Instinto

Las cuales representan los tres centros vitales que todos albergamos en nuestro interior:

  • Emocional
  • Intelectual
  • Visceral

La tríada a la que pertenecemos nos muestra cual es el componente de nuestra psique que está más tiranizado por nuestro ego. El lugar de nuestro cuerpo (corazón, cabeza o vientre) desde donde surge la primera reacción automática de nuestro ego, así como el centro vital dominante en el que se concentran nuestros problemas y conflictos emocionales.

De esta manera la clasificación de los eneatipos es como sigue:

TRÍADA DEL SENTIMIENTO (centro emocional)

Eneatipo 2

Ego: El ayudador (agradador, complaciente, salvador, manipulador, orgulloso, victimista, adulador y dependiente).

Esencia: Humildad (afectuoso, generoso, bondadoso, independiente, empático, altruista, amoroso y libre).

Eneatipo 3

Ego: El triunfador (eficaz, camaleónico, vanidoso, ambicioso, competitivo, presumido, falso y adicto al trabajo).

Esencia: La autenticidad (emprendedor, motivador, honesto, admirable, valioso, conectado, estimulador y competente).

Eneatipo 4

Ego: El especial (trágico-romántico, artista, melancólico, soñador, incomprendido, egocéntrico, desequilibrado y dramático).

Esencia: La ecuanimidad (equilibrado, profundo, original, creativo, revelador, sensible, objetivo y realista).

TRÍADA DEL PENSAMIENTO (centro intelectual)

Eneatipo 5

Ego: El observador (frío, distante, solitario, racional, austero, ermitaño, teórico y reservado).

Esencia: El desapego (visionario, sabio, cercano, comprensivo, interdependiente, innovador, curioso y comprometido).

Eneatipo 6

Ego: El dubitativo (desconfiado, inseguro, miedoso, preocupado, indeciso, pesimista, cobarde y ansioso).

Esencia: El coraje (fiel a sí mismo, tranquilo, inspira valores, sólido, digno de confianza, valiente, heroico y que tiene fe).

Eneatipo 7

Ego: El entusiasta (gracioso, planificador, hedonista, hiperactivo, insaciable, superficial, disperso y glotón).

Esencia: La sobriedad (alegre, natural, agradecido, calmado, maduro, vital, presente y dichoso).

TRÍADA DEL INSTINTO (centro visceral)

Eneatipo 8

Ego: El desafiador (desenmascarador, protector, justiciero, jefe, vengativo, agresivo, controlador y duro).

Esencia: La inocencia (justo, magnánimo, tierno, intuitivo, líder, sensato, constructivo y poderoso).

Eneatipo 9

Ego: El indolente (‘nadie especial’, perezoso, mediador, acomodado, invisible, apático, escuchador y pasivo).

Esencia: La acción consciente (sanador, resistente, participativo, enérgico, sosegado, dinámico, proactivo y pacífico).

Eneatipo 1

Ego: El reformador (perfeccionista, juez, idealista, exigente, impaciente, intolerante, moralista y prepotente).

Esencia: La serenidad (íntegro, discernidor, inspirador, aceptador, disciplinado, relajado, compasivo y flexible).

Los 9 eneatipos

– – – – –

Existe un procedimiento específico que debe seguirse para descubrir con exactitud cual es nuestro eneatipo, además de diversas interacciones y derivaciones entre ellos (que se muestran en la foto superior), pero no quiero extenderme tanto con este artículo, por lo que te recomiendo que leas “encantado de conocerme”, cualquier otro libro sobre el eneagrama, o busques en internet información si quieres conocer mas detalles.

Aunque también puede que tú y yo pertenezcamos al mismo eneatipo, con lo cual lo que viene a continuación quizá te resulte más que interesante.

Encantado de Conocerme, Y de Desnudarme

Ha llegado el momento de que comparta contigo los principales rasgos y características del eneatipo 5, con el que yo me identifico plenamente, y que me describe con más profundidad que cualquier otra herramienta que haya conocido antes.

Eneatipo 5

PATRONES DE CONDUCTA DEL EGO: EL OBSERVADOR

Frío, distante, solitario, racional, austero, ermitaño, teórico y reservado.

• En presencia de otras personas, sobretodo desconocidas, se desconecta de sus sentimientos y emociones.

• Reúne y acumula información sin sentirse jamás preparado para la acción. Es un gran teórico, pero tiene miedo de enfrentarse a la realidad.

• No es muy expresivo con quienes le rodean; prefiere estar solo y rodearse de su universo intelectual, dónde se siente más cómodo y seguro.

Intenta mantener su independencia reduciendo al mínimo sus necesidades.

El miedo al compromiso le lleva a estar solo; la mente es su refugio, y los libros su compañía preferida.

Le abruman las personas excesivamente extrovertidas, especialmente si hablan sin pudor acerca de su vida íntima.

Es muy reservado y distante; muy selectivo a la hora de incluir a personas en su mundo; no suele compartir lo que siente sino que habla de lo que piensa.

La curiosidad le lleva a investigar por qué las cosas son como son; se siente cómodo racionalizando todo lo que pasa.

Posee una enorme capacidad para la investigación y el análisis; se desenvuelve con muchas facilidad en el mundo de la mente y las ideas.

Es tan austero que incluso puede llegar a escatimar en afecto y cariño; no le gusta implicarse, sobretodo emocionalmente.

Le incomodan las situaciones demasiado emocionales; no le gusta hablar de lo que siente porque cree que compartiendo sus sentimientos los perderá.

• Suele convertirse en experto en alguna materia de conocimiento, o en un adicto a la “acumulación intelectual”.

Su marco de referencia a la hora de tomar decisiones es interno, es decir, basado en su mundo interior y no en las opiniones de los demás.

ACTITUDES EGÓTICAS

Acumulación de conocimiento y teoría, pero muchas dificultades para llevarlo a la acción y experimentarlo en el mundo real.

Creer que debe protegerse del mundo, y que compartiendo sus recursos los perderá.

Afán por acumular y ahorrar energía, dinero, tiempo, emociones o sentimientos, que le hace creer que siendo un mero observador de la vida podrá evitar implicarse y comprometerse demasiado con los demás.

Querer ser visto como alguien inteligente, perspicaz, austero y prudente, que no necesita nada ni a nadie. Siente por dentro una avaricia que podría definirse como la sensación de que carece de recursos y energía para compartirse emocionalmente con los demás.

Huye de personas demasiado emocionales que le llevan a conectar con sus sentimientos más profundos.

Suele resumir, sintetizar, esquematizar, teorizar, explicar, racionalizar. Y lo hace con parquedad, escogiendo cuidadosamente las palabras.

• Le preocupa si los demás le van a pedir que dedique tiempo, energía y recursos, especialmente en el plano emocional.

• Suele comunicar ideas de todo tipo, marginando por completo el plano emocional del asunto que comenta. Es muy poco expresivo y suele parecer frío y distante.

SISTEMA REPRESENTACIONAL Y DE PERCEPCIÓN PRIMARIO: AUDITIVO

Cada persona percibe el mundo de una manera individual y específica a través de cinco sistemas de percepción que se corresponden con cada uno de los cinco sentidos, si bien realiza la asimilación de lo percibido influenciada en mayor medida por un sistema principal o primario, que también usa para expresar sus experiencias.

En el eneatipo 5 este sistema principal suele ser el auditivo, que muestra las siguientes peculiaridades:

• Percibe la realidad desde los sonidos y las palabras.

• Habla con ritmo pausado, regular y comedido y tiende a elegir su vocabulario con precisión.

• Suele emplear expresiones referidas a sonidos como “me suena bien” o “no sintonizo con eso”.

• Aprende desarrollando los conceptos en su mente. Memoriza a través de procedimientos y secuencias.

• No es especialmente espontáneo porque necesita pensar primero las cosas.

• Habla mucho consigo mismo creando largos diálogos internos.

• Se guía por la lógica y los hechos a la hora de tomar decisiones.

RECUERDOS DE LA INFANCIA

Asocia su infancia con el temor a ser abrumado emocionalmente por sus padres y/o hermanos, que tendían a invadir demasiado su intimidad. E incluso recuerda haber aprendido que, para sentirse seguro y confiado, debía refugiarse en su mente.

Probablemente vivió alguna situación que le provocó una fuerte sensación de inseguridad ante los demás, provocada por amenazas o castigos (no necesariamente de sus padres). Su mecanismo de defensa se desarrolló tomando consciencia permanente de la amenaza que potencialmente suponían los demás.

Así, poco a poco interiorizó que para sentirse seguro y protegido debía aislarse del mundo y evitar implicarse emocionalmente con los demás. Y para evitar la amenaza se tornó solitario, lector empedernido, coleccionista nato (hasta de las cosas más raras) y clasificador.

Tuvo pocos amigos y éstos poco comunes.

Independiente y crítico, evitaba el enfrentamiento físico.

Niño serio que se sintió controlado e ignorado.

MIEDOS Y DESEOS INCONSCIENTES

Su miedo más profundo es ser ignorante, impotente e incapaz de vivir en el mundo, así como expresar y compartir sentimientos.

Teme no estar a la altura de las exigencias emocionales de los demás, y por eso se refugia en la soledad de sus pensamientos.

Su deseo más inconsciente es entender el mundo que lo rodea para poder compartirse con los demás, cosa que lo lleva a convertirse en una persona especializada en alguna materia de conocimiento.

ACTITUDES INSANAS

Después de un periodo de estrés, y temiendo que se cumpla su miedo básico (ser ignorante e incapaz de vivir en el mundo), suele hacer sentir a los demás de esta misma forma mediante batallas dialécticas.

Se encierra en sí mismo, aislándose de los demás, evitando así cultivar vínculos emocionales, sentimentales y afectivos.

No suele tener en cuenta que quizá los demás no deseen su enfoque lógico de las cosas; que quizá prefieran que pensamiento y sentimiento estén más integrados.

SEÑAL DE PELIGRO

Creer que tiene que apartarse de la realidad en general, y de las personas de su entorno en particular, para sumergirse en teorías, conceptos e ideas donde sentirse protegido y seguro.

PUNTO DE INFLEXIÓN

Darse cuenta de que dedica demasiado tiempo y energía a estudiar y a investigar todo tipo de materias para huir de su miedo a compartir sus sentimientos con los demás, y tomar conciencia de las consecuencias que le está suponiendo aislarse del mundo.

Si llega a la conclusión de que su verdadera esencia no es la de refugiarse en sus pensamientos para aprender a vivir, estará dando sus primeros pasos para encontrar su desapego interior.

SU VERDADERA ESENCIA: EL DESAPEGO

Visionario, sabio, cercano, comprensivo, interdependiente, innovador, curioso y comprometido.

Un desapego interior que parte de la premisa de que la felicidad propia solo depende de uno mismo, al igual que la felicidad de los demás solo depende de ellos. Que sustituye a la avaricia como la pasión dominante de su ego.

Al empezar a fluir de manera natural con su esencia se vuelve más objetivo y menos encerrado en la soledad de sus pensamientos subjetivos, conectando con su energía instintiva para adquirir más confianza y seguridad en si mismo para compartirse con las personas a las que ama.

Dejando de refugiarse en sus pensamientos e implicándose más emocionalmente en la vida de los demás.

Descubriendo que es capaz de procesar sentimientos reprimidos durante mucho tiempo y que puede expresarlos a sus seres queridos.

… O No

Me he y me han desnudado muchas veces por fuera, pero nunca antes nada ni nadie lo había hecho de una forma tan minuciosa por dentro.

Si bien he de añadir que los eneatipos del eneagrama no describen de un modo completo a un individuo, ya que no nos dicen nada significativo acerca de la historia y experiencias de las personas, o de la calidad de su carácter, inteligencia o talentos.

Las personas son mucho más que su eneatipo.

Sin embargo sí que son una herramienta de conocimiento importante desde la que comprender las intenciones y la lógica de nuestros comportamientos y de los comportamientos de los demás.

No se trata de una varita mágica que al agitarla pone fin a todos nuestros males, pero sí es un instrumento útil para empezar a ser más conscientes de cuáles son los mecanismos psíquicos que nos mantienen encasillados, y esclavizados.

Quien potencialmente más daño puede hacernos es quien peor está consigo mismo.

De ahí la importancia de conocerse… y de conocernos.

Como decía Hermann Hesse…

La verdadera profesión del ser humano consiste en encontrar el camino hacia sí mismo.

¿Y tú?

¿Con que eneatipo te identificas?

[Si te interesa averiguarlo te invito a visitar el canal de youtube de Borja Vilaseca dónde encontrarás vídeos con geniales descripciones de cada uno de ellos.]

[La foto de cabecera está hecha en el parque nacional de los Picos de Europa (España), concretamente en una zona a la que se accede subiendo por el teleférico de Fuente Dé]

 

El artículo Encantado de Conocerme, Y de Desnudarme… o No ha sido publicado por Juan en aprendizajeyvida.com.

Deja ya de mentirte, todo lo que haces lo haces por ti

0
0

Deja ya de mentirte. Deja ya de engañarte y de intentar engañarnos. Todo lo que haces lo haces por ti. Deja ya de rechazar algo que es natural, instintivo, básico, permanente, inevitable… y necesario.

Deja ya de mentirte

Vaya cara que has puesto.

Sí, lo sé, es la que tienes.

¿Te parece una introducción agresiva?

¿Arriesgada?

¿Falsa?

Deja ya de mentirte.

Todo será más fácil, y es más que probable que te sientas mejor.

Repite conmigo…

Todo lo que hago lo hago por mí.

Y créetelo.

Pero como estoy convencido de que tú no lo estás (convencido), voy a seguir disparándote flechas envenenadas no con el fin de matarte, sino para que te hagas más libre.

Todo lo que haces lo haces por ti

Albert Einstein, Nelson Mandela, Teresa de Calcuta, Martin Luther King, Marie Curie, Mahatma Gandhi, Juan Núñez…

¿Qué crees que tienen en común todas estas personas… y algún personaje?

Quizá hayas pensado en que todos ellos son figuras relevantes que consiguieron pasar a la historia por sus grandes logros a diferentes niveles.

Y así es, pero quiero hablarte de otra característica o condición que no solo comparten entre sí, sino también con todos los que formamos parte de la raza humana, y por la que por supuesto no han pasado a la historia…

Todos ellos perseguían en el fondo su propia satisfacción personal.

Lo cual no me parece para nada negativo, sino que muy al contrario, resulta algo imprescindible para evolucionar y progresar como individuos y como sociedad, sobretodo cuando la satisfacción propia contribuye también al beneficio ajeno.

Empiezo por intentar responder para ti algunas preguntas que te confundan hacia ninguna parte…

¿Quién eres?

Hazte un favor y no te hagas esta pregunta.

¿Qué eres?

Un organismo biológico con conciencia propia y capacidades intelectuales indefinidas.

¿Qué haces?

Mantenerme vivo.

¿Por qué lo haces?

Por instinto.

¿Para qué lo haces?

Para satisfacer mis necesidades y obtener bienestar.

Sí, ya sé que parece el diálogo con un Terminator (y quizá lo sea 😉 ) , pero considera como clave del estresante asunto la respuesta a la última pregunta…

¿Para qué haces lo que haces?

Pues resulta, más bien afirmo, que todo lo que hacemos persigue de alguna manera el fin último de satisfacer nuestras propias necesidades obteniendo placer o escapando del dolor, aunque muchas veces no sepamos verlo, y otras no queramos reconocerlo, que es lo que a mí más me interesa subir ‘a la palestra’.

Lo tengo muy claro, meridiano, y hasta paralelo.

Todo lo que hago lo hago por mí.

Y si rebuscas en las profundidades de tu ser también llegarás a la misma conclusión.

Todo lo que haces lo haces por ti.

El fin último que perseguimos con todos nuestros comportamientos es siempre el de satisfacernos a nosotros mismos cubriendo nuestras humanas necesidades.

Y lo hacemos por nosotros, no por los demás, aunque como esto va asociado al maltratado concepto  de ‘egoísmo’, nos inclinamos a pensar que lo hacemos por otros, lo cual persigue el único fin de que nos sintamos bien para con nosotros y para con la sociedad.

¿Puedes ver la paradoja?

Según la RAE egoísmo es un inmoderado y excesivo amor a sí mismo, que hace atender desmedidamente al propio interés, sin cuidarse del de los demás.

Pues resulta, señores y señoras de la RAE, que absolutamente todo lo que hacemos atiende a nuestro propio interés, así que ya me explicarán ustedes que pinta en la definición el término ‘desmedidamente’.

Aunque estamos de acuerdo en que si ese interés perjudica a los demás como norma, no resulta demasiado ‘saludable’ socialmente hablando.

Un interés que adopta la forma de necesidades muy diversas, entre otras…

Asentándose todas ellas sobre un gigantesco y egocéntrico pedestal que lo sostiene todo…

La búsqueda permanente de todo lo que nos hace sentir bien, o nos aleja de sentirnos mal.

Deja ya de mentirte

Tú y yo sabemos de las infinitas y retorcidas formas que puede adoptar aquello que nos satisface.

deja-ya-de-mentirte-2

Me viene a la mente la conocida canción de Bryan Adams “todo lo que hago lo hago por ti”, que ya rescaté en este artículo sobre la sabiduría de amar, y que viene a cuento porque, aunque no suene tan idílico, su verdadero título debería ser “todo lo que hago lo hago por mí”.

No busca nuestro amor satisfacer a los demás, sino llenar nuestros propios vacíos.

Y resulta que esto se aplica a cualquier otro comportamiento que se te pase por la mente.

Es inevitable.

Así que tanto si estás de acuerdo conmigo como si no, al final del artículo encontrarás un bonito cuadro para escribir lo que piensas, y para intentar cruzarme virtualmente la cara con tus argumentos (de ‘duelos al sol’ tratamos más adelante).

Da igual que hablemos de actuar en plan filantrópico, de proteger al indefenso, cuidar de los más necesitados, arriesgar la vida por alguien, morir para salvar a otro, suicidarse, asesinar, torturar, violar… o escribir un blog.

Tras todo ello siempre se esconde lo mismo…

La necesidad de cubrir nuestras necesidades, y la satisfacción que ello nos produce.

Búscalas en tu interior… si te consideras lo suficientemente valiente.

A mí por ejemplo me da un ‘egoísta’ gusto que no veas buscar siempre ser lo más auténtico posible.

Y oleadas de ‘orgulloso’ placer defender con ira, fuego (y algo de alcohol) la naturalidad, la honestidad y la transparencia.

Lo cual por cierto también estoy buscando con este artículo 🙂 .

Pero no pretendiendo ayudar a nadie ni cambiar a nadie porque sé que no puedo, aunque a veces se me olvida.

Ni yo ni cualquiera que escriba un blog lo hace con el fin de ayudar a otros.

Y además que esto suceda es tan solo una consecuencia que no depende de quién lo escribe, sino de quien lo lee.

No dejes que te engañen.

El verdadero fin perseguido es ayudarse a uno mismo buscando rellenar los muchas veces profundos agujeros que fabrica la necesidad.

Tratar de ayudar a otros no es más que un medio para ayudarse a uno mismo.

Lo cual no es un ataque ni una crítica intencionada para quienes ignoran esto, pero sí para quienes lo ocultan a sabiendas intentando aprovecharse, así que puedo entender que a estos últimos les resulte una jodida y endiabladamente descarada aclaración.

Aunque también te digo que buscar el beneficio propio desde la transparencia y la honestidad para con los demás, me parece una de las mejores formas de contribuir al beneficio ajeno.

Y aún digo más.

Resulta imprescindible.

Porque será el combustible que hará que tu motor suene mucho mejor, y que sea más eficiente para ganar carreras.

Solo tú puedes cambiarte

Deja ya de engañarte.

Nadie ayuda a nadie ni nadie cambia a nadie. Solo uno puede ayudarse y cambiarse a sí mismo.

Por eso a menudo me resulta chocante la atribución de estos méritos a otros, en vez de a uno mismo.

El secreto para obtener lo que necesitamos no está en nada de lo que nos ofrecen los demás, está en cómo procesamos todo lo que de ellos nos llega.

Me gusta la palabra inspiración para definirlo porque es un término que descarga la responsabilidad sobre nosotros, atribuyéndonos lo que nos corresponde así nos salga bien o nos salga mal.

Y además…

Tú no me inspiras, me inspiro yo solito con lo que recibo de ti.

Que te quede bien claro que cuando escribo y publico un asombroso artículo, lo primero que busco es satisfacer mis propias necesidades, y lo segundo es que, tanto si te ha servido para algo como si no, el mérito es exclusivamente tuyo.

Tengamos en cuenta que aunque a ti quizá te sirva, habrá otros muchos a los que ‘les resbale’.

¿Dónde está la diferencia?

El artículo dice exactamente lo mismo para todos, pero la forma de procesarlo, la interpretación particular de cada persona que lo lea, puede ser completamente distinta.

Deja ya de rechazarte.

Sienta bien agradecer.

Pero empieza por ti mismo.

Y después salpícame si quieres.

Asume las responsabilidades de todos tus comportamientos.

Hazte consciente de que todo lo que haces lo haces por ti.

Y aprende a utilizarlo en beneficio de todos.

– – – – –

Quizá debiera terminar, para aplicar el ‘manual del buen blogger’, haciéndote algunas preguntas con el fin de que participes con tus comentarios, te sientas escuchado e importante, y sobretodo hagas más relevante y visible el artículo para mi propio beneficio y satisfacción.

¿Estás esperando esto?

Pues mira bien porque lo acabo de hacer… a mi manera 😉 .

Paz y amor.

Guerra y odio.

Ya sabes…

Necesidades humanas básicas.

[Foto realizada en las fuentes del hotel Emirates Palace de Abu Dabhi]

El agua moja, el cielo es azul, las mujeres pelean, los hombres lloran...

El artículo Deja ya de mentirte, todo lo que haces lo haces por ti ha sido publicado por Juan en aprendizajeyvida.com.

Vive despacio, llega a viejo, y olvídate del jodido cadáver

0
0

Bonito guión este de ‘vive despacio, llega a viejo, y olvídate del jodido cadáver’, sobretodo porque lo he rumiado yo solito en momentos de desesperada inspiración. ¿Que ni lo sabes ni te interesa? Pues deja que te diga que por mucho que te resistas no tienes nada que hacer antes mis técnicas de black-marketing perfeccionadas durante los oscuros años de vida de este blog…

Vive despacio

Al lío.

Seguro que te suena la siguiente frase falsamente atribuida al idolatrado actor James Dean

Vive rápido, muere joven, y deja un bonito cadáver

En realidad esta frase pertenece a un diálogo de la película ‘Knock on any door‘ (llamad a cualquier puerta) dirigida en 1949 por Nicholas Ray, pero eso quizá es lo de menos.

Lo de más es que se trata de un mensaje que parece haberse convertido en una especie de dogma para todos aquellos que dicen perseguir el disfrute máximo de la vida.

Más rápido, más intenso, más de esto, más de aquello…

Craso error.

Y si te preguntas que carajo significa eso de ‘craso’ te diré que se trata de una palabra que se aplica cuando se trata de grandes errores de soluciones complejas, y en ocasiones hasta fatales diría yo.

¿Vas pillando por dónde voy con el título de este artículo?

Un modelo de vida

¿Qué significado tiene para ti eso de vivir al máximo?

Me parece una buena pregunta que deberías plantearte si quieres empezar a clarificar la actitud desde la que poder enfocar tu vida.

Intentaré ayudarte.

Para algunos una supuesta ‘vida top’ puede pasar por encontrar su pasión y convertirla en su trabajo, haciendo honor a la frase ‘trabaja en algo que te apasione y no trabajarás nunca’.

Sin embargo olvidan que cualquier cosa que se convierte en trabajo exige siempre de algún tipo de compromiso para con otros, lo cual transforma el apasionadamente libre placer inicial en un asquerosamente esclavo tedio final.

Convierte tu pasión en tu trabajo y verás lo rápido que te desapasionas.

Como suelo repetir a menudo, uno cree saber lo que quiere hasta que lo consigue, después simplemente quiere otra cosa.

Para otros disfrutar a tope de la vida puede significar experimentar con frecuencia emociones fuertes a través de deportes de riesgo o similares, embriagados por un atractivo halo de absoluta libertad.

Pero no se dan cuenta de que eso les conduce a convertirse en auténticos adictos dependientes de los chutes hormonales lo cual, además de arriesgado, de libre tiene más bien poco.

La realidad es que muchas veces pensar constantemente en ser libres es lo que más nos esclaviza, alejándonos de la actitud tras la que se oculta la verdadera libertad.

¿Y qué tal eso de ahorrar para después coleccionar países en una vuelta al mundo durante una temporadita?

Además de que serán muy buenos clientes para cuando se puedan realizar viajes interestelares (si los pueden pagar claro) ¿realmente saben disfrutar de todas esas nuevas e incesantes experiencias?, ¿saben paladearlas a fuego lento, sin palo selfie revoloteador mediante, y postureos sociales indeterminados?

Seguro que sí, pero no son precisamente los ejemplos que suelen llegarme.

¿O qué te parece convertirte en un nómada digital que puede manejar su negocio desde cualquier parte del mundo? (Siempre y cuando dispongas de una conexión a internet y algún que otro enchufe eso sí).

Pues mi recomendación es que primero te ganes la confianza de alguno de ellos para que así puedas preguntarle si no es oro todo lo que reluce. Y digo ‘te ganes la confianza’ porque si no lo has hecho lo más probable es que no te lo cuente… puede no ser bueno para ‘su negocio’.

Con todas estas ‘andanadas’ te estoy invitando a reflexionar sobre el hecho de que lo importante no es lo que hagas, sino cómo lo hagas.

Al igual que lo importante no es lo que te pasa, sino la manera que tienes de interpretarlo, lo importante tampoco es lo que decides hacer con tu vida, sino la actitud desde la que transitas el camino escogido.

Desde esta perspectiva cualquier opción o situación que elijas podría resultar válida, siempre y cuando te alejes del influjo del ‘vive rápido’, ‘vive intenso’, ‘vive a tope’, ‘revive’, ‘supervive’ o la hostia en verso.

Si realmente quieres aprovechar tu vida al máximo…

Vive despacio

Lo cierto es que actualmente el ser humano vive más tiempo que nunca antes pero…

¿Vivimos mejor?

Sí, ya sé que hoy me ha dado por las jodidas preguntas.

Pues toma postre…

¿Se puede vivir al máximo muriendo al mínimo?

Yo diría que sí, siempre que entiendas que vivir al máximo no va de vivir rápido, sino de vivir despacio.

Camina despacio.

Respira despacio.

Piensa despacio.

Habla despacio.

Escribe despacio.

Lee despacio.

Come y bebe despacio.

Trabaja despacio.

Viaja despacio.

Juega despacio.

Ama despacio.

Folla despacio.

VIVE DESPACIO.

Vive despacio 1

[Sube las cuestas despacio 😉 ]

¡Sé un ‘despaciero’!

O lo que es lo mismo…

Un maestro en el arte de vivir despacio.

Ya lo decía un tal Gregorio Marañón…

La rapidez, que es una virtud, engendra un vicio, que es la prisa.

Vivir despacio es lo que más te acercará a disfrutar de tu vida al máximo.

Te ayudará a estar más presente y a centrar tu atención en eso que disfrutas.

A ser más consciente de lo que haces de forma que todo te resultará mucho más profundo, intenso y placentero.

Sin duda la mejor manera de poder percibir todos los matices que cualquier experiencia puede ofrecernos.

Y desde esta perspectiva…

Llega a viejo y olvídate del jodido cadáver

¿Muere joven?

¿Deja un bonito cadáver?

¡Y una mierda!

Llega a viejo después de haber disfrutado de una vida lo más plena posible, muere en paz, y olvídate de tu jodido cadáver.

Deja que los gusanos se ocupen de él, que algo tienen que comer.

Y si esa idea no te atrae, siempre puedes elegir arder.

Nadie me lo ha dicho pero creo que en ese momento ya no quema.

Quien se preocupa del aspecto de su jodido cadáver para cuando muera, no es más que un jodido cadáver viviente.

Porque una vez muertos…

¿Importará la vida que hayamos llevado?

¿Lo que hayamos hecho o dejado de hacer?

¿Nuestro legado?

¿Que nos recuerden?

Sí… pero a los que permanecen vivos.

¿Lo captas?

La muerte es un proceso natural inevitable e inmutable, y si tienes miedo de tu muerte estás entregando la libertad de tu vida, porque eso te condicionará -para mal- en la forma que tienes de vivirla.

Lo verdaderamente provechoso es aceptarla y usar su omnipresencia para tratar de enriquecer tu existencia. Lo cual por cierto pasa por vivir el momento de la forma más plena posible adoptando la costumbre de vivir despacio.

Tener presente que vas a morir es la mejor manera que conozco de evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder.

Lo creas o no…

Ya estás desnudo.

[Foto tomada delante del Museo del Prado en Madrid. Lo cierto es que me salió un buen culete a pesar de que en realidad voy algo escaso del susodicho 🙂 ]

 

El artículo Vive despacio, llega a viejo, y olvídate del jodido cadáver ha sido publicado por Juan en aprendizajeyvida.com.

Qué harías si pudieras superar tus miedos y revolucionar tu vida

0
0

Superar tus miedos

“Eres el sentido que he dado a este mundo equivocado.”

Al igual que el o la protagonista de esta pintada, que el mundo está equivocado es algo que seguro muchos y muchas hemos pensado alguna vez. Pero resulta que el mundo no está equivocado, sino que nosotros lo interpretamos de una forma inadecuada.

Con el miedo solemos hacer exactamente lo mismo, y lo que es un recurso natural de supervivencia y podría ser una gran herramienta de superación, pasamos a convertirlo en una sensación terrorífica que nos paraliza como si nos hubieran metido una porra eléctrica por el culo (y que conste que si esto te gusta no tengo nada en contra).

Gustos y porras aparte, esta introducción me sirve para presentarte a Tania Carrasco, la autora del artículo de hoy. Una chica auténtica, decidida y luchadora con una historia de miedos, decisiones y superación que la han llevado a construir un proyecto de vida en torno a su página RevolucionaT.com.

Sin duda una persona muy capacitada para hablar de cómo quitarte la porra del culo superar tus miedos revolucionando tu vida, y de paso la de aquellos con quién decidas compartirla.

¡Te dejo con Tania!

ACERCA DEL MIEDO

Superar tus miedos– La gente que tiene miedo es muy cobarde.

– Esas personas tienen un defecto muy grave que les va a arruinar la vida.

– No hay que tener miedo a nada porque eso no hace más que frenarte en tus objetivos.

– Hay que tirarse al vacío siempre que puedas porque solo así vives la vida intensamente.

– Solo la gente que no tiene miedo consigue ser feliz…

¿Cómo te suenan estas afirmaciones?

¡Porque yo no estoy nada de acuerdo!

Evidentemente no estaba hablando en serio. Era una bromita que espero te haya abierto los ojos de par en par mientras leías.

¿Por qué decimos todavía estas patochadas?

Todo el mundo tiene miedo y nadie lo va eliminar de sus vidas por mucho que lo intente. El miedo es una emoción que forma parte de nosotros y que en muchas ocasiones no podemos evitar que se manifieste.

Lo que sí podemos hacer con el miedo es:

Comprenderlo.

Averiguar de dónde viene.

Saber a qué se debe y cómo podemos utilizarlo en nuestro favor.

Nos empeñamos muchas veces en eliminar el miedo, en acabar con él, en aplastarlo y desintegrarlo, y así nos pasamos la vida en busca de un imposible.

¿Qué me dirías si te cuento que el miedo puede ser tu mejor aliado?

¿Qué me dirías si afirmo que el miedo te puede traer muchas cosas buenas?

¿Qué me dirías si te pido que abraces tus miedos y los escuches para conocerte mejor y lograr tus sueños?

QUIÉN SOY Y QUÉ ESTOY HACIENDO AQUÍ

Tania Carrasco

Mi nombre es Tania y hace unos meses atravesé mis miedos y cambié radicalmente de vida porque me apetecía.

Ninguna crisis me ha traído hasta aquí.

En ese deseo de evolucionar creé un blog con la intención de ayudar a las personas a entender sus miedos y a construir la vida que desean, igual que yo estoy haciendo con la mía.

Encontré a Juan por una mezcla de ‘casualidad’ y recomendación, y conecté con su forma de ver la vida. Me reía muchísimo leyendo sus artículos y me atrajo su manera de contar las cosas.

Enseguida me puse en contacto con él y de ahí surgió esta colaboración que le agradeceré siempre.

Muchas personas que me conocen piensan, porque así me lo han hecho saber, que yo no tengo miedo. Pero eso no puede ser.

No es que no tenga miedo, es que hay días que estoy acojonada.

Es cierto que es una emoción que no me dura mucho, pero precisamente porque he trabajado muy duro para entenderla y conseguir que juegue a mi favor.

Gracias a todos mis miedos estoy aquí hablando contigo y trasmitiéndote mi verdad.

Sólo por eso ya ha merecido la pena cagarse en los pantalones.

TIPOS DE MIEDO

Superar tus miedosBuah, paso de hacerte una lista enumerando uno a uno los tipos de miedos según el psicólogo de turno los haya establecido…

En vez de eso quiero hablarte de los tres miedos que más observo en la gente y, cómo no, en mi misma.

Doy por hecho, aunque quizá no debería, que estos miedos también tienen algo que ver contigo:

1. Miedo al fracaso: tienes tanto miedo a que las cosas no salgan bien, que ni las intentas. De lo que podría deducirse que prefieres que no salgan.

2. Miedo al qué dirán: el miedo a lo que los demás piensen de ti te paraliza de una forma absurda e innecesaria.

3. Miedo a lo desconocido: salir de la zona de confort no te da miedo, te da pánico. ‘Más vale malo conocido…’ ¿no?

¡Qué frase tan horrible!

Me atrevería a decir que estos son los miedos que más te preocupan, y si lo pienso en frío, también a mí.

¿En qué momento pasaron a ser mis amigos?

1.Miedo al fracaso

Tenías muchos sueños y muchas ilusiones pero en eso se han quedado. Has preferido no hacer nada que hacerlo y fracasar.

Equivocarse es taaaaaaan malo…

¿Te imaginas que te equivocas y… no pasa nada?

Piensa en todas las cosas que no haces por miedo a fracasar, y piensa que es lo peor que podría pasarte si fracasas.

¿A que no es tan grave?

Vale, sí, es grave de cojones, pero porque siempre te pones en lo peor, así que vamos a darle la vuelta al asunto.

Piensa en lo que pasaría si saliese bien.

Seguramente ahora mismo tengas las mismas probabilidades de que te salga bien que de que te salga mal ¿me equivoco?

Entonces… ¿por qué pensar en lo que puede salir mal?

2.Miedo al qué dirán

Este me encanta, es mi favorito, el miedo a lo que piensen o digan los demás.

Es que solo de escribirlo me da la risa, perdóname.

Me ha importado siempre tan poco este miedo que me cuesta no tomármelo a broma cuando hablo sobre ello.

Pero te pido disculpas otra vez si para ti fuese un gran problema que no te deja vivir.

Lo que dicen los demás es solo lo que dicen los demás. Encima, hagas lo que hagas, siempre tendrás a alguien a quien no le va a parecer bien.

Visto desde esta perspectiva ¿qué carajo importa lo que piense nadie de tu vida?

Por si te sirve de consuelo, las personas que te puedan criticar por lo que haces son las personas que tienen unas vidas vacías.

¿Pobrecitas no?

¿No querrás ser tú una de esas personas?

No se cuál es tu caso pero yo desde luego prefiero estar en el otro lado. Prefiero ser la persona de la que hablen, porque eso significará que he tenido el valor de hacer lo que me salía de las narices, aunque a alguien no le pareciese bien.

Sí, a veces es incluso un acto de rebeldía…

¿Que no puedo? ¿Que no debo? Verás como sí… ¡Toma!

Pero esto no te lo recomiendo. Haz lo que creas que tienes que hacer, lo que te dice tu corazón, independientemente de las opiniones ajenas.

No como un acto de rebeldía sino como un acto de amor incondicional hacia tu persona.

3.Miedo a lo desconocido

Es normal que tengas miedo a lo desconocido ¿quién no lo tiene?

Miedo a un nuevo trabajo, miedo a una nueva pareja, miedo a tener descendencia, miedo a viajar solo, miedo a cualquier cosa que suene a nuevo.

Bueno, no a cualquier cosa, porque a un coche nuevo no le tienes miedo ¿a que no?

Curiosamente, esas cosas que te dan miedo por novedosas, son las que más enriquecen tu vida.

Todo lo que te da miedo porque nunca lo has hecho tendría que formar parte de tu lista de prioridades.

Si estás deseando esquiar pero tienes miedo porque nunca lo has hecho, y no sabes cómo será eso de deslizarte por la nieve, vete ya mismo a un sitio adecuado ¡y hazlo!

Si tienes miedo a acercarte a esa chica de la oficina porque normalmente esperas a que el amor te caiga de algún platanero, acércate y habla con ella. Sin más pretensiones.

Ponte a prueba, ¡inténtalo!, verás que de esas sales con vida.

SOMOS UNA SOCIEDAD LLENA DE MIEDO

Superar tus miedosCómo no vas a tener miedo con lo bien que te han educado para que lo tengas.

No voy a hablar de los padres, con los que me meto con demasiada frecuencia en mis artículos últimamente, porque si ellos nos generan miedos es porque antes se los generaron a ellos.

Hablo más en general, de la globalidad, de la sociedad en su conjunto.

Estamos educados desde el miedo porque es la mejor forma de controlarnos.

Por eso, a la hora de votar, por poner un ejemplo que me parece clarificador, también vota nuestro miedo.

“Vamos a votar a lo que ya conocemos, que cualquier cambio puede ser peor y vaya que me quiten la casa los comunistas para repartirla entre los pobres”.

Sí, sí, auténticas barbaridades las que pensamos y hacemos cuando tenemos miedo.

Nos han inculcado tanto miedo que no sabemos quiénes somos, lo que queremos, ni mucho menos cómo conseguirlo.

Salirse del camino que nos han marcado está muy mal, y nos tienen que meter mucho miedo para que ninguna oveja descarriada se atreva a cuestionar el tinglado.

¿Por qué? Ni más ni menos porque los de arriba también tienen miedo. Probablemente mucho más miedo que tú, se supone que tienen más que perder.

Ese es el motivo por el que, tanto nosotros como ellos, hacemos las cosas que hacemos y nos alejamos del auténtico propósito por el que estamos aquí: vivir una vida plena, feliz y auténtica, ayudándonos unos a otros para hacer del mundo un lugar mejor.

Ya, suena cursi, pero es lo que pienso. No tengo miedo a decirte lo que pienso y no me importa que creas que vivo en los mundos de Yupie. Aún no he perdido la esperanza.

EL MIEDO COMO COMPAÑERO DE VIAJE

Superar tus miedosMucha gente habla de aniquilar sus miedos, de cargárselos, de hacerlos desaparecer… O estamos hablando de brujería o eso no es posible.

Los miedos te van a acompañar siempre y cuanto antes lo aceptes, mejor.

Hay una cosa que haces fatal: rechazar a tus miedos.

Reniegas de ellos, los escondes, los castras… Odias tus miedos y no quieres que nadie te los vea, así que te has llenado de miedo por dentro y ahora no sabes por dónde empezar a vomitarlo.

¿Qué me dirías si te dijera que el miedo es tu aliado?

Si no tuvieras miedo cruzarías la calle sin mirar a pesar de que te pudiese atropellar un coche.

Si no tuvieras miedo dejarías abierta la puerta de la escalera aunque tu hijito estuviese correteando por el pasillo.

Si no tuvieras miedo podrías lanzarte desde lo alto de un puente, sin cuerda.

Como ves, el miedo ayuda a que te mantengas con vida.

Igualmente el resto de miedos que te bloquean, los irracionales, pueden utilizarse de la misma forma.

¿A qué tienes miedo?

Dime…

¿Tienes miedo a tomar una decisión que puede cambiar tu vida?

Cuando aparece el miedo irracional, lo más seguro es que eso sea precisamente lo que tienes que hacer.

En este otro caso ¿para que te sirve el miedo?

Pues para no ser un inconsciente y hacer las cosas con cabeza.

Si quieres mandar a tu jefa a freír espárragos y no tienes un duro, hazte un colchoncito y después ¡a la mierda la jefa!

Lo que no sería normal es que te mantuvieses para toda la vida en ese trabajo que te consume por el miedo a no encontrar nada mejor, o que te quedases en la calle a lo tonto pudiendo haberlo planeado más fríamente.

Hay una cosa en la que creo a pies juntillas: todos los cambios son para mejor.

No, no estoy diciendo ninguna tontería. Todos los cambios son para mejor en el sentido de que te aportarán tanto que, pase lo que pase, habrán merecido la pena.

Utiliza el miedo para impulsarte y para hacerte más fuerte. No lo escondas, reconócelo, míralo de frente y cógelo de la mano. Juntos sois invencibles, por separado pierdes tú.

MIS MIEDOS

Superar tus miedosTe podría hacer una lista enoooorme de todos los miedos a los que me tengo que enfrentar cada día.

Hasta me obligo a subir a las atracciones recreativas más impactantes para que el miedo irracional no crea que puede jugar conmigo.

Tengo miedo a que pueda pasarle algo a mis seres queridos, tengo miedo a que el trabajo no vaya bien y me quede sin un duro, tengo miedo a que me crezca el culo más de la cuenta, tengo miedo a que mi pareja se pueda cansar de mí, tengo miedo a que se me caigan todos los dientes… etc, etc, etc.

Esos son los de ahora.

Los miedos de antes…

Tenía miedo a engordar, tenía miedo a que mi novio me pusiese los cuernos, tenía miedo a no caerle bien a la gente, tenía miedo a que se riesen de mí, tenía miedo a que alguien pudiese darse cuenta de mis miedos, tenía miedo a que mis padres muriesen, tenía miedo a no saber levantarme cada vez que me caía, tenía miedo a no ser buena en el trabajo, tenía miedo a que mis decisiones no fuesen las correctas, tenía miedo…

Los miedos cambian, evolucionan, crecen o menguan según los alimentes.

En mi caso sigo trabajando para que no engorden y me ayuden a ser mejor persona.

Si hubiese dejado que mis miedos me controlasen no estaría aquí.

Seguiría con mi trabajo seguro y cómodo, en mi vida tranquila y cómoda, en la misma ciudad en la que vivía desde hacía 6 años, sin correr ningún riesgo y conformándome con lo que tenía, que era mucho.

Pero resulta que yo quería viajar, vivir nuevas experiencias, enfrentarme a la incertidumbre y aprender de los retos que se me pudiesen presentar.

Así que tenía dos opciones:

1- Hacer caso al miedo y quedarme quietecita sin perseguir ese sueño, matando mis ilusiones.

2- Echarle narices y perseguir aquello que mi corazón me decía que necesitaba.

Sabes perfectamente cómo ha acabado la película ¿no?

Hace meses que recorro Asia con mi pareja, con una mochila y una tablet que me regalaron mis queridas alumnas. Mientras viajo escribo todo lo que he tenido que descubrir para llegar al punto de hacer con mi vida lo que quiero, en cada momento.

¿Que si tuve miedo? Muchísimo, todo el que te puedas imaginar y más.

Sencillamente hace tiempo que lo llevo conmigo pero no le dejo que me moleste. Cuando tengo dudas le pregunto y hago justamente aquello que él no quiere que haga.

Lo mismo que hacía de pequeña con lo que me decía mi padre, pues igual.

QUÉ PUEDES HACER PARA SUPERAR TUS MIEDOS

Muy sencillo, de verdad, quítate de la cabeza que esto es complicado y apuesta por lo que quieres.

Superar tus miedos

1º- ACEPTA QUE TIENES MIEDO

Enumera tus miedos, escríbelos si es necesario y no los juzgues.

El primer paso para cambiar algo es aceptarlo.

Dite a ti mismo: sí, tengo miedo ¿qué pasa?

2º- PLÁNTALES CARA

Como has hecho una lista estupenda sobre tus miedos mira a ver por cuál quieres empezar. Busca uno pequeño, que no te suponga demasiado riesgo pero que te de fuerza para continuar por ese camino.

A lo mejor es simplemente llamar al hermano con el que te has peleado y con el que no te atreves a hablar porque piensas que te va a rechazar. Eso lo puedes hacer ¿verdad?

Llama, da igual el resultado. Lo importante será que te habrás enfrentado a ese miedo que tenías y después de eso serás un poquito más fuerte.

3º- CLARIFICA TUS OBJETIVOS DE VIDA

Si no tienes las cosas claras el miedo te va a controlar más fácilmente. El miedo es el principal obstáculo de las personas indecisas.

Piensa bien qué es lo que quieres y necesitas, cómo puedes conseguirlo y qué pasaría si lo consiguieses.

Después vuelve a reflexionar sobre los miedos que te alejan de tus objetivos, dales la mano, y conduce en dirección a la vida que quieres.

Aquello que te aterra es seguro lo que te traerá más alegrías.

4º- ENFÓCATE SIEMPRE EN LO POSITIVO

No te ayuda que pienses en las cosas que no vas a conseguir, en los errores que vas a cometer, o en lo desgraciado que serás si eso que no quieres llega a tu vida por ciencia infusa.

Concéntrate en lo positivo, en todo lo que podría pasarte si lo consigues, pero a ver si nos vamos a poner a levitar ahora, no te olvides de dejar los pies en el suelo.

Si lo que quieres es ser astronauta, con 60 años y habiendo estudiado una carrera de letras, vas un poco tarde aunque… ¿quién sabe? 😉 .

5º- CONFÍA EN TI

El motivo principal de tus miedos es la falta de confianza en ti mismo.

Una persona segura y con una elevada autoestima, tiene menos problema a la hora de afrontar sus miedos que alguien que no se quiere nada.

Trabaja para que aprendas a quererte. Eso va a cambiarte la vida.

CONCLUSIONES

Es normal que tengas miedo, ya has visto que es incluso sano.

Lo que hay que hacer es impedir que el miedo te paralice y te controle.

Tú eres la persona que tiene que controlarlo a él.

No vas a poder vivir una vida sin miedo, igual que no vas a poder tener una vida rosa, una casa de caramelo y cero problemas para siempre. Eso no existe.

Vas a seguir teniendo miedo, vas a seguir teniendo problemas y vas a seguir dejándote llevar por ellos en algunos momentos.

Lo bueno es que si trabajas para remediarlo, esos miedos y esos malos momentos cada vez serán menos. O si no bajan en número, lo harán en intensidad, porque estarás más preparado para tomar cartas en el asunto.

Igual que no creo en la casualidad que me llevó hasta este blog, el blog de Juan, tampoco creo en la casualidad de lo que me acaba de ocurrir mientras escribía este artículo.

Justo cuando estaba enumerando los miedos me llega un vídeo de Borja Vilaseca (profesional al que admiro muchísimo) titulado: ‘ser auténtico es un acto revolucionario’.

Me ha parado en seco porque ese título podría ser perfectamente el lema de mi blog revolucionat.com donde intento que la gente construya una vida ‘auténtica’.

¿Te has dado cuenta?: ‘auténtico’ y ‘revolucionario’.

¡Qué ‘coincidencia’!

El caso es que he tenido que hacer un inciso en el trabajo para ver el vídeo, y ya ha sido cuando me he quedado noqueada del todo de lo mucho que me servía para explicarte todo lo que te estoy contando.

Te dejo al final el vídeo para que puedas disfrutarlo.

Eso sí, después tienes que volver y contarme tus impresiones.

¿Qué harías si pudieras superar tus miedos y revolucionar tu vida?

¿Te ha ayudado en algo este artículo?

MUCHAS GRACIAS POR COMPARTIR TUS MIEDOS CONMIGO.

Tania Carrasco Cesteros
Tania Carrasco Cesteros
A través de mi blog revolucionat.com ayudo a las personas a superar sus miedos a través de su propio autoconocimiento para construir la vida que desean. Impulso a gente como tú para dejarse de excusas y pasar a la acción. Porque puedes hacer con tu vida lo que quieras, igual que hago yo cada día. Las respuestas a tus preguntas las tienes tú. Yo solo he venido a acompañarte, con todo mi amor.
¿Quieres aprender a superar tus miedos y construir la vida que deseas? Descarga mi regalo gratis aquí.

 

 

El artículo Qué harías si pudieras superar tus miedos y revolucionar tu vida ha sido publicado por Tania Carrasco Cesteros en aprendizajeyvida.com.

La premeditación de los males (cuando no hay nada mejor que pensar en lo peor)

0
0

Premeditación de los males

Las innumerables oportunidades, ventajas y comodidades de que disfrutamos en las sociedades modernas han contribuido más bien poco a mejorar nuestro estado de ánimo y a nuestra felicidad, y lo peor de todo es que la mayoría de la gente está perdida porque todavía no se ha dado cuenta de ello.

La triste realidad es que toda esa ‘ensalada social’ nos está jodiendo bien porque no sabemos mezclar sus ingredientes para que el resultado nos pueda resultar satisfactorio y aprovechable.

A menudo nuestro esfuerzo por ser más felices y más libres lo único que consigue es encadenarnos haciéndonos todavía más desdichados. Y es precisamente nuestra ansia por eliminar la inseguridad, la incertidumbre, la tristeza o la negatividad lo que hace que nos sintamos más inseguros, tristes, angustiados e infelices.

Así de paradójico.

Como decía John Stuart Mill:

Pregúntate si eres feliz y te alejarás de serlo.

¿Por qué?

Que te quede claro de una vez…

No es lo que tenemos o lo que nos pasa lo que determina nuestro estado de ánimo, sino que son nuestras creencias al respecto, nuestro enfoque y actitud ante las circunstancias de nuestra vida.

Es ahí es dónde se encuentran las raíces de todos nuestros sinsabores y sufrimiento, y es desde esa aceptación que debemos ponernos a trabajar.

La tiranía del positivismo

Algunas personas creen ciegamente que el pensamiento positivo es la receta definitiva para la curación de todos sus males. Luchan por ponerlo en práctica cada día repartiendo sonrisas por doquier e imaginando su mundo perfecto sin darse cuenta de que esta actitud les dejará ‘con el culo al aire’ cuando las cosas no salgan como esperan.

Y te puedo asegurar que las cosas no salen como uno espera un montón de jodidas veces.

La tiranía del positivismo puede conducirte hacia una vida insatisfactoria e infeliz, es así de sencillo. Y esto sucede porque se basa en enterrar emociones como la tristeza, la frustración o la melancolía que sin embargo resultan esenciales para prepararnos para los acontecimientos ‘menos agradables’ de la vida.

No solo tienes derecho a sentirte como te de la gana, sino que además dejar que todas tus emociones fluyan, sean del tipo que sean, te conducirá hacia el verdadero desarrollo personal y la plenitud como ser humano.

No estoy diciendo que adoptar una actitud positiva ante la vida sea algo perjudicial en si mismo porque si lo hacemos de una manera equilibrada, sin postureos ni obsesiones de por medio puede…

  • Ayudarnos a aceptar la realidad y a enfrentarnos a lo que venga.
  • Darnos claridad para saber hacia dónde vamos.
  • Reforzarnos e impulsarnos hacia la consecución de nuestros objetivos.
  • Permitirnos disfrutar más y tener una mejor calidad de vida.

Pero resulta que encontrar ese equilibrio pasa ineludiblemente por sustituir los unicornios por rinocerontes, y por desgracia los rinocerontes están a punto de extinguirse lo que quizá sea ya una señal.

Hacia el equilibrio

La ‘ciencia del positivismo’ promulga que la mejor forma de alcanzar nuestros objetivos consiste en visualizar que ya los hemos conseguido, que todo ha salido a la perfección y que ya estamos en el país de las maravillas.

Intenta que instauremos en nuestra mente una imagen idealizada con el destino soñado pretendiendo así clarificar nuestra meta y allanarnos el camino.

Pero resulta que concentrarte de esta manera en los resultados deseados puede acabar por sabotear nuestros esfuerzos para alcanzarlos, ya que un exceso de optimismo sobre el futuro no nos va a ayudar cuando las cosas no salen como esperamos. Muy al contrario, nos va a perjudicar porque estaremos menos preparados para aceptarlas y para afrontarlas.

Alguien decía que cuando hablas con alguien todo lo que venga después de un ‘pero’ es una mierda, en este caso la mierda es lo que va delante.

Además este tipo de visualización positiva promueve la total identificación con nuestros pensamientos. Un culto al final feliz y triunfal que refuerza la idea de que la felicidad pertenece a un momento distinto del presente, cuando la realidad es que ‘el ahora’ es lo único que tenemos, y el único momento dónde deberíamos buscar nuestra satisfacción.

Cuanto más intentes evitar el sufrimiento más sufrirás y más te frustrarás, porque es cuando las cosas más pequeñas e insignificantes te van a torturar en proporción a tu miedo a fracasar.

El pensamiento positivo persigue la certeza y la seguridad de saber lo que nos deparará el futuro, pero resulta que la naturaleza esencial de la realidad y de la vida es la inseguridad y la incertidumbre, y todos nuestros intentos por cambiar eso están abocados al desastre.

La premeditación de los males

Ya he remarcado que son nuestras creencias, ideas y pensamientos los que nos hacen sufrir, por eso lo que necesitamos para dejar de hacerlo es aprender a pensar desterrando nuestros juicios irracionales.

El que las cosas no salgan como esperamos, por doloroso que pueda resultar, es positivo para nosotros porque nos acerca hacia la incertidumbre, que es la verdadera naturaleza de la realidad y lo que nos ayudará a enfrentarnos a la vida tal y como es.

Buscar la seguridad y la certeza permanentemente nos aleja de la esencia de las cosas, que es cambiante e inestable, y al mismo tiempo nos dice que el deseo de encontrar la seguridad y la sensación de inseguridad en realidad son lo mismo.

Hace más de dos mil años ya sabían mucho de todo esto los Estoicos, que promulgaban que nada de lo que nos sucede en la vida es justo o injusto sino que es necesario, y que no hay nada mejor que aceptarlo sin hacer juicios morales subjetivos, asumiéndolo como parte de nuestro camino de aprendizaje.

CUANDO NO HAY NADA MEJOR QUE PENSAR EN LO PEOR

La filosofía estoica pasa bastante de positivismos y sin embargo nos habla de una técnica llamada ‘premeditación de los males’ o ‘visualización negativa’ como la mejor forma de apreciar lo que tenemos y de enfrentar los desafíos de la vida.

Consiste básicamente en contemplar, visualizar y encararse directamente con la posibilidad del fracaso, de ponernos en ‘lo peor que puede pasar’ como la fórmula más eficaz de prepararnos para lo que venga.

¿Y por qué?

  • Porque si buscamos desterrar el fracaso de nuestras vidas tendremos una comprensión distorsionada acerca de lo que cuesta conseguir el éxito.
  • Porque la experiencia emocional de fracasar nos puede ayudar y servir de trampolín para alcanzar una felicidad más profunda y duradera.
  • Porque apreciaremos mucho más el éxito si antes nos hemos embadurnado de fracaso.
  • Porque disfrutaremos mucho más de las cosas si experimentamos y tenemos presente lo que implica carecer de ellas.

Resulta que cuanto más consciente te hagas de que la vida es finita y de que te vas a morir, cuanto más presente lo tengas, más la valorarás y menos probabilidades habrá de que la malgastes en distracciones inútiles ¿no te parece?

Pues por ahí van los tiros… y también las escopetas.

Si invertimos tiempo en imaginar vívidamente y con exactitud qué es lo que podría salir mal en ‘nuestro plan’ probablemente descubramos que nuestros temores suelen ser exagerados, lo que nos impulsará en la búsqueda y obtención de nuestros objetivos.

Casi siempre ponerse en lo peor es bastante preferible a fingir que no podría llegar a suceder.

Y es que la felicidad que se alcanza a través del pensamiento positivo puede resultar fugaz y frágil, sin embargo la ‘premeditación de los males’ genera una mayor y más fiable tranquilidad que nos preparará ante cualquier acontecimiento que se produzca.

De modo que si te parece ya podemos bajar de los unicornios, empezar a admirar a los rinocerontes… y ponernos manos a la obra.

[Foto de portada realizada en Eisbachwelle, Munich, Alemania]

 

Juan Núñez
Juan Núñez
Me llamo Juan y desde marzo de 2013 escribo en esta página sobre búsquedas, aprendizajes, experiencias, autenticidad y todo aquello que espero me conduzca hacia el propósito de disfrutar de una vida más plena y con sentido. “Si quieres ser un héroe para los demás empieza por serlo para ti mismo”. Eso es lo que predico y eso es lo que persigo ¿Te apuntas?

Es por el mar de la autenticidad que navegan los valientes

¿Te atreves a subir al barco?

 

El artículo La premeditación de los males (cuando no hay nada mejor que pensar en lo peor) ha sido publicado por Juan Núñez en aprendizajeyvida.com.


No hay nadie ahí fuera que pueda cambiarte la vida

0
0

Cambiarte la vida

No resulta nada fácil cambiar una vida cuando hablamos de una vida que se resiste a ser cambiada.

Una vida sostenida por creencias que te anclan a la comodidad de aquello que tan bien conoces.

Repleta de excusas que te permiten no enfrentarte a la incertidumbre que siempre acompaña al cambio.

Una vida dónde has dejado de valorar todo lo que estás acostumbrado a tener.

Y sin embargo no tienes todo lo que te has acostumbrado a valorar.

Una vida que eliges no cambiar porque no estás dispuesto a pagar el precio que supone hacerlo.

En la que sigues prefiriendo soportar el sufrimiento que enfrentar el desafío.

En la que te disfrazas de lo que no eres para poder asegurar tu supervivencia.

En la que sacrificas y reprimes tus impulsos para evitar ser sometido al juicio ajeno.

En la que te conocen por lo que haces sin tener ni idea de lo que eres.

En la que levantas muros y portas escudos con el fin de protegerte de ti mismo.

En la que respiras hipocresía, bebes ignorancia, rezumas frustración y lloras impotencia.

En la que envidias malsanamente a todo aquel que se atreve con lo que tú fracasas.

Una vida dolorosamente condicionada y asquerosamente dependiente.

Una que piensas ya no quieres vivir y sin embargo no te permites abandonar.

Una vida que sabiendo o sin saberlo tú te has construido.

No hay nadie ahí fuera que pueda cambiarte la vida

Porque tu vida la vives tú, aunque ni te la hayas tenido que ganar ni sea algo que puedes perder.

Porque se sostiene sobre las interpretaciones que haces de tus circunstancias.

Y se define con las decisiones que tomas en consecuencia.

Porque discurre tal y como tú la vas creando a cada momento.

Aunque todavía no hayas aceptado tu grado de responsabilidad sobre el proceso.

Porque cambiar tu vida tiene un precio, igual que lo tiene no hacerlo.

Y decidir es tomar una decisión, pero también lo es no tomarla.

Porque el miedo que sientes es un mecanismo que intenta protegerte de aquello que desconoces.

Y aquello que desconoces te vuelve precavido y temeroso, sea o no bueno para ti.

Porque la incertidumbre te angustia y la inseguridad te empequeñece.

Y todavía no te has atrevido a descubrir todo aquello de lo que eres capaz.

Porque te haces de menos cuando constantemente buscas la aprobación externa.

Lo cual implica, por cierto, que no te concedes la tuya propia.

Porque no te crees suficiente cuando no dejas de perseguir el halago fácil.

Y no te aceptas al rechazar la imagen que te regala el espejo.

Porque te cuelgas la etiqueta de ‘diferente’ pensando que algo no anda bien contigo.

Y no confías en que puedes hacer aquello que sabes que necesitas hacer.

No, no hay nadie ahí fuera que pueda cambiarte la vida.

Porque es muy probable que vivas buscando a otros…

Cuando es a ti a quién necesitas encontrar.

[Foto realizada en el mirador de un parque de Toledo]

 

Juan Núñez
Juan Núñez
Me llamo Juan y desde marzo de 2013 escribo en esta página sobre búsquedas, aprendizajes, experiencias, autenticidad y todo aquello que espero me conduzca hacia el propósito de disfrutar de una vida más coherente y con sentido. “Si quieres ser un héroe para los demás empieza por serlo para ti mismo”. Eso es lo que predico y eso es lo que persigo ¿Te apuntas?

Es por el mar de la autenticidad que navegan los valientes

¿Te atreves a subir al barco?

 

El artículo No hay nadie ahí fuera que pueda cambiarte la vida ha sido publicado por Juan Núñez en aprendizajeyvida.com.

No pierdas el tiempo, tan solo hay una forma de que puedas ser feliz

0
0

Ser feliz

‘Perder el tiempo’ es una expresión que me parece jodidamente desacertada, entre otras cosas no se puede perder lo que no se posee, pero como es una receta popular bastante conocida para ilustrar alguna de nuestras miserias pues aquí me tienes, utilizándola para complementar el hecho de que tan solo hay una forma de que puedas ser feliz, que es el peliagudo asunto que pretendo abordar en este artículo.

¿Dónde te duele?

El reconocido psicólogo Milton Erickson padeció de poliomielitis desde los 17 años, y fue su relación con esta enfermedad la que le condujo hacia explorar los caminos de la hipnosis para enfrentar su dolencia, creando un modelo terapéutico a día de hoy reconocido mundialmente.

Cuentan sin embargo que, en alguna etapa de su vida en que el dolor era tenaz y omnipresente, la única forma que encontraba para escapar de ese nivel de sufrimiento era provocarse voluntariamente en alguna zona de su cuerpo un dolor todavía más intenso. Sustituir un dolor insoportable por otro más potente, hasta ahí llegaba su nivel de desesperación.

Intenta empatizar y situarte por un momento en la terrible situación de Milton Erickson, cuando solo encontraba alivio en cambiar un tipo de dolor por otro, y luego trata de responder a la siguiente pregunta:

¿Qué es lo único que en ese momento podría hacerte feliz?

Arthur Schopenhauer tenía la respuesta…

La felicidad es solamente la ausencia de dolor.

Felizmente doloroso

Queda claro que la situación de Milton Erickson era extrema, pero he escogido este ejemplo como base para ilustrar el hecho de que, cuando el dolor está presente, no podemos ser felices, y solo podemos aspirar a serlo cuando este desaparece, siendo precisamente su presencia y ausencia lo que nos permite calibrar en cierto modo ese estado interno que llamamos felicidad.

Y no te estoy hablando solamente de un dolor físico, sino también de cualquier otro tipo de dolor que puedas experimentar dentro de la especialmente compleja y enrevesada existencia humana.

Estoy seguro de que puedes encontrar muchos ejemplos de dolor no físico en tus experiencias, pero por mi parte puedo hablarte de lo mucho que todavía me duele el hecho de sentirme incomprendido y abandonado, no solo por los demás sino también por mí mismo.

Un sufrimiento que ‘se cocinaba’ cuando, siendo todavía un niño, transitaba por las sombras de la confusión acerca de mis emociones, y sentado en el suelo en mitad de la noche y en medio de ninguna parte, lloraba rogando al cielo con auténtica desesperación: “por favor… que alguien me ayude y me diga qué me pasa”.

Algo que guarda bastante parecido con lo que expresa mi amiga Anina cuando escribe:

Hay una soledad inherente a no pertenecer a nada, a nadie, a ningún sitio que, tarde o temprano llega, anida y pregunta.

Solo hay una forma de que puedas ser feliz

La ausencia de cualquier tipo de dolor es lo que te abre todas las puertas a ese estado que llamamos ‘ser feliz’, pero todavía resta un pequeño detalle que debemos pulir para que esa felicidad se convierta en una presencia consistente.

Un detalle al que me refería en mi página de Facebook Zona de Cambio cuando escribí:

“Es cierto que puedes estar feliz cuando las cosas te salen bien; cuando algo te ilusiona; cuando persigues una meta o un propósito; cuando trabajas en algo que te apasiona; cuando viajas o haces cosas que te gustan; cuando tienes buenos amigos; cuando adoras a tu pareja; cuando tu familia te apoya; cuando estrenas ropa, o teléfono, o casa, o coche, o corte de pelo; cuando te sientes sano, y fuerte, y guapo, y seguro, y libre…

Y es cierto porque he pasado por todos esos momentos y experimentado ese tipo de felicidad. Una felicidad dependiente y efímera que desaparece con facilidad cuando las cosas se tuercen, o no son o salen como esperas.

Una felicidad infeliz.

¿Y por qué?

Porque la auténtica felicidad, esa que no desaparece ni depende de cómo son o te salen las cosas, podrá llegarte de una sola forma:

Cuando te sientas en paz contigo mismo.”

La paz interior

La ausencia de conflicto, la paz interior, es la verdadera clave para situarnos en ese ‘ser feliz’.

Porque no solo experimentamos un dolor físico cuando nos duele la espalda, la cabeza, los pies o los huesos, sino que también hablamos de que nos duele el corazón, el alma o las tripas, cuando nos situamos en el ámbito del dolor emocional.

Un dolor que solemos asociar a factores externos como lo son nuestras relaciones con los demás y con el mundo, pero que en realidad nace de nuestros conflictos internos y de nuestra incomprensión acerca de ellos. Un dolor que tiene su mejor caldo de cultivo en la ausencia de equilibrio y paz interior.

Y además resulta que toda esa confusión y desasosiego suele manifestarse a través de una inmensa variedad de expresiones físicas, como por ejemplo cuando hace años yo sufría el denominado bolo histérico, que no era más que la somatización de un estado interno de conflicto con forma de angustia, ansiedad o estrés.

Ser Feliz

Quizá tu idea acerca de una vida feliz no pase por meditar durante unas 15 horas al día, como parece ser que hace el que ha sido declarado como el hombre más feliz del mundo, sin embargo lo que se oculta tras toda esa práctica meditativa es ese ‘estar en paz con uno mismo’, y de paso con todos los demás y con todo lo que sucede en el mundo.

Es de esa búsqueda interior de lo que te estoy hablando, y relacionado con ella está una de las mayores claves que da el feliz monje acerca de lo que nos hace más infelices, y que no es mas que el dañino hábito que solemos tener de compararnos con los demás.

La comparación es el asesino de la felicidad. Matthieu Ricard.

Tan solo tienes que entrar en casi que cualquier red social para comprobar lo sumergidos que están tantos y tantas en ese falso e insano mundo de mierda.

Aunque también tenemos a nuestro alcance buenas armas contra la infelicidad, como lo son la práctica del altruismo, la generosidad y la gratitud. Pero todas estas conductas no nos servirán de mucho, porque tan solo serán parches temporales, si no somos capaces de alcanzar una ausencia de conflicto interno que nos garantice el estar en paz con nosotros mismos.

Y para llegar ahí tan solo conozco una herramienta, un camino, un viaje…

El viaje al interior

El único viaje que te guiará hacia el lugar donde se hallan todas las respuestas.

El único lugar donde merece la pena perderse para encontrarse.

La única travesía que te conducirá hacia la ansiada meta de ‘ser feliz’.

De ser tú.

De estar en paz.

Y contigo.

¿Qué carajo piensas que hago yo escribiendo en este blog?

¿Ganchillo?

[Foto de cabecera de una polilla gigante que demostraba mucha paz interior reposando en mi dedo 🙂 ]

 

Juan Núñez
Juan Núñez
Me llamo Juan y desde marzo de 2013 escribo en esta página sobre búsquedas, experiencias, reflexiones, aprendizajes, autenticidad y todo aquello que espero me conduzca hacia el propósito de disfrutar de una vida más coherente y con sentido. “Si quieres ser un héroe para los demás empieza por serlo para ti mismo”. Eso es lo que predico y eso es lo que persigo ¿Te apuntas?

Es por el mar de la autenticidad que navegan los valientes

¿Te atreves a subir al barco?

 

El artículo No pierdas el tiempo, tan solo hay una forma de que puedas ser feliz ha sido publicado por Juan Núñez en aprendizajeyvida.com.

La Verdadera Educación No Está En Las Aulas

0
0

Telaraña congelada en una verja

Lo que nos enseñan en las aulas no tiene mucho que ver con lo que realmente necesitamos aprender para alcanzar un mayor bienestar y obtener una mejor calidad de vida. La verdadera educación, la que nos acerca a estas metas, es aprender a conocernos, a comprendernos y a mejorar nuestras relaciones.

Hace unos días, en lo que era una mañana fría, me quedé ensimismado observando la belleza de una tela de araña congelada, entretejida en los recovecos de una verja. Como ya tengo por costumbre desde que tengo el blog, hice una foto del momento para poder compartirla contigo y después reflexionar sobre todo aquello que la imagen suscita en mi mente efervescente.

Una araña construye su tela con el fin de atrapar presas que puedan proporcionarle sustento en forma de alimento, pero al mismo tiempo también crea un espacio que le permite interaccionar con el mundo que la rodea. Está conectada a su tela íntimamente y todo lo que en ella acontece le concierne y afecta. Su telaraña es su ventana al mundo y además depende de ella para sobrevivir.

De igual modo los seres humanos también tenemos nuestra propia telaraña que adopta la forma de nuestras relaciones con los demás. También nos proporciona sustento en forma de alimento (físico y mental), también es nuestra ventana al mundo, y también dependemos de ella para sobrevivir.

Siendo adolescente tuve la oportunidad de ver una película antigua sobre un hombre que se quedaba solo en el mundo a causa de algún tipo de catástrofe global que había aniquilado a toda la especie humana (no consigo recordar el título), y ya por entonces eso me hizo preguntarme lo que sería encontrarse en esa situación, siendo el único ser humano vivo que queda en el planeta. Cómo sería vivir en esas circunstancias y durante cuanto tiempo se podría soportar esa soledad.

Un ejemplo más reciente es la película de 2007 Soy leyenda protagonizada por Will Smith, la cual también suscita estas reflexiones sobre el ser humano como ser social que necesita de sus congéneres para sobrevivir y llevar una vida satisfactoria. Una de las mejores escenas (siempre desde mi punto de vista) es cuando el protagonista implora angustiado a un maniquí que simplemente le diga hola, desesperado y desbordado por su situación de extrema soledad.

Soy Leyenda

Queda entonces claro que las relaciones humanas son imprescindibles y qué mejor que comprenderlas y dominarlas para contribuir al desarrollo tanto individual como colectivo.

Pero para poder alcanzar esta meta resulta fundamental empezar por comprendernos a nosotros mismos y averiguar cómo funcionamos para, a partir de ahí, poder lanzarnos al conocimiento y a la comprensión de los demás.

La cuestión es: ¿se le da a estos aprendizajes la importancia que merecen? ¿Qué es lo que nos enseñan en las aulas? ¿Hacia donde está enfocada nuestra educación?

Educación o Condicionamiento

Es un hecho que a lo largo de la historia nunca se han dedicado tantos recursos a la formación de las personas como se hace ahora. El avance de las sociedades nos ha encaminado en esta dirección, y en las más desarrolladas dedicamos muchos años de nuestra vida al aprendizaje en escuelas y universidades.

Pero yo me pregunto:

¿Hacia donde está orientado todo ese aprendizaje?

¿Se trata de verdadera educación o de simple condicionamiento?

¿Cuánto tiempo se ha dedicado a enseñarnos cómo funcionamos y cómo podemos vivir mejor y ser más felices, lo cual redundaría sin duda en ser también más eficaces?

Si lo comparamos con todo lo demás diría que el porcentaje es ridículo, o por lo menos esa es mi experiencia, y no sé tú, pero sin ningún género de duda a mí es lo que más me gustaría aprender.

Y a ti te pregunto (y espero que me respondas):

¿Te han enseñado como funcionas y por qué y para qué haces lo que haces?

¿Te han enseñado el origen de tus comportamientos, de tus emociones y de tus miedos?

¿Te han enseñado a comprenderte a ti mismo, a comprender a los demás y a relacionarte con ellos?

¿Te han enseñado cómo puedes ser más feliz?

A mí no.

Tengo claro que actualmente la educación no está enfocada al bienestar de las personas ni a ayudarles a ser felices a pesar de que, de hacerlo así, estoy convencido de que redundaría en un mayor avance de la sociedad.

El sistema educativo actual se me parece más bien a una cadena de montaje donde se preparan piezas que sustituirán a otras ya gastadas para de esta forma conseguir que la maquinaria del sistema siga funcionando.

Este asunto me ha recordado una miniserie de tres capítulos que te recomiendo encarecidamente llamada Black Mirror. En el segundo capítulo de la primera temporada se aborda el tema de los condicionamientos a que nos vemos sometidos en la sociedad moderna, en este caso relacionados con los medios de comunicación y la falta de valores y sensibilidad imperantes. Este capítulo tiene algunas canciones muy buenas y quiero compartir contigo una que me encanta.

[Iba a poner aquí un vídeo subido a mi canal de Youtube con el fragmento del capítulo donde suena la canción, pero resulta que me lo han bloqueado por ser contenido que pertenece a terceros. No sé cuando dejarán de ser tan torpes y darse cuenta de que no se está robando su obra sino promocionándosela gratis, pero allá ellos].

¿Y cuales son las consecuencias de que nuestra educación no esté más enfocada a temas tan importantes?

Es obvio, mira a tu alrededor, están por todas partes.

Falta de comunicación, incomprensión, dolor, frustración, sufrimiento, insatisfacciones e infelicidad para regalar, lo cual desemboca una y otra vez en violencia, enfermedades físicas, mentales y adicciones de todos los colores.

No soy un visionario, ni mucho menos tengo la solución a todos los males que acucian a nuestra sociedad (bonita sonrisa la tuya), tan solo expongo lo que pienso y lo que pretendo y trato de llevar a cabo conmigo mismo.

Sin duda estoy dando una versión sesgada, parcial y generalista de la situación, pero es que esto es un artículo cuyo objetivo no es arreglar sociedades, sino fomentar la reflexión e introspección de quién lo lea.

Y una vez cubierto mi culo ante cualquier crítica que pudiera hacer que se retorciesen mis intestinos, te lo digo resumido en una sola frase:

Nadie te va a enseñar como ser más feliz o sea que ya puedes ir empezando a buscar tus propias soluciones.

Para empezar aquí tienes algunas pistas.

La Verdadera Educación

Para mí la verdadera educación, lo más básico y primordial que todos deberíamos perseguir, se apoya en dos pilares fundamentales:

1º – Aprender a conocernos bien a nosotros mismos.

2º – Aprender a relacionarnos mejor.

Conocernos

Estoy convencido de que el camino empieza por aprender a conocernos y a saber el porqué y el para qué de todo lo que hacemos, lo cual dicho sea de paso, también nos ayudará a conocer mejor a los demás.

¿No te parece eso importante?

Para mí desde luego lo es.

Son este tipo de enseñanzas y aprendizajes los que yo considero más útiles (sin desdeñar todos los demás), no solo porque nos ayudarán a alcanzar el bienestar y la realización personal, sino también porque nos permitirán avanzar de verdad como individuos y como sociedad, para así poder construir  algo que merezca la pena.

Es de esta forma que podremos dar el máximo de lo que tenemos, y lo más importante, que disfrutemos haciéndolo, porque no me cabe duda de que uno es mejor en lo que hace cuando lo disfruta.

Conocernos, entre otras cosas, nos permitirá:

  • Comprender como funcionamos y averiguar qué es lo que nos mueve. 
  • Ser más libres pudiendo decidir que es lo que queremos cambiar con respecto a nosotros mismos.
  • Dirigir nuestra vida aumentando el control sobre nuestras reacciones, emociones o sentimientos.
  • Contribuir a nuestro desarrollo, al de todos aquellos que nos rodean y a mejorar la sociedad.
  • Ser más eficaces y productivos en todos los ámbitos de nuestra vida.
  • Acercarnos a ser quién realmente queremos ser.
  • Aumentar nuestro bienestar y tener una mejor calidad de vida.

Relacionarnos

Partiendo de este autoconocimiento ya tendremos la base para alcanzar el dominio de otra de las cosas de las que te hablaba al principio y de la que no podemos prescindir: las relaciones humanas.

Controlar nuestras relaciones es conocer, dominar y hacer buen uso de esa telaraña que todos tenemos a nuestro alrededor. Como he dicho, las relaciones son nuestro sustento y claves para que podamos vivir pero, si queremos ser más eficaces y mejorar nuestras vidas, debemos comprenderlas  y controlarlas. 

Saber como comunicarnos y como relacionarnos en cualquier momento y situación, sea con quién sea y en cualquier circunstancia, es uno de objetivos que deberíamos perseguir si queremos mejorar nuestras vidas.

Como suele decir alguien que conozco, coge lo que te sirva y desecha todo lo demás.

Y como último apunte te diré que no me extrañaría en absoluto si el pensamiento que ahora mismo retumba con fuerza en tu cabeza es: “lo que ve este tío en una telaraña no es normal” 🙂 .

Pero no te preocupes que tiene cura, aunque creo que antes de mejorar, la cosa va a tener que ir a peor.

¡Permanece atent@!

Es por el mar de la autenticidad que navegan los valientes

¿Te atreves a subir al barco?

 

El artículo La Verdadera Educación No Está En Las Aulas ha sido publicado por Juan Núñez en aprendizajeyvida.com.

No Sufras Inútilmente

0
0

Recuerdo una frase que escuché hace años de boca de un amigo que decía “venimos a esta vida para sufrir”. Sus circunstancias en aquel momento le llevaron a pronunciarla de manera sentida, y estoy seguro de que cualquiera de nosotros, en algún momento determinado de nuestras vidas, le daríamos la razón. A día de hoy, sin embargo, tengo muy claro que muchos de los sufrimientos que padecemos son inútiles y evitables.

Verja contra el cielo

“Sabiendo sufrir se sufre menos. Anatole France”

Los sufrimientos inútiles son los que no nos aportan más que dolor. Aquellos que no contribuyen a nuestro crecimiento ni resultan enriquecedores y que son, por tanto, perjudiciales. No nos ofrecen nada positivo sino que, al contrario, nos incapacitan para luchar y enfrentarnos a los problemas que nos surgen en la vida.

Los sufrimientos útiles son aquellos que nos sirven de aprendizaje y enriquecen nuestra experiencia con sus lecciones, los que aceptamos como necesarios y se convierten en indispensables para intentar una transformación.

Es cierto que a veces las circunstancias que nos rodean hacen difícil, o incluso muy difícil, que nos encontremos bien. Lo que se produce porque no somos capaces de controlar nuestras emociones, con lo cual estamos completamente sometidos a su influencia en nuestro estado.

La buena noticia es que podemos conseguir un mejor control emocional a través de una adecuada gestión de nuestros pensamientos, que son la fuente de donde nacen las emociones.

El mensaje que voy a transmitirte es muy claro:

Podemos controlar nuestra propia vida y de esta forma conseguir que merezca la pena vivirla.

Y esto es así porque nuestra felicidad depende en gran medida de nosotros mismos, y no tanto de nuestras circunstancias.

Sensibilidad, Pensamiento y Emoción

Cuando hablamos de que una persona es muy sensible podemos tener el concepto de que es alguien que se ve muy afectado por cualquier acontecimiento, y que sufre con facilidad sin que pueda hacer nada por evitarlo.

En realidad, ser sensible tiene que ver con la capacidad de percepción, identificación y empatía con los demás, pero eso no significa que no pueda luchar contra los acontecimientos difíciles que le rodean.

Una sensibilidad mal entendida es una trampa que puede llevarnos a un sufrimiento tan inútil como prolongado. Un sufrimiento que, en vez de servir para curar heridas, las reabre y las ahonda.

Pero también es cierto que podemos escapar de ese sufrimiento porque somos dueños de nuestros pensamientos, y son ellos los que dan lugar al dolor.

El pensamiento es previo a la emoción, y es ese pensamiento el que nos hace sentirnos bien o mal.

Lo que nos repetimos de forma constante, las frases interiores que nos decimos, son las responsables de nuestros estados emotivos.

Cuando nos demos cuenta de que lo que sentimos depende en gran medida de lo que pensamos, y no de lo que está pasando, entonces asumiremos que podemos controlar y provocar nuestras emociones más allá de lo que nunca hubiéramos creído.

TODOS podemos cambiar nuestros pensamientos si somos conscientes de ellos, por lo que TODOS podemos controlar nuestras emociones.

Quizá te estés planteando que esto no es cierto, que te emocionas sin haber pensado nada.

La explicación está en que, cuando escuchamos un mensaje describiendo un suceso (como por ejemplo en las noticias), o leemos cualquier contenido (un periódico, un libro), el mensaje que nos llega a través de los sentidos se convierte en nuestros pensamientos; resuena en nuestra mente como si lo estuviésemos pensando, y en función de las asociaciones que cada cual haya creado con ese mensaje (debido a sus experiencias pasadas), nos provoca unas u otras emociones.

Te voy a mostrar un ejemplo para intentar arrojar un poco de luz sobre esto.

El vídeo que podrás ver a continuación me provoca una gran emoción debido a mi alta identificación con su mensaje, y para que se produzca esta emoción, no es necesario que genere pensamientos propios cuando lo veo, porque lo que se dice en él se convierte en mis pensamientos.

Esas palabras, ese mensaje que traslada su autor, resuena en mi mente como si lo estuviese pensando, como si me lo estuviese diciendo a mí mismo (en este caso es a través de los subtítulos porque yo de inglés hablado voy muy justito).

Lo que determina el tipo de emoción que siento al verlo va en función de las asociaciones automáticas que tengo con respecto a esas palabras, a ese mensaje.

Lo que provoca lo que siento es mi bagaje emocional. 

“Somos afortunados porque vamos a morir. Richard Dawkins.”

Bagaje emocional

Como seres humanos vamos grabando en nuestro cerebro (que actúa como una especie de disco duro) todo lo que vamos viviendo.

De esta manera quedan registrados todos los acontecimientos que nos han ocurrido, los sentimientos que nos han generado, las emociones que hemos sentido (alegrías, tristezas), absolutamente todo. Y esto es lo que se denomina bagaje emocional.

Cuando los acontecimientos tienden a repetirse, empezamos a actuar de forma mecánica. Nuestro cerebro busca hechos parecidos en nuestro pasado y, cuando los encuentra, desencadena de inmediato las emociones que sentimos en aquellos momentos. Es por eso que tendemos a repetir las mismas conductas de siempre.

No es que resulte imposible hacer elecciones libres, pero la mayoría de las veces esa elección no es tal. Simplemente es una repetición automática de una conducta ya vivida que estaba unida a un hecho y a una emoción que ocurrieron en el pasado, y que quedaron registrados en nuestro cerebro.

Ante cualquier situación presente, nuestro cerebro siempre rastrea en nuestro pasado buscando situaciones similares, y tiende a provocarnos las mismas emociones que sentimos entonces.

Este mecanismo hace que, sin darnos cuenta, tendamos a actuar de la misma forma en que lo hicimos anteriormente, y en consecuencia volvamos a tener las mismas o parecidas emociones.

La única solución, si queremos dejar de torturarnos en las situaciones difíciles, pasa por ser conscientes y localizar esos pensamientos repetitivos y automáticos que consiguen dirigir lo que sentimos.

Es el primer paso para poder recuperar el control voluntario de lo que pensamos y cambiarlo, pasando de esta manera a poder controlar nuestras conductas, y lo que es más importante, nuestras emociones.

Si aprendemos a controlar nuestros pensamientos, controlaremos nuestra vida.

No Sufras Inútilmente

Cuantas veces, después de haber pasado años de un determinado suceso negativo, aún nos seguimos atormentando y nos sigue doliendo (me refiero a dolor emocional no al dolor que siento cuando recuerdo mi primera patada en los cataplines).

La causa de que esto pase no debemos buscarla en el hecho en sí, sino en las ideas que aún nos repetimos acerca de ese acontecimiento.

Comportarnos de esta forma no tiene mucho de saludable.

Como seres humanos nos equivocamos y nos vamos a seguir equivocando. Una parte de alcanzar la madurez va a consistir en aprender de estas equivocaciones y en poner los medios necesarios para que no se vuelvan a repetir en el futuro.

Cada instante de tu vida adquiere sentido si aprendes de él.

Cuesta mucho percatarse de la cantidad de ideas y comportamientos irracionales que persisten en nosotros.

Solo cuando seamos honestos con nosotros mismos, y nos sintamos lo suficientemente seguros como para asumir nuestras responsabilidades y afrontar nuestros errores, estaremos preparados para descubrir estos pensamientos que nos limitan y condicionan.

No es una tarea fácil que se consigue solo con la fuerza de voluntad.

Nos hará falta entrenamiento a base de constancia y mucho esfuerzo. Solo así podremos cambiar nuestros hábitos de pensamiento, y de esta forma todo lo que se deriva de ellos.

La observación y la reflexión acerca de lo que ocurre a nuestro alrededor será una de las mejores formas de aprender.

Si nos esforzamos, nos daremos cuenta de que la gente es feliz o desdichada, no por lo que le pasa, sino por cómo se lo toma.

Esto nos reforzará y nos ayudará a afrontar con éxito nuestro propio proceso de cambio.

Cómo ser Consciente de Tus Pensamientos

Como he dicho anteriormente, lo primero que tenemos que hacer es ser conscientes de lo que pensamos. Y para conseguirlo podemos usar las siguientes estrategias:

  • Presta atención a tus emociones. Cuando surja en ti cualquier tipo de emoción (sea buena o mala), párate y reflexiona tratando de descubrir cuales son los pensamientos que has tenido antes de que surgiera esa emoción.
  • Fíjate en qué es lo que provocó tus pensamientos. En cual fue el suceso desencadenante, en qué estabas viendo, escuchando, sintiendo o imaginando.
  • Repite el proceso todo lo que puedas. No importa el tipo de situación con la que practiques, lo importante es que, cuanto más veces lo hagas, más fácil te resultará darte cuenta de tus pensamientos. De esta forma irás descubriendo poco a poco las asociaciones que provocan tus estados emocionales, y estarás en disposición de influir sobre ellas y cambiarlas.
  • Cuando te encuentres especialmente bien o especialmente mal (por el motivo que sea), date cuenta de qué es lo que te dices a ti mismo, de qué es lo que haces para perpetuar y fomentar ese estado; de cuales son tus sensaciones físicas, tu expresión corporal y conductas. Intenta ser consciente de todo lo que te sea posible, y fíjate en como fomentas y refuerzas con ello el estado en el que te encuentras.

Y para terminar cierro esta publicación con una cita en honor a un gran hombre recientemente fallecido, para mí todo un ejemplo a seguir.

“La libertad de expresión no vale nada sin la libertad de pensamiento”. José Luis Sampedro.

ELIGE TUS SUFRIMIENTOS.

NO SUFRAS INÚTILMENTE.

[Este artículo está basado en el libro: La inutilidad del sufrimiento de María Jesús Álava Reyes]

[La foto simboliza los obstáculos que hemos de superar para alcanzar la libertad, en este caso, de pensamiento]

El artículo No Sufras Inútilmente ha sido publicado por Juan Núñez en aprendizajeyvida.com.

A Flor de Piel: Voces Prohibidas

0
0

Vivo solo y normalmente tengo puesta la televisión mientras cocino mis mejunjes (y después intento comérmelos). Desde hace un tiempo estoy tratando de desintoxicarme de la desinformación que nos proporcionan los noticiarios televisivos. Todavía no me he acostumbrado a comer en silencio y centrado (estoy en ello), por eso busco algún canal que me proporcione algo diferente a las habituales noticias, debates, programas chorras y demás.

Espiral de pinchos

“Los que niegan la libertad a los demás no se la merecen ellos mismos. Abraham Lincoln.”

Hace un par de días puse La 2 y me encontré con la reemisión del programa Documentos TV – Voces prohibidas. Trata sobre las restricciones a la libertad de expresión que todavía existen en muchos países (91 según Amnistía Internacional) y  destaca la labor de tres mujeres que, con mucha valentía y haciendo uso de internet, han conseguido iniciar pequeñas revoluciones en sus países.

Puedes verlo aquí.

Mientras lo veía se me puso un nudo en la garganta y tuve que dejar de comer, y reflexionando sobre ello pensé que algo que me emocionaba tan profundamente merecía ser expuesto en esta página.

Admiro mucho la valentía y considero que es enormemente positiva en la mayoría de los casos así que voy a tratar de predicar con el ejemplo y ser especialmente valiente, exponiéndote lo que pienso y siento de la manera más honesta posible. Creo que de esta forma cualquier tipo de relación se enriquece volviéndose más sana y alcanzando un mayor grado de empatía y confianza.

Volviendo al documental, más allá de las causas que defienden estas mujeres, de los diferentes puntos de vista que podamos tener acerca de estas causas o de las manipulaciones y sesgos informativos de quién elabora el reportaje (y por supuesto dejando de lado cualquier tipo de fundamentalismo ya sea religioso o ideológico), lo que a mí me llega es la entrega, el coraje y el valor de sus protagonistas y de todos aquellos que luchan por lo que creen justo.

Tanto si lo que les empuja es la necesidad, el miedo o la desesperación como si lo hacen por pasión, rebeldía o generosidad, son para mí un ejemplo de los más altos valores que puede atesorar un ser humano.

Me identifico sobremanera con estas personas porque desde pequeño yo mismo he cultivado actitudes similares, las cuales, unidas a mis experiencias, han ido generando y consolidando mi ‘forma de ser’.

Algunos lo llaman ‘ser un rebelde’, ‘llevar siempre la contraria’ o ‘ser un rebuscado’.

Yo prefiero verlo como arrojo, espíritu crítico y ansia por descubrir y comprender.

Hasta ahora nunca me ha resultado sencillo hablar sobre mí ni expresar mis sentimientos. Puede que no supiera aprender o puede que no supieran enseñarme. Hoy sin embargo voy a hacerlo, porque ya no soy esa persona y porque quiero demostrarlo.

Hace unos cuantos años, reflexionando sobre mi infancia, escribí:

“Hubo un tiempo, cuando todavía era un niño, en que las cosas no fueron fáciles. En realidad ni lo fueron ni lo son.
Caminaba a diario varios kilómetros para ir al colegio donde no era una excepción recibir castigos físicos.
Por entonces todo, o casi, tenía que hacerlo por mera dictadura e imposición.
Tenía padre y madre en casa y unos cuantos más en el colegio, a cada cual más estricto y exigente con sus cobardes creencias.
Ante ninguno quise nunca doblegarme pero esto, al contrario de lo que pueda pensarse, me hacía sentir sumamente desgraciado y poco orgulloso.

Por las noches compartía cama con mi hermano mayor porque en casa no había calefacción y, a pesar de existir una habitación vacía, ésta resultaba demasiado fría y húmeda como para dormir en ella.
Recuerdo con bastante claridad las noches que yací tirado en la alfombra de al lado de la cama, aterido de frío; unas veces por no ser lo suficientemente fuerte, otras, simplemente por orgullo y visceral repulsión.
En algún momento la costumbre llegó a hacerme creer que necesitaba sentirme desgraciado para seguir adelante.
Nunca hubo quejas, ni confesiones, ni sentimientos liberados, tampoco cariño, empatía o comprensión. Solo sufrimiento, rabia, rencores y, por qué no confesarlo, odio y asco.
De esta manera, piedra sobre piedra, fue modelándose mi personalidad. Ahora todo forma parte de mí pero, lejos de perjudicarme, soy capaz de rescatar esos recuerdos y comprenderlos como entonces no podía.
Ya no me importa si aquello fue doloroso, cruel o injusto, porque ahora sé que lo realmente importante es comprender que lo que ha sido, es y será, se convierte en lo que tú quieres, cuando así lo deseas.”

Éstas honestas y emotivas palabras son mi pequeño homenaje para todas las mujeres que se arriesgan levantándose, peleando y desafiando todo aquello que las aliena y discrimina. Y en general, para todas y todos los valientes que luchan por sus ideales y por lo que creen necesario, bueno y justo.

Voces Prohibidas

• Yoani Sánchez (Cuba) [Su web – Su Twitter]

Yoani Sanchez

“Mi hijo ha sido el incentivo principal. Pensar que un día me pregunte ¿que es lo que hiciste para cambiar las cosas? y yo no tenga nada que responderle; ese miedo me ayuda a hacer todo lo que estoy haciendo.”

“La vida nunca vuelve a la normalidad. No retorna a ese momento antes de la tragedia.”

“La represión y el miedo se han convertido en elementos inseparables de nuestras vidas.”

“Las revoluciones no duran medio siglo. Terminan por devorarse a sí mismas y excretarse en autoritarismo, control e inmovilidad. Fallecen por querer mantenerse sin cambiar. Nada logrará sacar la Revolución del panteón, hacerla volver a la vida. Déjenla descansar en paz y comencemos pronto un nuevo ciclo: más breve, menos altisonante, más libre.”

• Farnaz Seifi (Irán)  [Su Twitter]

Farnaz Seifi

“Las voces de las mujeres se oyen cada vez más y sus manos son cada vez más fuertes. En esta batalla desigual, la victoria solo podrá ser de las mujeres que, con sus manos vacías y su firme determinación, y a pesar de todas las amenazas y las infinitas prohibiciones, anhelen la libertad y la imaginen con los colores más bellos.”

“Ejecutar a un dictador no significa que los demás dictadores vayan a aprender la lección. Es la triste verdad. Estamos cansados de ese espejismo. Nunca aprenderán. El poder los deja ciegos y sordos. Los dictadores no atienden a razones.”

“Quienes detentan el poder mediante las cadenas saben muy bien que no pueden triunfar sobre la dicha y el amor humano, ni reprimir una mente libre. Los perdedores son bien conscientes de ello; más que nosotros. La lucha continúa.”

 Zeng Jinyan (China)  [Su web  Su Twitter]

Zeng Jinyan

“Cuando me levanto cada noche para dar de comer a mi bebé me asustan los ruidos que hacen los policías al otro lado de nuestra puerta. ¿Volveremos a ser libres algún día?. ¿Como mantener nuestra dignidad?. Esta cruel realidad sin esperanzas inunda mi corazón de espanto y dolor.”

“Sé lo que significa no tener libertad. Nuestra situación es desesperada. Espero que el progreso tecnológico sirva para traer la paz a la humanidad y no para aumentar su sufrimiento. Mi teclado es lo único que me ayuda a sobrellevar la pena y la indignación.”

#####

[La foto de portada representa la espinosa espiral de dolor y sufrimiento que muchas personas han de atravesar simplemente por el hecho de haber nacido en una determinada parte del mundo.]

El artículo A Flor de Piel: Voces Prohibidas ha sido publicado por Juan Núñez en aprendizajeyvida.com.

Cuenta tu Historia. Comparte Tu Mundo. Abre Tu Blog

0
0

Premio historias letras gallegas

Si algo he aprendido en mi vida es que todos tenemos algo que aportar y lecciones que enseñar. Solemos prejuzgar a las personas por su apariencia, raza, sexo, nacionalidad, profesión o religión sin darnos cuenta de que detrás de todo eso se oculta un ser humano con una historia que contar. De nosotros depende el que nos acerquemos a escucharla o el que nos alejemos para ignorarla.

Lo que ves en la foto superior es un homenaje al escritor Roberto Vidal Bolaño que me encontré paseando por las calles de Lugo. Se trata de un fragmento de su libro “Touporroutou da lúa e do sol” . Está escrito en gallego y traducido a español dice:

“Nuestro mayor tesoro es tener historias que contar, y personas que quieran saber de ellas. Es la forma en que otros antes que nosotros, se explicaron a sí mismos y nos explicaron a todos, el origen de las cosas que importan y algunos de los muchos misterios que se esconden en la profundidad del universo”.

Cuenta Tu Historia

Todos tenemos una historia que contar y no hay nada mejor que poder hacerlo a personas que estén dispuestas a escucharla y a enriquecerse con ello. En este sentido no hace mucho te decía que me he propuesto hablar con desconocidos para intentar que me cuenten un pedacito de su vida, y lo mucho que el hacerlo me ha aportado y me aporta.

No solo se trata de escucharles sin más, sino que es toda una experiencia comprobar lo dispuesta a abrirse que está la gente cuando nota un interés sincero. De esta forma se genera un clima de confianza y empatía que al principio puede resultar un poco extraño, por tratarse de alguien que acabas de conocer, pero enseguida te das cuenta de que, si eres generoso en lo que ofreces, generosidad es lo que recibes.

Las personas de nuestro entorno, con las que nos identificamos y de las que obtenemos refuerzo y apoyo, son muy importantes para nosotros. Como seres sociales que somos, las necesitamos para sobrevivir o, cuando menos, para vivir de una manera más feliz y satisfactoria. De lo contrario y casi con total seguridad caeríamos en la apatía, el abandono y la depresión, lo que inevitablemente nos conduciría a la infelicidad y quién sabe si a algo peor.

Todos necesitamos ser reconocidos y aceptados y por ello siempre estamos buscando esas personas o grupos que nos den cobijo y que nos ayuden a reforzar nuestra identidad. Si en tu situación actual sientes que estás fuera de lugar, que lo que te rodea no te satisface, que has evolucionado diferente, o que tus necesidades han cambiado porque lo que antes servía ahora ya no sirve, necesitas abrir nuevas vías y buscar en otra parte.

Comparte Tu Mundo

La insatisfacción no desaparecerá porque la ocultes y trates de ignorarla, al contrario, lo más probable es que crezca y que regrese con más fuerza, por muchos intentos que hagas para que no sea así. La única solución es enfrentarse a ella y dar los pasos que sean necesarios para combatirla.

Lo que trato de decirte es que no esperes a que tu situación empeore y entre en juego la desesperación. Tienes todo lo que necesitas para cambiar, tan solo has de tomar la decisión y empezar a moverte. Ábrete al mundo, arriesga y generarás oportunidades. Ponte en pie, levanta la cabeza y camina sin miedo.

Cuenta tu historia, transmite lo que sabes, lo que necesitas, lo que ofreces, lo que esperas recibir. Con valentía, honestidad y generosidad las barreras se derrumban y un mundo nuevo aparecerá ante tus ojos. Explóralo y prepárate porque nada volverá a ser igual.

Abre Tu Blog

Hoy día, gracias a la tecnología y a internet, tenemos nuevas vías de comunicación que nos permiten llegar a cualquier rincón del planeta y a cualquier persona allá donde esté, y esto genera infinitas posibilidades antaño inexistentes que no nos conviene desaprovechar.

Si todavía tienes dudas acerca de lo que te puede aportar abrir tu propio blog y compartir tu mundo, te animo a que no te lo pienses más y des el paso. Si lo haces te sorprenderás de todo lo que puede aportarte.

Quizá tengas miedo de no estar a la altura, o busques excusas como que no tienes tiempo, que no se te da bien escribir o cualquier otra cosa. Olvídate de todo eso, piensa que antes de correr tuviste que aprender a caminar y dime: ¿que pasaría si no lo hubieras hecho?

Yo te contesto:

Que continuarías arrastrándote por la vida.

No dejes pasar la oportunidad de enseñarte al mundo, de ofrecerte, de ayudar y de ser ayudado. Tú tienes el poder y tuya es la decisión.

Te llevo siete meses de ventaja pero aquí estoy, animándote y esperando a que me acompañes.

¿Te vienes o qué?

– – – – – – – – – – 

PD: Como estoy recibiendo bastantes comentarios acerca de qué hay que hacer para montar un blog, aquí van unos artículos dónde explican con detalle cual es el procedimiento a seguir:

https://www.ciudadano2cero.com/como-crear-un-blog/

http://es.themeyourself.com/como-crear-un-blog/

http://davidcantone.com/crear-un-blog/

El artículo Cuenta tu Historia. Comparte Tu Mundo. Abre Tu Blog ha sido publicado por Juan Núñez en aprendizajeyvida.com.

El Círculo

0
0

Mis pies flotaban en el aire mientras debajo el camino se desplazaba lentamente. Era como sí, por una vez, no necesitase hacer ningún esfuerzo para avanzar. No sentía el peso de mi cuerpo ni tampoco el de mis dudas. Me sentí libre, sin ataduras ni temores, y entonces pensé en lo cerca que debe estar la libertad de la felicidad. Tan cerca que no creí que pudiese ser feliz sin ser libre.

El círculo

“El hombre nace libre y por todas partes se lo encuentra enca­de­nado. Rousseau.”

Pensé en mi vida y pude ver mis pies rodeados por un círculo imaginario que me acompañaba a todas partes. Andaba, corría o saltaba pero siempre estaba dentro de él, como si fuese una sombra que no necesita del sol.

Pensé en la libertad como en todo aquello que quedaba fuera mientras yo seguía dentro. En lo que sería salir de ese círculo para poder hacer lo que quisiera. Saber hacia donde ir y lo que buscaría alcanzar, y poder elegir cuándo, cómo, y con quién.

Una sacudida me sacó de mis ensoñaciones y volví a sentir mi cuerpo. El círculo había desaparecido, y fue entonces cuando me di cuenta de que solo existía en mis pensamientos. Cuando pensaba estaba dentro del círculo, cuando me dejaba sentir salía de él, y desaparecía.

Quizá mis anhelos y ambiciones de ser libre era lo que me encadenaba.

Quizá la libertad no está en alcanzar un objetivo, sino en olvidarse de él.

Quizá no está en hacer lo que quieras, sino en dejarte hacerlo.

Quizá el dónde es el aquí.

Quizá el cuándo es el ahora.

Quizá vivir por el simple hecho de hacerlo es lo que nos hace libres,

y pensar en ser libres lo que nos hace esclavos.

[Foto tomada en el teleférico que conduce al Gran Buda de la isla de Lantau (Hong Kong)]

El artículo El Círculo ha sido publicado por Juan Núñez en aprendizajeyvida.com.


Tu Mirada Me Hace Grande

0
0

Mi ojo con un hematoma

Está casi todo escrito sobre la forma de encontrar lo que nos apasiona para poder usarlo y desenvolvernos por el mundo haciendo lo que nos gusta . En esa línea he puesto en práctica muchos métodos para poder descubrir dicha pasión, y lo que he concluido es que me gusta hacer muchas cosas, pero lo que más me apasiona es la libertad de elegir cuando hacerlas.

No sé tú pero yo no conozco nada más apasionante que poder hacer lo que quiera, cuando quiera, y con quien quiera.

El problema es que para acercarme a esta pasión he de tener unos recursos de los que carezco y, por lo tanto, tengo que dedicarme a otras cosas un poco menos “apasionantes” como medio para alcanzarla.

Publicar en una página web es algo que me ha atraído desde hace tiempo. Me gusta escribir y expresarme sin cortapisas, y me parece que un blog es la plataforma adecuada para hacerlo.

En concreto creo que puede contribuir a:

• Enriquecerme: Escribiendo sobre mis experiencias y expresando mis opiniones sin trabas ni censuras. Ampliando  y consolidando mis conocimientos a través de la investigación y documentación previa. Mejorando mis capacidades de comprensión y expresión.

• Reconocerme: Tener una base de datos organizada e interactiva de mis opiniones y conocimientos, que poder analizar con la perspectiva del tiempo, me ayudará a progresar en mi crecimiento personal.

• Que me conozcan: Exponiéndome. Mostrando a los demás cómo soy, cómo pienso, lo que me interesa y lo que me preocupa. Creo que es un buen balcón desde el que asomarme al mundo.

• Explorar y descubrir: Comunicando e interaccionando con gente nueva. Aprendiendo de esas interacciones. Generando oportunidades, y abriéndome a nuevas y enriquecedoras experiencias.

Como consecuencia de que valoro mi libertad por encima de todo lo demás, me guiaré básicamente por estas directrices:

1- Escribir sobre temas que realmente me interesan y motivan con el fin de disfrutar de ello, al tiempo que profundizo en su conocimiento.

2- No publicar ni gestionar todo lo relacionado con la página por compromiso u obligación. Que no se convierta en un sacrificio, sino hacerlo solamente cuando realmente me apetezca.

3- No sacrificar el tiempo que necesito para cuidar de mi salud tanto física como mental. Esto incluye lo referente a alimentación, deporte, descanso, ocio y relaciones.

Considero que si sigo este camino todo lo que haga en esta página será más aprovechable para mí, y para quién la lea.

Al mismo tiempo creo muy importante la interacción con el mayor número de gente posible, porque para mí es un pilar básico y uno de los objetivos de publicar cualquier tipo de opinión o información (aunque siempre tratando de respetar los principios que he expuesto anteriormente).

Y es por esto por lo que he elegido el título de esta entrada.

Lo creas o no TU MIRADA ME HACE GRANDE.

[La foto se corresponde con mi ojo adornado por un sugerente hematoma carmesí con sombras a juego (alguien que me miró mal)]

El artículo Tu Mirada Me Hace Grande ha sido publicado por Juan Núñez en aprendizajeyvida.com.

Selección Artificial. La Tiranía Humana

0
0

Selección artificial, la tiranía humana

A lo largo de la historia del planeta que llamamos Tierra se han producido infinidad de eventos significativos, pero coincidirás conmigo en que el más relevante de todos ha sido la aparición de la vida. No pretendo entrar en dicho origen, pero sí en lo que ha ido sucediendo desde entonces hasta hoy introduciendo el concepto de selección artificial.

Evolución de la Vida

La evolución de la vida a lo largo de los tiempos ha sido un proceso muy largo y complejo pero que sin embargo se ha fundamentado en algunos pilares básicos.

Entendemos por evolución biológica el conjunto de transformaciones o cambios que han sufrido las formas de vida a través del tiempo, lo cual ha originado la diversidad de organismos que actualmente existen sobre la Tierra.

Dichos cambios se han ido  produciendo y perpetuando mediante un proceso de selección natural, que es el fenómeno mediante el cual unos organismos se ven favorecidos a la hora de generar descendencia en detrimento de otros.

Principalmente esa preferencia natural viene definida por la adaptación al medio en que viven pero, en las especies sexuadas, también influye su capacidad de reproducción, que es lo que entendemos por selección sexual (favorece las características del individuo que le permiten engendrar una mayor descendencia).

Los rasgos que confieren ventajas adaptativas (selección natural) y reproductoras (selección sexual) tienen más probabilidades de sobrevivir y perpetuarse creando descendientes que hereden su material genético, y por lo tanto se propagan en las poblaciones.

Conclusión:

Los individuos que son más aptos tienen mayor potencial de supervivencia.

La Revolución Humana

Este procedimiento evolutivo de la vida se ha ido desarrollando de la forma descrita durante millones de años, pero con la aparición del ser humano moderno y su implacable influencia se ha modificado.

Hace aproximadamente 10.000 años comenzó la revolución agrícola con la cual la especie humana abandonó su estilo de vida nómada, dejando atrás la sabana para adentrarse en los valles, cerca de los ríos y el agua, y así comenzar a cultivar.

Fue un cambio fundamental que permitió al ser humano aumentar su población y extenderse por el planeta, comenzando a explotarlo y moldearlo conforme a sus necesidades.

Al mismo tiempo también comenzó a domesticar animales para someterlos a sus fines, lo que fue el comienzo de la tiranía humana sobre los demás seres vivos y sobre el propio planeta.

Más adelante, hace unos 250 años, con el avance del conocimiento y el establecimiento del sistema capitalista, llegó la revolución industrial, y con ella el aumento de la explotación de los recursos naturales y el incremento en la producción de alimentos y todo tipo de bienes para satisfacer el modo de vida consumista.

El desarrollo de la medicina y la farmacia, unido a la alta disponibilidad de recursos, hizo que se incrementase de forma exponencial el número de habitantes del planeta, y con ello que se acelerase su deterioro.

En la actualidad estamos sumidos en la revolución informática o digital (que comenzó a mediados del siglo XX), la cual ha contribuido a incrementar de forma espectacular la capacidad humana de procesamiento de la información, lo que nos ha llevado a un avance acelerado del conocimiento.

La Selección Artificial

A día de hoy somos unos 7000 millones de habitantes (y subiendo), y la hegemonía que ejerce la raza humana sobre las demás especies del planeta es total.

Esto hace que los procesos naturales por los que se regía la evolución (y que he descrito al principio del artículo) hayan perdido trascendencia.

Debido a la colonización humana de toda la Tierra y su alta influencia en el medio natural, ha nacido la selección artificial, que es el procedimiento por el cual el ser humano es el factor que determina cuales especies sobreviven y cuales se extinguen.

La selección natural sigue actuando en los individuos, favoreciendo la supervivencia y reproducción del mejor adaptado, pero el tiempo de adaptación ha disminuido considerablemente debido a nuestra manipulación acelerada del medio.

Esto hace que la mayoría de especies no sea capaz de asimilar estos cambios y se vean abocadas a la extinción, además de que a algunas también las exterminamos directamente.

La selección natural decide quién vive, la selección artificial decide quién muere.

En cuanto a nuestra especie los métodos naturales de evolución biológica también han dejado de actuar como lo venían haciendo.

Durante millones de años la naturaleza ha favorecido la supervivencia de los especímenes sanos, fuertes y adaptables, que eran los que conseguían con más frecuencia tener descendencia. Un procedimiento que nos ha hecho como somos actualmente (en términos biológicos), sin embargo hoy día su influencia es mínima o inexistente.

El desarrollo de las sociedades humanas nos ha llevado a cuidar de los enfermos y proteger a los discapacitados. Las ‘taras’ genéticas ya no son una sentencia de muerte, y la  reproducción ya no se limita a los más capacitados sino que es indiscriminada.

Incluso hemos llegado a la creación de seres vivos mediante la manipulación genética.

En estos aspectos hemos sido capaces de superar a la propia naturaleza aunque quizá, lo que no vamos a ser capaces de superar, es nuestra ilimitada ambición.

Tiranía Humana y Autoexterminio

No solo los seres vivos están sometidos a la tiranía humana sino que también el ser humano es víctima de sí mismo, ya que el actual modelo social y económico es insostenible y contraproducente si queremos seguir habitando la tierra.

Nuestro planeta cuenta con unos recursos finitos y nuestro sistema de vida se basa en el consumo y crecimiento infinitos, al tiempo que cada vez somos más.

Algo no encaja ¿no te parece?

El desarrollo de la tecnología ha traído consigo el de las armas, y en la actualidad el ser humano tiene la capacidad de autoexterminarse de manera directa mediante el uso de éstas (nucleares, biológicas y vete tú a saber que más).

Pero también está la posibilidad de que acabemos yéndonos al garete de una manera indirecta, debido al agotamiento de los recursos del planeta por la sobreexplotación indiscriminada y el cambio climático (tengo serias dudas de que, al ritmo que vamos, nos de tiempo de conquistar el espacio).

Es posible que ya sea demasiado tarde para cambiarlo, y que hayamos traspasado el umbral del ‘no retorno’ debido a que los efectos que hemos causado en el planeta sean irreversibles.

El futuro dictará sentencia.

Pero si seguimos en esta dirección estamos abocados a la desaparición, o a un inmenso retroceso en forma de reducción masiva de la población y de los recursos, como consecuencia de un cataclismo natural o artificial a escala global.

Puede que suene a marketing espiritual pero creo que es muy necesario y urgente un cambio radical en la conciencia colectiva, que definiría como la forma en que se manifiesta la masa humana planetaria por medio de sus creencias y conductas.

Y cierro el artículo con un vídeo del maestro Carl Sagan que resume todo lo que te he venido planteando de una manera excepcional.

Somos una mota de polvo suspendida en un rayo de sol en la inmensa oscuridad cósmica. En toda esta extensa oscuridad no hay ninguna pista de que la ayuda vendrá de otra parte para salvarnos de nosotros mismos.

Para Saber Más

Carl Sagan – El mundo y sus demonios
• El mono desnudo – Desmond Morris
• El gen egoísta – Richard Dawkins
• La conjura de los machos – Ambrosio García Leal
• La especie elegida – Juan Luis Arsuaga
• Darwin y el Diseño Inteligente – Francisco J. Ayala
• La sexta extinción – Fernando Jiménez López

El artículo Selección Artificial. La Tiranía Humana ha sido publicado por Juan Núñez en aprendizajeyvida.com.

Una serie de masajes prostáticos en busca de una vida sin sentido

0
0

Vida sin sentido

Son las 11.30 de la mañana de un martes cualquiera y estoy ejecutando en el gimnasio la rutina de estiramientos que suelo realizar después de haber finalizado mi programa de ejercicios. Concretamente me encuentro colocado a cuatro patas sobre una colchoneta, a lo perrito vamos, con la mirada fija en el suelo y haciendo una serie de encogimientos abdominales acompasando a la vez mi respiración.

Una serie de masajes prostáticos

Se trata de un ejercicio que suelo acompañar con contracciones simultáneas de los músculos del perineo, que a partir de ciertas edades ya se sabe que ‘la cosa’ flojea, lo cual de paso también estimula la próstata pudiendo resultar bastante placentero. Sin embargo no me esperaba, entre tantas respiraciones y contracciones, que lo que más se me estimulara en esos momentos fuera la jodida memoria.

Mientras permanecía con los ojos cerrados, apretando los párpados y centrándome en la respiración, imágenes de muchas de las mujeres con las que he tenido a lo largo de mi vida algún tipo de relación o conexión, empezaron a sucederse en una serie de flashes efímeros consecutivos sin orden ni concierto.

Si eres mujer y consideras que has tenido conmigo relación o conexión de algún tipo, te aseguro que probablemente alguno de los momentos que compartimos juntos desfiló en esos momentos por mi imaginación.

Relaciones largas, cortas, rollos, sexo causal, de pago, citas infructuosas, a ciegas y alguna que otra modalidad más se fueron sucediendo en destellos, y te aseguro que esta circunstancia no la mencionan en el libro que tengo sobre la pareja multiorgásmica dónde recomiendan este tipo de ejercicios.

El hecho es que estuve así un buen rato, flasheado en medio de femeninos recuerdos y contracciones peri anales, y cuando la retahíla se fue agotando y ‘la cosa’ hinchando, abrí los ojos, miré a la chica que estiraba a mi izquierda, a la que pedaleaba en una elíptica un poco más allá, a la que se esforzaba moviendo peso en una de las máquinas, a la que apartó su mirada cuando se encontró con la mía, y sentí la tentación de besarlas a todas y cada una de ellas, pero como no me atreví por lo que socialmente implicaría en los tiempos que corren, me conformé con agradecer silenciosamente el hecho de que tan bellos seres, presentes y ausentes, pudieran existir.

En busca de una vida sin sentido

Imaginando tu cara en estos momentos diría que no sabes muy bien a dónde quiero llegar con semejante introducción, si pudieras ver la mía creo que llegarías a la misma conclusión, dado que yo tampoco tengo la menor idea, pero al menos espero que mi historia te haya parecido auténtica, porque lo es.

Mi intención con el llamativo título de ‘en busca de una vida sin sentido’ (lo de una serie de masajes prostáticos lo he añadido después) pasaba por analizar en este artículo las implicaciones que tiene para un ser humano su necesidad de encontrarle un sentido a la vida, y después de todo el tostonazo concluir muy en mi línea que quizá lo mejor para ser más felices radica en aprender a vivir olvidándose de tal necesidad, y de semejante búsqueda.

Algo que reflejaba en la siguiente frase:

Para algunos la felicidad pasa por encontrarle un sentido a la vida, para otros la felicidad consiste en aprender a vivir sin tener la necesidad de encontrarle sentido.

Y entre esta y otras paranoias similares insertaba citas como…

Ningún hombre puede vivir sin significado. Carl Jung.

Dadle a un hombre todo lo que desea, e inmediatamente pensará que ese todo ya no es todo. Emmanuel Kant.

E incluso alguna reflexión un poco más larga como la que sigue de un tal Rimpoche

“Construimos casas cada vez más grandes… y familias más pequeñas.
Gastamos más… pero tenemos menos.
Compramos más… pero lo disfrutamos menos.
Habitamos en edificios más altos… con vidas poco profundas.
Vamos por autopistas más amplias… con mentes cada vez más estrechas.
Tenemos más comodidades… pero vivimos más incómodos.
Tenemos más conocimiento… y menos sensatez.
Más expertos… y menos soluciones.
Más medicinas… y menos salud.
Son tiempos de comida rápida… y de digestión lenta.
De casas fantásticas… con hogares rotos.
De enojarnos enseguida… pero de perdonar lentamente.
De salir muy temprano… y llegar siempre tarde.
Levantamos las banderas de la igualdad, pero sostenemos los prejuicios.
Tenemos la agenda llena de teléfonos de amigos a los que nunca llamamos…
Y los estantes de nuestra biblioteca repletos de libros que jamás leeremos…
Nos ganamos la vida, pero no sabemos cómo vivirla.
Poseemos cada vez más cosas, y las desperdiciamos casi todas.”

 

Y diría que lo peor de todo no estaba por llegar, sino que se encontraba al principio, en la introducción que había preparado para todo ‘el asunto’. Esto es lo que había escrito:

“Agacho la cabeza e hinco la rodilla suspirando aliviado mientras mi atribulado corazón bombea sangre a mi cerebro y lágrimas hacia mis ojos. Tanto sufrimiento, tanta asquerosa insatisfacción en forma de incomprensión y frustraciones parece que ha servido para algo. La búsqueda ha terminado. Al fin he encontrado mi respuesta.”

Un proceso creativo realmente ‘asombroso’ que ahora mismo me repele de lo lindo. Sensación que ha sido el detonante de que haya decidido escribir todo lo que estás leyendo.

Hablo mucho en esta página de autenticidad, de honestidad, de ser el ejemplo que quieres ver en el mundo, de convertirte en tu mejor aliado y otras gaitas similares, así que lo que pretendo con todo esto no es más que acercarme, aunque sea mínimamente, a tales supuestos.

Un relato aparentemente banal, por lo sencillo y cotidiano, puede encerrar sabias lecciones si se sabe bucear en él adecuadamente, aunque esté adornado con masajes prostáticos, contracciones peri anales y flashes eróticos diversos ¿no te parece?

Y lo mismo puedo decirte acerca de la transparencia con la que pretendo acercarme y conectar contigo.

De modo que estos son los hechos, tuyas son las conclusiones…

Quizá te apetezca compartirlas.

[Foto de portada realizada en la cafetería ‘Omundo de Alicia’ de Córdoba (España)]

 

Juan Núñez
Juan Núñez
Me llamo Juan y desde marzo de 2013 escribo en esta página sobre búsquedas, experiencias, reflexiones, aprendizajes, autenticidad y todo aquello que espero me conduzca hacia el propósito de disfrutar de una vida más coherente con lo que creo y siento. “Si quieres ser un héroe para los demás empieza por serlo para ti mismo”, esto es lo que predico y esto es lo que persigo ¿Te apuntas?

El artículo Una serie de masajes prostáticos en busca de una vida sin sentido ha sido publicado por Juan Núñez en aprendizajeyvida.com.

Biografía del silencio: reflexiones transgresoras para una vida plena

0
0

Biografía del silencio

El resonar de las olas del mar arribando a la costa, el arrullo del viento acariciando las rocas, el trinar alegre de los pájaros, la luz y el calor menguantes en el camino del sol hacia el ocaso, me proporcionaban multitud de estímulos para los sentidos y no era ni mucho menos silencioso, pero la calma interior que podía sentir en aquellos momentos me pareció como el más glorioso de los silencios.

Biografía del silencio

Ya ves que me he puesto en plan poeta y rollo tipo ‘cómo me estoy gustando’, pero es que tanto la foto que encabeza este artículo, como mi descripción de ese momento, me vienen que ni pintados para lo que sigue…

Hoy voy a hablarte del libro biografía del silencio del escritor español Pablo D’ors, porque me apetece y porque lo merece, ya que creo que es una obra que encaja perfectamente en este espacio por lo transgresoras que me han resultado muchas de sus reflexiones.

Biografía del silencio es un relato que narra la experiencia personal de su autor, como si se tratase de un diario personal de sus vivencias, y en él nos habla principalmente de su viaje hacia la meditación y de su utilidad para la obtención de esa paz interior que tanto necesitamos para disfrutar de una vida más plena (espiritualmente hablando).

Además de ser escritor Pablo D’ors estudió filosofía y teología, se doctoró en germanística, y fue ordenado sacerdote católico en 1991, ejerciendo últimamente como consejero del pontificio consejo de la cultura, que suena técnico que te calientas, pero parece ser que es un organismo que trabaja para la cultura y también para el diálogo con los herejes no creyentes como yo.

Aún así te cuento que, siendo yo ateo confeso repudiante de la religión, y él sacerdote y consejero del catolicismo, pues me gusta como escribe, mucho de lo que escribe, y hasta me cae bien el tío.

La prueba está en que su libro me parece ameno, fácil de leer, enriquecedor, profundo y merecedor de que no solo haya tomado cuatro páginas de apuntes sobre sus interesantes reflexiones, sino que también vaya a compartir muchas de esas notas contigo en este espacio.

¿Seguimos?

¡Yeah!

La verdadera vida está detrás de lo que nosotros llamamos vida

Vivir demasiadas experiencias puede ser perjudicial porque no estamos configurados para la cantidad sino para la calidad. No viajar, no leer, no hablar… todo eso es casi siempre mejor que su contrario para el descubrimiento de la luz y de la paz interior.

Cuando buscamos es porque solemos rechazar lo que tenemos. Si en mi vida todavía hay demasiadas búsquedas significa que también hay demasiada poca aceptación. 

Es absurdo condenar la ignorancia pasada desde la sabiduría presente. Actuamos siempre conforme a la sabiduría que tenemos en cada momento, y si actuamos mal es porque, al menos en ese punto, había ignorancia.

Todos los pensamientos e ideas nos alejan de nosotros mismos. Tú eres lo que queda cuando desaparecen tus pensamientos.

La vida, cualquier vida, es mucho más hermosa e intensa que la mejor de las fantasías. Cuesta mucho aceptarlo pero no hay nada tan pernicioso como un ideal, y nada tan liberador como una realidad, sea la que sea.

Vivir bien supone estar siempre en contacto con uno mismo, algo que solo fatiga cuando se piensa intelectualmente y algo que, por contrapartida, descansa y hasta renueva cuando se lleva a cabo.

Todo sin excepción, una vez conseguido, nos decepciona un poco. El descubrimiento de la desilusión es nuestro principal maestro, y son las ideas lo que nos decepciona. Todo lo que me desilusiona es mi amigo.

Pensamos mucho en la vida pero la vivimos poco

El ochenta por ciento de nuestra actividad mental es irrelevante, prescindible, e incluso contraproducente. Es mucho más saludable fiarse de la intuición, del primer impulso. Casi ninguna reflexión mueve hacia la acción, la mayoría conducen a la parálisis.

Tanto más se piensa tanto más se debe meditar, esa es la regla.

Todo problema no es más que una idea que yo tengo sobre determinadas situaciones. Y la situación no es el problema, lo es mi idea sobre la misma. En cuanto abandono la idea el problema desaparece. Basta no tener ideas sobre las cosas o situaciones para vivir completamente dichoso.

La fórmula es tomar las cosas como son, no como nos gustaría que fueran. No hay que nadar en contra de la corriente de la vida, sino a su favor. Ni siquiera hay que nadar, basta abrirse de brazos y dejarse llevar.

Todas nuestras ideas deben morir para que por fin reine la vida. Y todas quiere decir todas, también la idea que podamos habernos hecho de la meditación.

Todo esfuerzo que se invierte en uno mismo da fruto tarde o temprano. Estar bien con lo que eres, eso es lo que se debe aprender. Ver que estás bien como estás, eso es despertar.

Vivir es prepararse para la vida.

El dolor es nuestro principal maestro

Reaccionar ante el dolor con animadversión es la mejor manera de convertirlo en sufrimiento. Lo que nos hace sufrir son nuestras resistencias a la realidad.

Para conectar con el dolor es preciso hacer exactamente lo contrario a lo que nos han enseñado: no correr, sino parar; no esforzarse, sino abandonarse; no proponerse metas, sino simplemente estar ahí.

La meditación es el arte de la rendición, y nos enseña a abrirnos al dolor. Apacigua la máquina del deseo y estimula a gozar de lo que se tiene.

Tanto más deseemos y acumulemos, tanto más nos alejamos de la fuente de la dicha.

La dicha no es ausencia de desdicha, sino consecuencia de la misma. La desdicha es poderosa y hace estragos si somos inconscientes de su causa y sus ramificaciones.

El dolor deja de ser tan doloroso cuando te acostumbras a él.

Podemos tomar lo que la vida nos ofrece como obstáculos, pero es más razonable, más saludable, tomarlo como oportunidades para evolucionar y avanzar. Los grandes escollos de la vida son los que mayormente nos hacen crecer.

Lo mejor que se puede hacer cuando se tiene un problema es vivirlo.

Sufrimos porque pensamos que las cosas deberían ser de otra manera, y en cuanto abandonamos esta pretensión dejamos de sufrir.

El devenir es mucho más sabio que nuestras ideas o planes. Pensar lo contrario es un error de perspectiva y la causa última de nuestro sufrimiento y de nuestra infelicidad.

Lo que sucede es siempre lo mejor que podría haber sucedido.

La pura observación es transformadora

La felicidad es esencialmente percepción. Si nos limitáramos a percibir llegaríamos por fin a lo que somos. El ser humano empieza a vivir en la medida en que deja de soñar consigo mismo, y se sumerge en lo que está haciendo.

No hay arma más poderosa y eficaz que la atención plena.

Si todo lo que veo y experimento no me sorprende es porque, mientras emerge, o antes incluso de que lo haga, lo he sometido a un prejuicio o esquema mental, imposibilitando así que despliegue ante mí todo su potencial. La meditación ayuda a recuperar la niñez perdida.

Si se mira bien, y eso es en lo que educa la meditación, todo es siempre nuevo y diferente. Se aprende a no querer ir a ningún lugar distinto a aquel en que se está.

Quien abandona la quimera de los sueños entra en la patria de la realidad. Y la realidad está llena de olores y texturas, de colores y sabores que son de verdad. Meditar es tirarse de cabeza a la realidad y darse un baño de ser.

No es en absoluto necesario juzgar, basta con observar. La simple observación es ya eficaz para el cambio. La atención es la madre de todas las virtudes.

Meditar consiste en no imponer a la realidad mis propias filias o fobias, en permitir que esa realidad se exprese y que pueda yo contemplarla sin las gafas de mis aversiones o afinidades. No manipular, limitarse a ser lo que se ve, se oye o se toca.

A quien no medita le gusta, por lo general, vivir con emociones. A quien medita, en cambio, sin ellas.

Al meditar se descubre que a la vida no hay que añadirle nada para que sea vida, y todavía más, que todo lo que le añadimos la desvitaliza.

No basta con sentarse en silencio, hay que observar lo que sucede dentro, esas son las reglas del juego. El propósito de la meditación es enseñar la vida real, no la ficticia.

Cualquier meditación, aun la mas corta, aun la mas dispersa, es buena para nuestra alma: sentarse a meditar en silencio es siempre lo mejor que se puede hacer.

– – – – – – – – – –

Es para darle unas cuantas vueltas a todas y cada una de las frases ¿no te parece?

Te confieso que actualmente no estoy meditando nada de nada. Hace ya varios años que me peleo con este asunto, intentando primero aprender a meditar correctamente, y después a ser constante, pero por ahora siempre he acabado fracasando y dejándolo.

Pero creo que después de escribir este artículo es un gran momento para volver a intentarlo ya que, además de haber refrescado y reforzado mis ideas positivas sobre la meditación, sentarse a meditar es siempre lo mejor que se puede hacer, como dice Pablo D’ors.

Además se puede meditar no solo sentándote en silencio en una silla que mira hacia una ventana, como hacía yo: estar muy presente en un atardecer, o paseando, o haciendo deporte, o viajando, o cocinando, o comiendo, o conduciendo, o duchándote, o haciendo ganchillo, o lo que se te ocurra que puedas hacer con atención plena, también vale.

Por cierto…

¿Y a ti qué se te ocurre?

[Foto realizada en el mirador de la Garañona, Tenerife, España]

 

Juan Núñez
Juan Núñez
Desde marzo de 2013 escribo en esta página sobre búsquedas, experiencias, reflexiones, aprendizajes, autenticidad y todo aquello que espero me conduzca hacia el propósito de disfrutar de una vida más coherente con lo que creo y siento. “Si quieres ser un héroe para los demás empieza por serlo para ti mismo”, esto es lo que predico y esto es lo que persigo ¿Te apuntas?

La entrada Biografía del silencio: reflexiones transgresoras para una vida plena se publicó primero en aprendizajeyvida.com.

No puedes elegir lo que eres ni puedes ser lo que quieras

0
0

No puedes elegir

Este artículo no va a gustarte si crees que eres lo que eliges o que puedes ser lo que quieras. De ser así no siento para nada decirte que esas son las típicas recetas que suelen asomar por gurulandia y coachipedia, que si te saben dulces y te satisfacen adelante, tómate tus golosinas, pero si lo que buscas es abrir tu mente y enfrentar el mundo real sigue leyendo porque te vas a divertir.

No puedes elegir lo que eres

No eliges nacer como ser humano. Ni cuándo, ni dónde, ni cómo.

No eliges a quienes son y serán tus padres, hermanos y demás familia.

No eliges tu casa, tu barrio, tu ciudad ni tu país.

No eliges tu colegio, ni tus profesores, ni tus compañeros de clase, ni tan siquiera tus primeros amigos.

No eliges tu ambiente, tus circunstancias ni tus experiencias.

No eliges tus necesidades, ni tu carácter, ni tus aprendizajes.

Simplemente naces con una herencia, un instinto, una esencia, un esquema mental predefinido, y reaccionas desde ahí.

Tus primeros pasos en este mundo consisten básicamente en respirar, comer, dormir, cagar, mear y berrear reclamando atención.

Pero al mismo tiempo tu mente se comporta como una esponja que no deja de absorber, de copiar, y de responder ante todos los estímulos que recibes.

Durante años tus reacciones, aprendizajes, experiencias y capas y capas de condicionamientos, moldean tu mente conformando tu personalidad.

No has elegido lo que eres y poco a poco empiezas a construir una identidad, un quién.

Vas creciendo, cambiando y evolucionando.

Ahora eres mayor.

Ya eres independiente, piensas por ti mismo y puedes tomar tus propias decisiones.

Ya puedes elegir a tu familia, tus amigos, tu casa, tu barrio y tu país.

Ya puedes elegir tu trabajo y tus aficiones.

Ya sabes lo que te gusta y lo que no.

Ya has determinado lo que persigues.

Ya has decidido en qué te quieres convertir.

Bonita ilusión. Terrible espejismo.

La realidad es que no puedes elegir lo que eres.

No puedes elegir quién eres…

Y no puedes ser lo que quieras

Transitas una etapa de tu vida en la que no sabes quién eres, pero no hay problema porque desde gurulandia acuden al rescate…

“Eres la media de las cinco personas con las que pasas más tiempo.”

Asunto arreglado.

Clarito como el agua.

¿En serio?

¿Acaso no sabías que se puede hacer una media de una o varias personas?

Impresionante orgía de conocimiento y sabiduría. Lo mismo hasta manejan una fórmula matemática. Habrá que preguntar.

Tantos años de aprendizajes, experiencias y condicionamientos para descubrir que eres la media de otros.

Suena bastante deprimente pero no te angusties, te echaré un cable.

En realidad no eres la jodida media de nadie, o de alguien, sino que eres una suma de

  • Herencia
  • Circunstancias
  • Reacciones
  • Aprendizajes
  • Experiencias
  • Influencias
  • Condicionamientos

Y todo eso te hace complejo, singular, único e irrepetible, pero no capaz de todo.

Porque no puedes elegir lo que eres ni puedes ser lo que quieras, pero sí puedes elegir empezar un camino de realización intentando averiguar todo aquello que puedes llegar a ser.

El viaje del héroe

Siempre eres y serás tú mismo, que no te quepa la menor duda.

Da igual que actúes desde la ignorancia, la inconsciencia, el instinto, la reacción, el miedo, el condicionamiento, la creencia, o cualquiera de tus múltiples disfraces.

Todo eso forma parte de ti, todo eso eres tú, y descubrirlo es tu responsabilidad.

No puedes ser lo que quieras pero si puedes descubrir quién eres y para qué vales.

Y eso es mucho.

Muchísimo.

Tu heroico viaje puede ser largo, de toda una vida, así que más te vale cultivar una buena actitud para estar en condiciones de disfrutarlo.

Una actitud que tiene como pilares:

  1. Darte cuenta de que sabes muy poco sobre ti.
  2. Adoptar el compromiso de averiguarlo.
  3. Aceptar, asumir y hacerte cargo de todo lo que vas a encontrar.
  4. Vivir y explorar el mundo desde esa comprensión.

Si en este momento te sientes perdido, confuso, frustrado, insatisfecho, cabreado con la vida o con el mundo, es que necesitas cultivar una actitud diferente y poner el foco en los lugares correctos.

¿Qué actitud?

La de aprender a mirarte y a descubrirte.

¿Qué lugares?

Los que se ocultan en tu interior.

Tus respuestas

Llega un momento en tu vida en el que debes aprender que nadie puede darte las respuestas que estás buscado.

Desde gurulandia y coachipedia te ofrecerán fórmulas mágicas, remedios universales, métodos probados, caminos transitados y garantías de éxito, pero en ningún caso podrán ofrecerte tus respuestas, sencillamente porque no las tienen.

Huye de cualquier charlatán que te ofrezca respuestas, acércate sin embargo a quién que te ofrezca herramientas para que tú, buscando donde debes buscar, puedas dar con ellas.

Eres un ser complejo, singular, único e irrepetible, y por eso tus respuestas serán igualmente complejas, singulares, únicas e irrepetibles.

Nadie ha nacido a la misma hora que tú, en el mismo lugar que tú, con los mismos padres que tú y con el mismo patrón genético que tú.

Nadie ha estado en tu ambiente y en tus circunstancias, nadie ha reaccionado como tú, nadie ha sentido lo mismo, nadie ha aprendido y evolucionado como tú.

Nadie ha vivido tus experiencias, nadie ha recibido tus influencias, nadie ha sido condicionado de la misma manera que a ti te han condicionado.

¿Cómo van a saber lo que eres?

¿Cómo van a saber quién eres?

¿Cómo van a saber para qué vales?

¿Cómo van a tener tus respuestas?

Lo primero, lo segundo y lo tercero

Por Juanilandia me gusta decir que…

No nos hacemos mejores o peores al envejecer, sino más parecidos a nosotros mismos.

Y con esto me refiero a que, con el paso de los años, y si te has tomado la molestia de descubrirte y de conocerte, habrás aprendido lo que significa disfrutar de la libertad de mostrarte auténtico.

¿Quieres ser más feliz?

¿Encontrar tu camino?

Descubrir tu esencia y lo que te hace auténtico es lo que marcará el inicio de tu camino de felicidad y realización.

Eso es lo primero.

¿Y lo segundo?

Lo segundo va de que lo primero se refleje en lo que piensas, dices y haces.

Va de honestidad, integridad y coherencia.

Los valores fundamentales que definirán en mayor medida tu grado de libertad.

¿Y lo tercero?

Lo tercero va de aprendizaje, de vida, y de actitud.

Un aprendizaje permanente que te ayude a comprender cómo funcionas tú, cómo funcionan los demás, y cómo funciona el mundo.

Una vida de exploración constante que te de las oportunidades necesarias para averiguar todo aquello de lo que eres capaz.

Una actitud abierta, valiente y decidida enfocada a explorar posibilidades, a vivir nuevas y variadas experiencias, a conocer otros países, culturas y personas, a descubrir otros planetas, galaxias y universos…

Bueno, quizá con esto último me haya pasado, pero si puedes vivir lo suficiente ten por seguro que también llegará.

Ahí tienes tu camino.

El heroico viaje de tu vida.

Quizá no puedes elegir lo que eres.

Quizá no puedes ser lo que quieras.

Pero seguro que puedes amar lo que descubras.

Averiguar todo lo que puedes hacer.

Y transformarte.

[Foto realizada en el memorial al Holocausto de la ciudad de Miami, USA]

Juan Núñez
Juan Núñez
Desde marzo de 2013 escribo en esta página sobre búsquedas, experiencias, reflexiones, aprendizajes, autenticidad y todo aquello que espero me conduzca hacia el propósito de disfrutar de una vida más coherente con lo que pienso y siento. “Si quieres ser un héroe para los demás empieza por serlo para ti mismo”, esto es lo que predico y esto es lo que persigo ¿Te apuntas?

 

La entrada No puedes elegir lo que eres ni puedes ser lo que quieras se publicó primero en aprendizajeyvida.com.

Al Otro Lado

0
0

La mayoría de la gente cree que el código moral establecido es bueno y que se debe educar a los niños en él, de modo que casi todos los padres educan a sus hijos para que vivan en la misma cárcel moral en la que ellos se encuentran. Lo mismo pasa con profesores en escuelas y universidades, con los medios de comunicación y con las religiones.

Baño público

Estas enseñanzas establecen que ser ‘bueno’ o ‘malo’ está por encima de estar ‘vivo’ o ‘muerto’. Antes que vivir lo primero es cumplir.

Pero resulta que el ‘bien’ y el ‘mal’ son conceptos subjetivos creados por el ser humano, y esto implica que la moralidad basada en ellos es igualmente subjetiva y, por lo tanto, tan válida en unos casos como errónea en otros (además de perjudicial).

Esto nos remite a otra de las más conocidas falacias que solemos manejar: “no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti”.

F-A-L-S-O.

Quizá a mi no me guste que me retuerzan los pezones y, sin embargo, tú lo disfrutes de lo lindo (por poner un ejemplo).

Todos estos códigos e influencias inculcadas desde la infancia contribuyen a crear ovejas para formar rebaños, en vez de personas que construyan sociedades.

La gente que intenta ir al baño todos los días a la misma hora es muy distinta de la gente que lo hace cuando le entran ganas.

La clave para liberarnos de todos estos códigos de conducta erróneos y ahondar en nuestro crecimiento personal está en desaprender.

En abrir la mente a perspectivas diferentes para poder renovarla con nuevos conceptos.

En ser flexible, adaptarse, evolucionar, aceptar el cambio.

En fomentar la curiosidad por aprender.

En ser crítico, no dar nada por sentado, contrastarlo y cuestionarlo todo.

Tener o no la razón es tan solo un punto de vista.

Aversión Social y Negación Sexual

Desde pequeño he sido una persona curiosa y con ansias por aprender sobretodo en el ámbito de la ciencia.

Coleccionaba revistas como ‘Conocer’ y ‘Muy Interesante’… vale, de acuerdo, también tenía Playboy en el último cajón ¡qué grandes artículos! (además ayudó a mi madre a asegurarse de que no era gay).

A lo que voy es que aborrezco las tradiciones trasnochadas y obsoletas, las creencias basadas en el miedo, los topicazos y refranes generalistas, el hacer por hacer porque así se hizo siempre.

Todo se resume en lo mismo, ignorancia, comodidad e inmovilismo.

Y es por esto que detesto a los estúpidos.

A los que creen en algo sin plantearse por qué ni para qué.

A los ignorantes que no quieren dejar de serlo.

A los imbéciles morales.

A los borregos, y a sus pastores.

Me encanta imaginarme ‘espabilando’ a todos esos que siguen la corriente sin plantearse hacia donde les lleva.

Probablemente a los ojos de muchos eso me convierta en una ‘mala’ persona, pero lo disfruto porque me hace sentir seguro de que no estoy tan jodido como ellos.

En el fondo, quiero ayudarles. En la forma, pellizcarlos con saña hasta que despierten.

El lema de este tipo de gente bien podría ser,

La mente es algo terrible. Conviene desperdiciarla.

Si bien estoy de acuerdo con que en ocasiones el más ignorante puede ser el más feliz con solo satisfacer sus necesidades básicas de supervivencia, eso no va conmigo.

En las sociedades más desarrolladas estas necesidades básicas se han desvalorizado, porque se presuponen satisfechas (con la que está cayendo últimamente, menos). Y lo que nos hace infelices es no satisfacer nuestras necesidades intelectuales y sociales, algo que me parece perfectamente lícito.

Si el objetivo del ser humano moderno (tribus aparte) siguiese siendo sobrevivir y reproducirse, pensar con los genitales sería más que suficiente.

Pero no lo es y me alegro (ya sé chicas, que vosotras también).

En cuanto a la moral sexual reprimir todo lo que tiene que ver con la sexualidad no hará que ésta desaparezca, sino que la fomentará, y entonces tendrás que lidiar con un toro cabreado (y sin la ayuda de picadores).

Quizá pienses que lo correcto es no contarle a tu pareja que te masturbas pensando en su herman@. Es posible que si se lo dices te abandone, gritando que cada vez que lo hacíais estaba pensando en tu mejor amig@, pero también es posible que te proponga hacer un trío.

No presupongas y nunca des nada por sentado.

Es una buena regla y, si la sigues, puede que te sorprendas con los resultados.

Quizá creas que te conviene seguir con una relación moralista e hipócrita en vez de quedar libre para buscar algo mejor.

RECAPACITA.

Solo tienes una vida y no te conviene desaprovecharla.

Hoy en día la mitad de las parejas acaba separándose pero lo triste es que un alto porcentaje de la otra mitad sigue conviviendo a pesar de que su relación es un asco.

Son las relaciones dominadas por el miedo y la tristemente difundida frase “más vale malo conocido que bueno por conocer”.

Amarga melodía de una eterna agonía.

No digo que las relaciones de pareja sean perjudiciales y haya que desterrarlas. Lo que digo es que no hay que mantenerlas a cualquier coste.

“Hasta que la muerte os separe” es una frase que puede parecer idílica, pero la mayoría de las veces se convierte en una sentencia irrefutable.

Muchos no se llegan a dar cuenta (o sí) de que, lo que verdaderamente les separa, es su convivencia forzada.

¿Y tú?

¿Vives la vida que quieres o la que otros te imponen?

[Foto realizada en los baños públicos de no sé cual pub. Viene a sugerir que, en la vida, es conveniente cambiar las cosas de sitio para acceder a nuevas perspectivas.]

 

La entrada Al Otro Lado se publicó primero en aprendizajeyvida.com.

El poder de la renuncia

0
0

El poder de la renuncia

Todos somos especiales, diferentes, únicos e irrepetibles, pero si algo tenemos en común es el deseo de ser felices. Para alcanzarlo cada uno maneja sus propias herramientas en forma de creencias, aspiraciones, valores e ilusiones, pero por desgracia seguimos sin saber muy bien qué es lo que en realidad nos acerca o aleja de la ansiada felicidad.

Unos piensan que el secreto está en poseer más cosas, otros que en vivir más experiencias, muchos lo sitúan en adquirir prestigio, poder, fama o relevancia, otros lo ponen en manos de las relaciones con familia, pareja o amigos, y otros muchos lo sitúan en el marco de fijarse metas y alcanzar objetivos.

Pocos se dan cuenta de que la felicidad es un estado interno que no depende de lo que haces, tienes, consigues o te sucede, sino de la actitud que adoptas al respecto.

¿El resultado?

Un inconformismo patológico

Tener un buen trabajo, comprar todo lo que deseas, conseguir pareja, tener amigos, ser importante o alcanzar tus objetivos seguramente te va a proporcionar un cierto grado de satisfacción, de eso no tengo dudas, pero tampoco las tengo acerca de que se trata de una satisfacción efímera que se desvanecerá rápidamente con el paso del tiempo si no se procesa desde la actitud adecuada.

La carrera de la rata no solo va de permanecer encadenados al plan de vida establecido por la sociedad, los agentes económicos y los gobiernos, también va de ser esclavos de una serie interminable de deseos, planes, metas, aspiraciones y sueños que no nos permiten disfrutar de lo conseguido, incapaces de renunciar a nada y deseando constantemente algo más o algo nuevo.

Pero resulta evidente que lo nuevo nunca lo es por demasiado tiempo, y además funciona como una droga que nos convierte en adictos al consumo indefinido de todo tipo de bienes, relaciones y experiencias. Una especie de azúcar emocional del que cuanto más consumes más necesidad tienes.

A mi me gusta describirlo como que uno sabe lo que quiere hasta que lo consigue, después sencillamente quiere otra cosa.

Y estoy hablando de un tipo de inconformismo patológico que nos conduce hacia una espiral de insatisfacción permanente. Que nos permite disfrutar de fugaces momentos felices de la mano de nuestros logros, pero que nos aleja del verdadero bienestar que desemboca en una vida realmente plena.

En las sociedades modernas la gente feliz no interesa porque no consume demasiado. El verdadero negocio está en la gente insatisfecha que siempre quiere algo más, algo nuevo, y es precisamente ese inconformismo el que se fomenta a través de los valores y la propaganda con la que se nos bombardea a diario.

Idolatría, fama, prestigio, posesión, relevancia, poder, comparación, influencia, envidia, ambición…

¿Te suenan de algo?

Si es que no te felicito por ser ‘un bicho raro’, pero tan solo tienes que bucear un poco en las redes sociales, abrir un periódico o ver un rato la televisión para darte cuenta de lo que estoy hablando.

El Poder de la Renuncia

Está muy bien eso de tener inquietudes, proyectos, objetivos, sueños e ideales. Un inconformismo que nos permite progresar y mejorar en la vida, evolucionar como seres humanos y explotar nuestras capacidades. Pero todo ello visto desde una perspectiva sana y una actitud equilibrada que consiste en que nuestras ansias de más y mejor no nos impidan disfrutar y valorar todo lo que tenemos a nuestra disposición en el momento presente.

Porque sentirnos felices y satisfechos, o todo lo contrario, está muy relacionado con la manera en que percibimos nuestra situación actual, con nuestra capacidad de apreciar lo que somos y poseemos aquí y ahora. Algo así como un persigue lo que quieres valorando lo que tienes.

Si no eres capaz de sustraerte de la generación constante de necesidades que promueve la sociedad moderna, y de la ambición y el inconformismo patológico que esto genera, estarás condenado a perseguir sin descanso logros cuya satisfacción además de efímera, te convertirá en un yonqui desesperado por conseguir su siguiente dosis.

No confundas la satisfacción obtenida por esos logros con la felicidad, no tienen demasiado en común. Pero mientras te aclaras te cuento que aprender a renunciar resulta clave.

El poder de la renuncia consiste en darnos cuenta de que no podemos elegir lo que somos ni podemos ser lo que queramos, de que no podemos conseguirlo ni tenerlo todo.

El inconformismo y la ambición seguro han contribuido a que la raza humana haya avanzado y prosperado hasta lo que es hoy día, pero actualmente se han convertido en un grave problema psicológico que desemboca en miedo al fracaso, a no darlo todo, a no ser nadie, a ser menos, a no ser perfectos, a no hacer lo que otros hacen, a no conseguir lo que otros consiguen.

Y con este pésimo enfoque lo que obtenemos es frustración, estrés, angustia, depresión y vivir todo el tiempo pendientes de lo que nos falta, desvalorizando lo que ya tenemos en una especie de carrera vital desenfrenada dónde más siempre es mejor y la meta nunca se alcanza.

¿Cuál es tu precio?

Debemos aprender que todo tiene un precio, averiguar cual es ese precio, lo que estamos dispuestos a pagar, lo que somos capaces de pagar, y tomar las decisiones consecuentes al respecto.

Hemos de averiguar quienes somos, cómo funcionamos, y lo que somos capaces de hacer y soportar. Solo así podremos empezar a obtener certezas acerca de a qué podemos aspirar y a qué debemos renunciar.

Todo ello para alcanzar un equilibrio entre lo que tenemos y a lo que aspiramos. Un equilibrio entre un inconformismo sano por lo que deseamos conseguir y una satisfacción igual de sana por lo que ya hemos conseguido.

Toca elegir.

Y elegir bien implica saber aceptar y saber renunciar, pero también implica pagar un precio.

¿Sabes ya cuál es el tuyo?

[Foto de portada realizada en el mirador de la montaña roja. Tenerife. España]

 

Juan Núñez
Juan Núñez
Desde marzo de 2013 escribo en esta página sobre búsquedas, experiencias, reflexiones, aprendizajes, autenticidad y todo aquello que espero me conduzca hacia el propósito de disfrutar de una vida más coherente con lo que pienso y siento. “Si quieres ser un héroe para los demás empieza por serlo para ti mismo”, esto es lo que predico y esto es lo que persigo ¿Te apuntas?

La entrada El poder de la renuncia se publicó primero en aprendizajeyvida.com.


Una verdad incómoda

0
0

Hay muchas cosas que te importan, y como a ti te importan, crees que debe existir alguna especie de significado cósmico en el hecho de que sucedan.

Pero resulta que a dios, al universo, a la fuente, o a lo que sea que quieras invocar le importa una mierda que te toque la lotería, que gane tu equipo, que encuentres pareja, que tengas trabajo, que alcances tus sueños, que consigas realizarte, que no pilles un cáncer, que se muera tu madre, tu hijo, o tu perro, quién gobierna tu país, el cambio climático o que nos invada una especie alienígena que pretenda exterminar a la raza humana.

Todo esto te importa porque necesitas evitar a toda costa enfrentarte a una verdad incómoda, esa que te grita que no importas un carajo porque eres un ser miserable cuya existencia carece de sentido.

Y necesitas esa sensación de importancia imaginada hacia ti, y hacia todo lo que te rodea, porque no eres más que un jodido cobarde insignificante que se aferra a esa esperanza.

ESPERANZA.

Que bien suena pero que mal sabe cuando descubres que no eres más importante que una mota de polvo cósmico dando vueltas en un minúsculo punto azul pálido en medio de la inmensidad del universo.

Tu vida no significa nada.

No eres mucho y todavía vales menos.

Una jodida realidad de la que huirás durante toda tu miserable existencia, y a la que tendrás que enfrentarte cuando te acerques a su final.

TU FINAL.

Y que te sea leve.

[Artículo basado en una de las muchas y muy buenas reflexiones del libro ‘Todo está jodido’ de Mark Manson]

[Foto realizada en un parque de, ironías aparte, la llamada ciudad de la luz y del amor]

 

Juan Núñez
Juan Núñez
Desde marzo de 2013 escribo en esta página sobre búsquedas, aprendizajes, experiencias, miedos, conflictos, tragedias y otras basurillas intentando asumir mis miserias y enfrentar mis temores.
Eso es todo y ahí es nada. Suficiente en cualquier caso. Lo puedes encontrar todo aquí.
Aprende lo que puedas, vive como quieras, o haz lo que te de la gana con ello.

La entrada Una verdad incómoda se publicó primero en aprendizajeyvida.com.

Vivir Es Suficiente

0
0

Vivir es suficiente

No existen las vidas mediocres, existen los pensamientos y las creencias mediocres acerca de la vida.

No es posible desperdiciar la vida, pero sí es posible creerlo y es ahí donde reside la tragedia.

Nos empeñamos en pensar que necesitamos encontrar un sentido a la vida, cuando la realidad es que nuestra soberana estupidez nos está llevando a despreciarla.

Vivir es suficiente, pero nos hemos convencido de que con eso no basta, lo que nos hace incapaces de disfrutar de todo lo que tenemos a nuestro alcance.

Vivir no necesita justificaciones, no tenemos que demostrar que somos dignos, pero seguimos empeñados en que perdemos el tiempo, o malgastamos la vida, si no encontramos un elevado propósito que perseguir y desplegar.

Despierta.

No va de eso.

De verdad que no.

Un pez le pregunta a otro más viejo dónde puede encontrar el océano, y este le contesta: «¿El océano? Estás en él ahora mismo». El joven se extraña y dice: «¿Esto? Esto es solo agua, lo que yo quiero es el océano».

Ya estás en el océano pero, cegado por el deseo, la ambición y la ignorancia, tú solamente ves agua.

El deseo de lo que piensas que no tienes.

La ambición de lo que crees que necesitas.

La ignorancia de lo que has dejado de valorar.

Eres infeliz debido a tus condicionadas y tóxicas creencias acerca de cómo deberías vivir tu vida, de lo que deberías hacer, perseguir o tener, de lo que deberías ser.

Te has obsesionado con buscar, con pretender y alcanzar, y te has olvidado de estar.

Y el que no está se pierde buscando en el lugar equivocado, pretendiendo lo que no funciona, y alcanzando lo que no necesita.

Se pierde viendo solo agua cuando ya está en el océano.

Vivir es suficiente

La motivación para vivir no surge de una meta ni deriva de un propósito, la motivación para vivir nace del amor por la vida.

Amar la vida es lo único que necesitas para poder disfrutar de ella plenamente.

No necesitas ganarte la vida.

No puedes perderla o malgastarla.

No tienes que realizarte.

No te hacen falta metas y objetivos constantes.

Es mucho más sencillo que todo eso.

El sentido de la vida es vivirla.

El propósito es amarla.

Y vivir es suficiente.

 

Juan Núñez
Juan Núñez
Desde marzo de 2013 escribo en esta página sobre búsquedas, aprendizajes, experiencias, miedos, conflictos, tragedias y otras basurillas intentando asumir mis miserias y enfrentar mis temores.
Eso es todo y ahí es nada. Suficiente en cualquier caso. Lo puedes encontrar todo aquí.
Aprende lo que puedas, vive como quieras, o haz lo que te de la gana con ello.

La entrada Vivir Es Suficiente se publicó primero en aprendizajeyvida.com.





Latest Images